Lula cerca de un segundo mandato

Elegido hace cuatro años para hacer cambios sustanciales en su país, Lula da Silva se enfrenta a la reelección el 1 de octubre. Pese a que muchas de sus promesas han quedado incumplidas y que los casos de corrupción azotaron a su partido durante todo su gobierno, Lula está cerca de llegar a su segundo mandato en primera vuelta.

La llegada de Lula al poder hace cuatro años estuvo acompañada de sentimientos encontrados en diversos sectores de la sociedad brasileña. Por un lado estaban las clases populares que veían en el antiguo obrero metalúrgico y líder del Partido de los Trabajadores (PT) la oportundidad del cambio. En la orilla opuesta, los sectores más conservadores temían un viraje hacia una política económica heterodoxa que, aplicando medidas populistas, pusiera al país en el camino de la inestablidad.

Sin embargo, a pocos meses de que finalice el primer gobierno del PT, el estado general en la sociedad parece ser de apatía con relación al proceso electoral en curso. Los sectores que temían el ascenso al poder de Lula pueden respirar tranquilos, tras cuatro años de manejo económico prudente. Y los que en el 2002 mostraban más entusiasmo con su victoria, siguen conformando hoy la principal base de apoyo del presidente. Pero ya no con el mismo afán.

La apatía generalizada se debe en gran medida a los escándalos de corrupción que no dieron tregua al gobierno. Si bien éstos no afectaron directamente a Lula, su partido salió muy desfavorecido de las fuertes acusaciones de pago a congresistas opositores para que sufragaran a favor del gobierno en votaciones legislativas claves. Como consecuencia, importantes miembros del partido, como el propio presidente José Genoino, se vieron obligados a renunciar a sus cargos y algunos parlamentarios, como el colaborador estrecho de Lula, José Dirceu, tuvieron que entregar su escaño.

De acuerdo con el semanario británico The Economist (2 de setiembre), la apatía del electorado no se debe solamente a los casos de corrupción. La presión tributaria ha ascendido hasta el 37% del Producto Bruto Interno (PBI). La alta carga impositiva, sumada a las altas tasas de interés, parecen ahogar a las clases medias brasileñas. Sin embargo, parte de esa recaudación es utilizada para financiar uno de los programas sociales más ambiciosos de Latinoamérica. Con el programa “Hambre cero”, alrededor de 11 millones de familias, un cuarto de la población, recibe una renta mínima a cambio de mantener a sus hijos en el colegio.

Los programas sociales no son el único campo en que el gobierno ha implementado políticas acertadas. El gobierno de Lula ha creado 4,5 millones de nuevos empleos formales que, si bien es un número menor al prometido durante la campaña pasada, supera largamente a la cantidad de empleos creados durante los cuatro años anteriores. El crecimiento de la economía ha mostrado más bien altibajos. De acuerdo con cifras oficiales del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la economía de la primera potencia de América Latina creció 4,9% en el 2004 para luego caer al 2,3% un año después. Según las proyecciones, el crecimiento será de 5,1% en el 2006. (Fuente: Diario Clarín)

El candidato opositor

El principal candidato de la oposición es del Partido Socialdemocráta Brasileño (PSDB), que entre 1994 y el 2002 gobernó el país durante la presidencia de Fernando Henrique Cardoso. El postulante es esta vez Geraldo Alckmin, ex gobernador de Sao Paulo.

Entre las promesas de Alckmin destacan la reducción de impuestos y de las tasas de interés para promover la inversión. Igualmente, para satisfacer a los industriales, ofrece devaluar el real con el fin de fomentar las exportaciones. Eso a pesar de que las exportaciones brasileñas están en un período de auge. Escribe el profesor de economía de la Universidade Federal Fluminense, Theotonio dos Santos:

[Las exportaciones] llegaron a doblar su valor en 3 años, elevándose de cerca de 50 mil millones en 2001, a más de 100 mil millones en 2005. Esto generó inmensos superávits del balance de pagos que permitieron liquidar todos los compromisos cambiarios y financieros externos en 2003 y 2004, además de contribuir para el crecimiento del PBI significativamente y permitir generar más de 40 mil millones de dólares de reserva.

Por ahora, las promesas del candidato Alckmin no parecen calar en la población y, a dos semanas de los comicios, el reloj juega en su contra. Según una encuesta de la firma Datafolha, publicada por el diario Folha de Sao Paulo, la candidatura de Lula bordea el 50% de intención de voto, mientras que la de Alckmin llega al 28%. En el 2002, Lula ganó en primera vuelta con más de 50 millones de votos que representaron el 62% del electorado. A juzgar por las tendencias, Lula está cerca de repetir un resultado similar.

Ignazio De Ferrari

One thought on “Lula cerca de un segundo mandato

  1. Saludos

    Hasta cierto punto, Lula ha decepcionado, todo está siendo más lento que en sus promesas hace unos cuantos años, y si a eso sumamos el alto nivel de corrupción, pues la desilución es palpable. Pero por otro lado, no tienen una alternativa real, el país ha mantenido un buen crecimiento (cayando a la Derecha que presagiaba la “banca rota” del país) y manteniendo programas sociales bastante ambiciosos (como el mencionado)…

    Así pues, parece suficiente para que Lula continúe en el gobierno, pero con un posible menor apoyo que la vez pasada que le obligará a despertar, una vez más, a su electorado si quiere que el PT mantenga el poder.

    Hasta Luego ;)

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