El segundo triunfo de Evo

El domingo 2 de julio no solamente se celebraron elecciones en México. En Bolivia, la ciudadanía eligió a los integrantes de la Asamblea Constituyente y decidió sobre la autonomía de las regiones. El resultado es favorable para Evo Morales, pero para la elaboración de una nueva constitución necesitará tender puentes. Un breve repaso.

El referéndum por la autonomía

Empecemos por el referéndum: El conteo rápido realizado por la empresa Apoyo arroja que el 56,2 % votó en contra de otorgarle mayor autonomía a las regiones. En este caso, autonomía no significa la independencia de las regiones, pero sí mayor control en lo administrativo y económico.

Todas las regiones del este de Bolivia (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija) votaron por el sí. En Beni y Santa Cruz el sí alcanzó más del 70 %. Fueron los cruceños los que, con la recolección de más de 200 mil firmas el año pasado, obligaron al Congreso a convocar al referéndum.

Las regiones del oeste (La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí y Chuquisaca) se pronunciaron en contra de los planes de autonomía, todas con un claro margen de 60 % y más a favor del no.

Las divisiones entre este y oeste se explican con las profundas brechas económicas. El este, rico en recursos naturales como el gas y con una economía más prospera, regaña del centralismo de La Paz. El oeste, en cambio, teme perder los beneficios derivados del gas en caso de conceder mayor autonomía.

Evo Morales, presidente de Bolivia, contribuyó a reforzar estos temores al hablar de la “oligarquía cruceña” supuestamente desinteresada en el progreso de las regiones más pobres (fuente: Diario La Razón de Bolivia).

En todo caso, la derrota del sí no significa que el tema de la autonomía esté cerrado. Será la nueva Asamblea Constituyente la encargada de buscar modelos de descentralización aceptables para todas las regiones. En muchos casos, se trata de asuntos prácticos. Roberto Yáñez, senador boliviano, pone un ejemplo (fuente: BBC Latinoamérica):

Las desventajas del centralismo es [sic] que los cheques de pago de los maestros salían desde La Paz, pero si llegaban a Cochabamba con un error, ese maestro se quedaba sin dinero. La autonomía dice que el salario del profesor de Cochabamba se firma en Cochabamba y que el presupuesto para una escuela se autoriza en Santa Cruz y no en La Paz.

La Asamblea Constituyente

Por otra parte, en las elecciones para la Asamblea Constituyente el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales obtuvo amplia mayoría. Según el conteo rápido (fuente: diario El Comercio), el MAS tendría 134 de 255 asientos en la Asamblea (equivalentes al 52,5 % de asientos). Sin embargo, se requieren dos tercios de los asientos para aprobar la nueva Constitución.

El principal contendor de Morales es la alianza de derecha Poder Democrático y Social (PODEMOS) al mando del empresario y ex presidente Jorge Quiroga. PODEMOS obtuvo 64 asientos. Los 57 asientos restantes serán repartidos entre una decena de partidos, algunos de los cuales han formado alianzas más o menos sólidas con el MAS de Morales. Otros, como Unidad Nacional del empresario Samuel Doria Medina, son de tendencia derechista y por tanto tienen planteamientos más afines a PODEMOS.

Intepretaciones y conclusiones

¿Cómo interpretar estos resultados? En las elecciones de diciembre, Morales había obtenido 54 % de votos válidos. Ayer fueron 60 %. Por otro lado, los 64 asientos de PODEMOS representan apenas 22 % de votos válidos, seis puntos porcentuales menos que los obtenidos en diciembre (fuente: Reuters).

Quizá lo más notable sea que el MAS de Morales no solamente triunfó en todas las provincias del oeste, sino que registró un fuerte crecimiento en las provincias orientales. Así, el MAS ganó en la provincia oriental de Tarija y en Santa Cruz estaría, según el conteo rápido, empatado con PODEMOS (fuente: diario La Razón de Bolivia). En las elecciones pasadas de noviembre, el MAS había perdido en todas las provincias orientales.

Estas cifras hacen pensar que la semi-nacionalización de los recursos naturales le ha servido a Morales para ampliar su caudal electoral al mismo tiempo que debilitó a las fuerzas de la derecha. Jorge Quiroga, líder de PODEMOS, había tratado de debilitar a Morales atacando su cercanía con el mandatario venezolano Hugo Chávez, algo que Alan García hizo con éxito frente al candidato peruano Ollanta Humala. Pero en Bolivia tal estrategia parece no haber funcionado.

La Asamblea Constituyente se reunirá en agosto y sesionará por un año con la tarea de redactar una nueva constitución. Morales ha prometido “reivindicar a los pueblos indígenas” y consolidar la semi-nacionalización de los recursos naturales. Estaremos atentos.

Por Evaristo Pentierra

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