Comenzó Juntos, la versión peruana de subsidios directos contra la pobreza (ver crónica semanal). Según encuesta de la Universidad de Lima, el 80 % de limeños cree que Juntos tiene fines netamente electorales. ¿Cómo lograr que Juntos logre su propósito – reducir la extrema pobreza? México, Brasil y Chile ya tienen experiencia en este tipo de programas. Podemos aprender de ellos, de sus éxitos y errores.
Sin duda, uno de los principales riesgos es el mal uso del programa. Tanto el gobierno central como las autoridades locales podrían pedir votos a cambio de los subsidios. Sería, pues, una versión reciclada de la estrategia fujimorista que consistía en cambiar votos por comida.
Para disminuir este riesgo, el gobierno ha optado por la creación de una Mesa de Vigilancia integrada por representantes de la sociedad civil, empresas privadas, la CGTP y presidida por monseñor Bambarén. Suena bonito, pero la realidad podría resultar demasiado compleja para este mesa que tendrá buenas intenciones pero poca experiencia técnica. No servirá de mucho cuidar el manejo responsable por parte de las autoridades si, finalmente, el dinero llega a las manos equivocadas o es gastado en vano.
Se requiere, pues, de estándares objetivos y mesurables (quiénes son los más pobres, dónde están, en qué emplean el dinero) para garantizar la eficiencia del programa. En Brasil, México y Chile, las entregas de dinero están condicionadas. En Brasil, por ejemplo, una de las condiciones es que todos los hijos de las familias beneficiadas asistan a la escuela. Si alguno de ellos falta más del 15 % de clases, la ayuda es supendida. Otra de las condiciones es la visita regular de centros de salud.
La idea central es que las familias hagan de los subsidios recibidos una inversión en su salud (incluyendo la nutrición) y la educación de sus hijos. Solo así las próximas generaciones tendrán una oportunidad real de salir de la pobreza. No se trata, pues, de subsidiar la pobreza.
“Juntos” nos costará, el próximo año, 300 millones de soles. Es bastante menos del 1 % del presupuesto para el próximo año. Según el semanario inglés The Economist, el Perú es el segundo Estado (después de Colombia) que más gasta para las pensiones de los jubilados. Estas pensiones son importantes garantes de una vida digna en la tercera edad, pero sirven solo a aquellos con empleo formal. Aquellos que trabajan en el sector informal (y que son mayoría) no participan de estos beneficios.
Es por ello que Juntos es una gran oportunidad para impulsar el desarrollo desde bien abajo, allá donde es más urgente. Pero todo dependerá de su eficacia, de hacer llegar el dinero a las manos que verdaderamente lo necesitan y de poner condiciones para que el dinero se gaste productivamente. En Brasil y México, el dinero es entregado de preferencia a las madres de familia, pues ellas suelen preocuparse más por el bienestar de los hijos que los padres (no siempre, pero muchas veces). Ojalá las primeras experiencias sirvan para corregir déficits e implementar nuevas ideas. Las experiencias de los otros países latinoamericanos nos pueden servir mucho en este camino.
Creo, como Huancavelicano y estudiante de ciencias administrativas y contables para la entrega de esta ayuda deben de analizar realmente y apoyar a la gente de extrema pobreza, a esa ansianas q no tinen quien les de una pastilla, no tienen hijos ni familiares. y ese insentivo economico debe ser compensado con algo como por ejemplo reforestar una area libre o hacer un apoyo social asistencial en su comunidad.
Yo q vivi en la ciudad de huancayo, y q tambien conozco la realidad de huancavelica, ahora vivo en la ciudad de iquitos, y creo q No se estan tomando en cuenta a los profesinales para realizar este trabajo muy delicado
Susan Montalvan Ruas
Lic. en Trabajo Social · 7995
me encuentro delicada de salud no se si puedo cobrar pues yo me encuentro en lima, por accidente de transito no puedo movilisarme estoy resien operada nose si se podra en lima
Soy Promotora Social del Programa Nacional De Apoyo Directo a Los Mas Pobres “JUNTOS” y trabajo en la Regìón de Cajamarca en el Distrito De La Encañada. A mi cargo tengo 26 caserios y atiendo a 826 familias. Para comentarles que el Distrito donde trabajo el 48% de la Población es extremadamente pobre a pesar que es un distrito donde se encuentran la mayor cantidad de asentamientos mineros, y el 36.8% de nuestros niños estan desnutridos. Desde mayo del 2 007 que se izo entrega del Subsidio directo a las familias de extrema pobreza se ha logrado en las familias cambios de conducta, tal es el caso que ahora niños y niñas acceden a las Instituciones Educativas y los establecimientos de Salud, la gran mayoria tiene documento de identidad, y poseen una vivienda saludable, por lo que invito a visitar este distrito para que vean el cambio de cada una de las familias y el buen uso que se esta dando al subsidio, nos falta mucho por hacer pero los pocos logros que tenemos es bueno comentarlo, talves así nos unamos todos para trabajar por esta población que mas nos necesita y de aca no muy lejos tener un Perú Mejor.
Mz “H” Lte 26 V.R H.T-Independencia
Me encuetro postrada en mi cama sin poder hacer nada pormi ni por mis hijos no pudo darles el apoyo soy sola miesposo nos abandono i no se acuerda de nosotros me quede imbalida devido aunacsidente en mi columna por eso rrecurro a ud para que en el programa juntos puedan considerarme estoy iscrita y hase un año noresivo nada por estar aqui enlima