crónica semanal (18 al 25 de enero)

Colina, cárceles y justicia

Por haber estado encarcelado más de tres años sin sentencia, un miembro del Grupo Colina dejó la prisión el viernes 21. Se trata de Fernando Enrique Rodríguez Zabalbeascoa, comandante en retiro del Ejército. Rodríguez Zabalbeascoa es acusado de liderar el grupo que cometiera, en la década del 90, una serie de asesinatos encubiertos.

¿Ferrero férreo?

La oposición en el Congreso fracasó el martes 18 en su intento de desalojar al primer ministro Carlos Ferrero de su cargo. Al final fueron solamente 41 votos a favor. Se habrían necesitado 61. El analista Santiago Pedraglio considera que existe un consenso bastante amplio en mantener en el cargo a Toledo hasta las elecciones del 2006. Sería, según él, ese consenso el que impidió que la oposición se cohesionara en contra de Toledo y su ministro.

Complot

El mismo 18 y en el mismo Congreso de la República, los dos partidos del gobierno (PP y FIM) no consiguieron mayoría para su pedido de instaurar una Comisión Investigadora que habría de dedicarse a desentrañar un supuesto complot contra el gobierno.

Colina, cárceles y justicia

Por haber estado encarcelado más de tres años sin sentencia, un miembro del Grupo Colina dejó la prisión el viernes 21. Se trata de Fernando Enrique Rodríguez Zabalbeascoa, comandante en retiro del Ejército. Rodríguez Zabalbeascoa es acusado de liderar el grupo que cometiera, en la década del 90, una serie de asesinatos encubiertos. Los crímenes más recordados son los de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992). El periodista Ricardo Uceda, en su libro Muerte en el Pentagonito, narra y explica con lujo de detalles los pormernores del Grupo Colina y sus acciones.

La Coordinadora de Derechos Humanos, enterada de la excarcelación, hizo un pronunciamiento en el cual lamenta las deficiencias y limitaciones del sistema de administración de justicia.

Mantener por años a un acusado sin sentencia en prisión es un escándalo que viola aquel principio de justicia que ordena favorecer al acusado en caso de duda. La lentitud del Poder Judicial, sobre todo dada la gravedad del caso, es el otro escándalo. Rodríguez Zabalbeascoa no es un caso aislado. Vea usted, estimado lector, cuál de los dos escándalos le causa más insomnio.

¿Ferrero férreo?

La oposición en el Congreso fracasó el martes 18 en su intento de desalojar al primer ministro Carlos Ferrero de su cargo. Al final fueron solamente 41 votos a favor. Se habrían necesitado 61. El analista Santiago Pedraglio considera que existe un consenso bastante amplio en mantener en el cargo a Toledo hasta las elecciones del 2006. Sería, según él, ese consenso el que impidió que la oposición se cohesionara en contra de Toledo y su ministro. La vacancia presidencial y la consiguiente amenaza de un outsider asoma, pues, como un fantasma sobre los políticos tradicionales. Sin embargo, queda la duda si Toledo se decide por mantener a Ferrero, quien lleva ya un año en el cargo. De nuevo se escuchan voces que piden un premier independiente. Alberto Borea sugiere para tal cargo a Salomón Lerner, ex presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

La idea del premier independiente, probo y/o técnico suena bien si lo que se quiere es poner a Toledo a un lado sin tener que vacarlo de su cargo. Eso fue, lo que a fin de cuentas, pidió El Comercio cuando sugirió que Toledo dé un paso al costado. Como si no existiese todo un aparato estatal más dos partidos de gobierno (Perú Posible y el Frente Independiente Moralizador) con sus respectivos intereses e influencias. Intereses e influencias que van mucho más allá de la inspiración que tal o cual figura ministerial pueda infundar o no.

Complot

El mismo 18 y en el mismo Congreso de la República, los dos partidos del gobierno (PP y FIM) no consiguieron mayoría para su pedido de instaurar una Comisión Investigadora que habría de dedicarse a desentrañar un supuesto complot contra el gobierno.

Fueron, sobre todo, Luis Iberico y Fernando Olivera (ambos del FIM) los que habían denunciado una campaña de demolición contra el gobierna, supuestamente orquestada por empresarios y periodistas. ¿No habría que preguntarse, antes de acusar, exactamente quién está orquestando exactamente qué? Campañas de demolición las ha habido durante el gobierno de Fujimori y Montesinos, cuando las líneas de diarios y televisoras fueron compradas por Montesinos con el fin de aniquilar mediáticamente a los opositores. Esta última denuncia, la del FIM y de PP, ha sindicado como uno de los supuestos artífices del complot al diario Correo. Éste, en su editorial del 20 de enero, invoca a

poner por encima de toda consideración la necesidad de preservar la democracia, sistema que es atacado no sólo ya por la mafia corrupta de la década pasada que cree que con la salida de Toledo sobrevendría un escenario más favorable a sus intereses penales, sino también por crecientes fuerzas políticas extremistas, autoritarias y hasta excéntricas.

