Verdad y reconciliación: el ojo ciego

Alan García ha declarado que no piensa disculparse por las injusticias cometidas durante su gobierno en la lucha antisubversiva. El APRA no está sola con esta posición. Pero sorprende que un partido que se autoproclama histórico se niegue a reconocer nuestra historia reciente.

Según García, las violaciones de derechos humanos fueron hechos naturales dadas las características del conflicto. Al respecto, García declaró:

En una acción de 5 años, con miles de patrullas en todo el país, es natural que se hayan producido violaciones y en algunos casos excesos.

La cita es enteramente descriptiva y contiene dos afirmaciones. En primer lugar, García sostiene que las injusticias fueron inevitables (es natural que…). En segundo lugar, presupone que las injusticias fueron fenónemos aislados, ajenos al funcionamiento del sistema en sí (en algunos casos excesos).

Ninguna de las dos afirmaciones tiene asidero. Es cierto que cada conflicto armado, incluso la guerra computarizada de los EE.UU. conlleva casi inevitablemente la muerte de inocentes. Pero en nuestro caso, las Fuerzas Armadas son responsables por la muerte de más del 40 % de víctimas civiles (1). La pregunta obvia – que nos lleva a la segunda afirmación – es: ¿Habría sido posible reducir el número de víctimas inocentes con una reformulación de la lucha antisubversiva?

Las exhaustivas investigaciones de las Comisión de la Verdad y Reconciliación, pero también trabajos periodísticos como Muerte en el Pentagonito de Ricardo Uceda, revelan que las violaciones de derechos humanos no fueron hechos aislados e inevitables, atribuibles al desvarío de unos pocos. Más bien, la tortura, el asesinato y el entierro clandestino fueron prácticas extendidas que se llevaron a cabo con el conocimiento de altas autoridades militares. La instauración de mandos político-militares (iniciada ya en el gobierno de Belaúnde) desactivó en los hechos el control civil dejando así la administración de justicia en manos de militares. En medio de la impotencia frente a la amenaza subversiva, los políticos prefirieron deshacerse del asunto dejando toda responsabilidad en manos de unas Fuerzas Armadas cuya tarea no es ni puede ser la administración de justicia.

Asumamos una posición hipotética radical. Supongamos que la lucha antisubversiva habría fracasado sin el empleo de torturas y asesinatos. De hecho, muchos de los que defienden la política antisubversiva de los ochentas y noventas plantean que la vía legal no habría sido suficientemente dura como para acabar con el terrorismo. Esta hipótesis, por supuesto, nunca se podrá comprobar, pues la argumentación es contrafáctica.

Pero aun si la hipótesis fuera cierta, si la violación de derechos humanos habría sido necesaria para ganar la lucha antisubversiva, nada cambiaría el hecho de que una injusticia es injusta. Si queremos ser una democracia que, como tal, concede los mismos derechos fundamentales a todos, el destino de esas 69 mil víctimas merece nuestra consideración.

Que Alan García y otros líderes políticos como Víctor Andrés García Belaúnde no sean capaces de reconocer su porción de responsabilidad demuestra lo lejos que estamos de ser un país en el cual cada uno vale por igual.

Por Evaristo Pentierra

(1) Según las conclusiones del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, Sendero Luminoso fue responsable del 54 % de víctima fatales. El Movimiento Revolucionario Túpac Amaru fue responsable del 1,5 %.

5 thoughts on “Verdad y reconciliación: el ojo ciego

  1. Saludos

    Y así nos va… Parece increíble que alguien considere como “natural” las infracciones a los derechos, que alguien hable de esporádico cuando queda claro que NO lo era… Aún peor cuando ese alguien ha sido nuestro presidente… Lamentablemente durante las guerras (tengan el nombre que tengan) todos los bandos implicados tiende a portarse fatal con quienes no pueden defenderles ¿será la impotencia? ¿será el miedo?

    Después de estas palabras ¿Con qué cara García le pedirá, como el resto de peruanos, cuentas a Fujimori? ¡¡si está medio de acuerdo en el fondo!!

    Hasta Luego ;)

  2. Bueno, creo que hubieran sido mas justos si tal vez, sin reconocer su responsabilidad (si es que no la tuvieron) hubieran reconocido la responsabilidad del partido de gobierno que representaron (o algo asi)… pero eso tal vez es mas dificil no?? en todo caso, un tema que tal vez no sea facil de aclarar sin embargo un tema que no debemos olvidar…

  3. si bien Alan y su partido tratan de pasar solapas, haciendo lo que mejor saben hacer: aliandose a ciertos grupos para asegurarse la impunidad…. no hay que olvidar que el mayor culpable de la violencia, PCP- Sendero Luminoso, tambien esta pasando solapa. Si no me equivoco uno de las decenas de grupos que marcharon por el estrado en el evento del pasado viernes 26 fueron la asociacion de familiares y defensores de los “Presos Politicos” (Abimael y compañia).
    Y es que poco se ha hecho respecto a concientizar o informar a la gente respecto a esa sanguinaria doctrina senderista y de donde surge… Supongo que tocando esos temas se afectarian muchas sensibilidades, por ejemplo la de los fánaticos del “che”…
    No todo es “memoria” muchachos

  4. Muchas gracias por los comentarios. Es muy alentador saber que no estamos solos.

    Guille, sin duda la ideología de Sendero Luminoso es asesina – pone la ideología partidaria por encima de la vida y dignidad de las personas.

    En el artículo he dejado en claro que Sendero Luminoso es responsable de la mayor cantidad de muertes (54 %, según la CVR). Pero no porque ellos sigan creyendo en su ideología los políticos y la ciudadanía en general estamos exculpados de enfrentar nuestra historia reciente. No se trata solo de hacer “memoria”. Abriendo nuestros ojos a la realidad estaríamos predicando democracia con el ejemplo.

  5. Qué lástima ver a Alan minimizar ese tipo de hechos, 40% de las muertes quizá sea “algunos excesos” en la mente de nuestro nefasto ex-presidente, como seguramente también lo son las exorbitantes cifras negativas de nuestra economía durante su gobierno.

    Como cabeza de poder en este país, (por voto ciudadano y no porque él o Mulder lo piensen), debió ser consecuente y frenar los excesos apenas se hicieron de conocimiento suyo, ÉL debe ser el primero en presentar disculpas públicas, aunque lo reconozcan como el culpable y no uno más en la cadena de tanto inepto en esa época, y no lo hace porque sabe que recordar el pasado es afectar sus bonos para el 2006, en mi opinión, debería disculparse de todas formas, descalificado para un nuevo gobierno ya lo está.

Comments are closed.