La semana tuvo a Alan García en el centro de la escena política: Dos viajes al exterior (Brasil y Chile) y una reunión con Humala que sigue sin concretarse. Ollanta Humala, por su parte, sigue buscando su papel como principal opositor. En sus últimas declaraciones se distanció de Patria Roja que había mostrado cierta disposición por formar un frente regional con Humala. Alejandro Toledo, por su parte, pidió perdón a nombre del Estado por el asesinato de nueve estudiantes y un profesor de la Universidad la Cantuta, en 1992.
Los primeros pasos de García
Falta un mes para que Alan García asuma la presidencia del Perú, pero en realidad el trabajo ya ha comenzado. El martes, 13 de junio, García estuvo en Brasil donde tuvo un encuentro con el presidente Luis Inácio Lula Da Silva. El periplo internacional siguió el miércoles 21, día en que García sostuvo una reunión con Michelle Bachelet, presidenta chilena. Tanto Lula como Bachelet son considerados de centro-izquierda y Alan García ha declarado su admiración por ambos.
En todo caso, esta vez García parece apuntar hacia el libre comercio y, en especial, hacia las exportaciones. Durante su visita a Santiago, García habló de la necesidad de firmar un tratado de libre comercio (TLC) con Chile. Además, el APRA ha señalado su disposición a que el TLC con Estados Unidos sea ratificado por el actual Congreso.
En entrevista con el diario La República, García señaló al modelo exportador chileno como ejemplo a seguir:
Tenemos un tema de recelo y de emocionalidad histórica respecto a Chile. (…) Cuando Chile exporta más cobre que el Perú, siendo que el Perú tiene muchísimos más yacimientos cupríferos y minerales, la culpa es del Perú, la culpa es no saber convocar capitales. Cuando Chile programa un megapuerto para llevarse todo el comercio del Asia hacia Sudamérica, y nosotros no cumplimos con hacer un megapuerto, ¿de quién es la culpa? Por consiguiente aquí el objetivo nacional es mostrarle al pueblo peruano que en vez de guardar todavía esos temas de hace 130 años, lo que tiene que hacer es trabajar con más velocidad, atraer capitales con más eficiencia, desarrollarse más, y luego mirar al vecino desde el crecimiento acelerado del Perú, sin complejos ni emulaciones.
Pareciera que de tanto entusiasmo por el crecimiento económico García se está olvidando del discurso de izquierda típico del APRA, aquel que hace hincapié en la “justicia social” y en la redistribución hacia la clase media. “Crecer con equidad” es, sin duda, una frase bonita que busca conjugar ambos elementos, el del libre comercio y aquel de la justicia social. Pero el reto concreto es más difícil. Son aquellos 50 % de pobres que el crecimiento galopante de los 90 no pudo beneficiar.
El reacomodo de Humala
Ollanta Humala, por su parte, mantuvo un perfil más bajo. Luego de perder la segunda vuelta se embarcó en un viaje a Bolivia. Al regresar, se vio confrontado con la renuncia del dirigente y congresista electo Carlos Torres Caro. Según Caro, Humala estaba planeando una oposición frontal fuera del Congreso y con el apoyo de la izquierda radical representada por Patria Roja.
En sus escasas declaraciones, Humala se preocupó por proyectar una imagen de seriedad. No solamente anunció que hará una “oposición constructiva” al gobierno de Alan García. También se mostró dispuesto a reunirse con éste. A la vez, se distanció de Patria Roja. El 15 de junio acudió a un programa de CPN Radio donde afirmó que el Frente se basaría – más que en partidos con posiciones extremas – en los movimientos regionales. Todo ello, sin duda, con miras a las elecciones regionales y municipales de noviembre próximo.
En entrevista con el diario La República, el sociólogo Alberto Adrianzén comenta la idea de un frente regional:
La tarea principal por delante, para fortalecer la democracia, es que aparezcan partidos fuertes que representen sectores que no están representados adecuadamente en el sistema político, como son los sectores populares, básicamente en provincias. Lo que veo es que hay una lógica muy destructiva, básicamente de la derecha del país, frente al partido de Humala.
Toledo pide perdón por masacre de La Cantuta
El hecho ocurrió hace ya 14 años. Los principales integrantes del grupo paramilitar – de nombre Colina – acusados de perpetrar los asesinatos están hoy presos. Sin embargo, nunca es tarde para pedir perdón a nombre del Estado. Toledo lo hizo durante una ceremonia en la Universidad de La Cantuta donde el jefe de Estado recibió el título de doctor honorario (fuente: La República).
Pedir perdón es un acto simbólico que quizá no sea suficiente para los deudos de las víctimas. Aun así, no deja de ser un hecho importante que reafirma el compromiso del Estado peruano por los derechos fundamentales de cada uno de sus ciudadanos.
Toledo pudo, en sus cinco años de gobierno, haber hecho mucho más – sobre todo en materia de reforma judicial – para cimentar aquel compromiso.
plop
DE CARA CON LA VERDAD: Mucho nos preocupamos de la reunión de las potencias ya que gozan de su desarrollo. Y ese desarrollo realmente tiene un costo, el costo de los más necesitados que perdemos día a día más de nuestras patrias.En este caso nuestro Perú, diciendolo de sencillo para no caer en un lenguaje complejo. Absolutamente a la vista y paciencia de nuestras realidades de ayer y hoy, solo semos presa de cuanto interes tenga la posibilidad de pagar al precio más miserable el destino de nuestro futuro. Se ha eleguido a quién otrora tiempo destruyó nuestra economía, y lo que no se entiende como es que esto fue posible. Recién se descubre la usurpación de la que fuimos victimas, con firmas faltas que sorprendió al pueblo y solo hoy recién se le trata de enjuiciar públicamente, oh? realmente se le quiere entretener al pueblo mientras que se estan tejiendo y destejiendo al precio de entretenernos como si fuera una telenovela barata. Simplemente ya se fue aquella que saqueó nuestro patrimonio cultural a vista y paciencia del congreso.
Que más puede pasar si a nadies les interesa el bién del pueblo, pues una vez colocados en sus asientos se olvidan de su compromiso para saquear lo que se pueda. Deseccionante realmente pues a nuestras fuerzas armadas las han lacerado, las han castrado al peor extremo. No es nada dificil de entender, porque si una organización política se reune y se une, es para obtener la credibilidad del pueblo, pero se olvidan de sus propias éticas y como es lógico nuestros hermanos los del pueblo nos quedamos desechados y burlados, y esto por que a nadies les interesa nuestro bienestar. Quién pues puede orientar un beneficio que realmente nos beneficie, sino hay pactos de por medio?, desgraciadamente no son los políticos los que realmente haran un buen gobierno, sino nuestro esfuerzo de sacar nuestro país adelante: trabajando duro y estudiando lo más que se pueda. Semos presas de los intereses que ellos tienen porque no quieren mirar nuestra pobreza de una nación que para los desarrollados dejó de existir, la cual admiran y que hoy destruyen. Pues no ciertamente, no veran nuestras necesidades, sino lo que ellos necesitan del PERU. Muchas gracias