Vaya demolición. Es cierto que Correo no se caracteriza por ser benevolente con Toledo, pero ese no es el asunto. Pareciera que Olivera y sus correligionarios no saben distinguir entre críticas y amenazas. En todo caso, si habría una amenaza real la debelación debiera corresponder a las instancias del Estado encargadas, justamente, de mantener el orden (Poder Judicial, Policía, Servicios de Inteligencia). Acudir, en estos casos, a la oposición da la sensación de incapacidad.

Por Evaristo Pentierra

One thought on “crónica semanal (18 al 25 de enero)

  1. “Grupo Colina”: Cuentas pendientes del jefe Enrique Rodríguez Zabalbeascoa”

    Entre los criminales que recibieron “felicitación por las exitosas operaciones” del reo Alberto Fujimori por los crímenes de la Cantuta y de Barrios Altos, y que además obtuvo “calificación sobresaliente” por el condenado y presidiario Juan Rivero Lazo, jefe de la Dinte, destaca el cabecilla de la despiadada organización criminal “Grupo Colina”, Enrique Fernando Rodríguez Zabalbeascoa, alias “potro”.

    Este individuo, después de vivir prófugo durante 8 años, fue capturado en su cubil en enero del año 2002 por la Policía Nacional, inmueble que había arrendado con identificación falsa, sito en la calle Doña Elvira Nº 208 departamento 303, Urbanización Los Rosales de San Borja de Lima; acusado de crímenes contra la humanidad o genocidio: Asesinatos colectivos de nueve estudiantes [entre ellos dos mujeres] y un profesor de la Universidad La Cantuta; asesinatos de quince personas -jóvenes, mujeres, y un niño de ocho años- en Barrios Altos de Lima; asesinatos de Pedro Huillca Tecce, Secretario General de la Confederación General de Trabajadores del Perú; del periodista Pedro Herminio Yauri Bustamante; asesinato de seis personas en Pativilca; los crímenes de seis miembros de la familia Ventocilla, y otros siete de la familia Rodríguez, en Huaura; desaparición forzada de personas; torturas en los sótanos del Servicio de Inteligencia, lesiones graves; que solamente representan la punta del iceberg; ya que se investigan otras atrocidades encubiertas, cometidas por este grupo criminal que se asoció para delinquir.

    Haciendo memoria, este siniestro personaje, en el momento de su captura, tenía en su poder un falso D.N.I. Nº 015481300 que lo identificaba con un nombre postizo. Esta conducta delictiva es muy propia del hampa que vive hurgando en los bajos fondos. Representa un grave atentado no solamente contra el propietario del inmueble que conducía como inquilino, a quien defraudó induciéndolo al error, sino, lo que es más grave, contra las instituciones jurídicas del Estado Peruano, a quien, como militar debe respeto y sumisión porque así ha sido formado: con amor a la patria, con respeto a sus instituciones tutelares, y con la permanente y disciplinada disposición de defender su soberanía. Sin embargo, pese al tiempo transcurrido, no se sabe, hasta ahora, si el Procurador del RENIEC lo ha denunciado ante Ministerio Público, ni menos si ha sido condenado por los delitos de falsificación de documentos y contra la administración de justicia.

    La libertad de Rodríguez fue dictada, en el año 2005, por el Quinto Juzgado Penal Especial de la Corte Superior de Lima, que despachaba la jueza Antonia Saquicuray, y la concedió por exceso de carcelería sin sentencia. Sin embargo, repito, lo que hasta ahora no se conoce, es si esta conducta delictiva fue denunciada por el Procurador del RENIEC ante el Ministerio Público, por los delitos contra la Fe Pública -Falsedad ideológica- en agravio del Estado. Recordemos que su cómplice, el tristemente célebre Alberto Fujimori, por delitos de allanamiento de morada y usurpación de funciones, cuya punición es menor, fue condenado a seis años de prisión efectiva.

    Al parecer, desde el interior de los cuarteles, los miembros del Ejército peruano en actividad, se dan maña para estafar al Estado con fraudes y robos de elevado octanaje, que han alcanzado dimensiones alarmantes. La dolosa conducta fraudulenta de estos personajes, continúa aun después de haber pasado al retiro. Y el caso más evidente, es la comisión delictiva perpetrada por Enrique Rodríguez, quien defraudó a la Nación con una falsa identificación para burlar la acción persecutoria de la Justicia y de la Policía Nacional.

    Ahora que, nuevamente está citado a estrados con toda su gavilla de asesinos, para responder ante el mundo sobre sus perversas y abominables atrocidades, es necesario que la Primera Sala Anticorrupción de la Corte Superior de Lima, establezca el grado de responsabilidad de la conducta delictiva de Rodríguez, que luego de sus nefandos asesinatos y otros no menos horrendos crímenes contra la Nación, dirigió posteriormente su agresión contra el Estado peruano, el que a través del caballerizo en un cuartel militar, lo formó para que cumpla con respetar y hacer respetar los símbolos nacionales, las instituciones y las leyes.

    Dr. Alejandro Cruzado Balcázar

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