En defensa del Parlamento

Recientemente, tuve la (mala) suerte de oír por Radio Capital y Radio CPN a periodistas de espectáculos lanzando duras críticas al Congreso, porque se condecoró a la cantante colombiana Olga Tañón. Encima, abrían sus micrófonos para que la gente opine. Las opiniones significaban más ataques al Parlamento.

El año anterior pasó igual con el cómico mexicano Roberto Gómez Bolaños, alias Chespirito. Quizá esos periodistas dirán que sólo “recogen” el sentir popular. Por desgracia, esa acción inocente destapa la horrible cara antiparlamentaria de la autoritaria cultura política peruana.

En 1991 Alberto Fujimori montó su campaña de pulverización sistemática de los partidos políticos, los sindicatos, el Ministerio Público y el Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura y el entonces Tribunal de Garantías Constitucionales. Por supuesto, su blanco predilecto fue el Congreso: lo tildó de “paquidérmico y obstruccionista” y “vinculó” a senadores y diputados con el narcotráfico nacional e internacional. Televisión, radio y prensa escrita sirvieron a la demolición repitiendo esas palabras hasta que calaron en el inconsciente colectivo.

El Congreso se había ganado su mala fama desde años anteriores por las huelgas de hambre, las peleas o las componendas políticas que realizaban más de un senador o diputado. Sin embargo, muchos periodistas no deslindaban entre el Parlamento y los parlamentarios criticando a la institución y sus representantes. Ya sabe por qué la gran mayoría de la ciudadanía apoyó el cierre del Parlamento un año después.

Al escribir estas líneas no defiendo a algún parlamentario (¡qué se defienda solo!) sino al Congreso como institución, porque una causa estructural de la pobreza en el Perú es la fragilidad de nuestras instituciones.

Empiezo señalando que el Congreso está por encima de sus representantes, así como la Presidencia de la República está por encima de quien desempeña el cargo. Haciendo el deslinde, la pregunta sería: ¿para qué sirve el Parlamento?. Para su conocimiento, el Congreso representa a la sociedad a través de los partidos políticos que ganan escaños, debate y aprueba proyectos de ley, fiscaliza el gasto en el Estado y ejerce control del gobierno nacional y las instituciones públicas. No existe para hacer filantropía, condecorar celebridades (aunque si eso prestigia la imagen del Congreso, ¿por qué no?), brindar asesoría legal, ejecutar obras públicas u otra tontería que se nos ocurra.

Entonces, la mala imagen del Congreso no desaparecerá “cambiándole el nombre” (como se hizo en Venezuela, Bolivia y Ecuador), restableciendo la bicameralidad o colocando requisitos absurdos (título universitario, examen psicológico, etc.). Desaparecerá cuando la ciudadanía, por fin, se haga responsable de su voto en cada elección parlamentaria. Si elegimos mal, aceptemos que nos equivocamos y votemos mejor la próxima vez. Nada de victimizarnos, como si los parlamentarios provinieran de Marte y no de la sociedad peruana. Nada de “lavarnos las manos”, como quieren los periodistas “antiparlamentarios”.

Gian Carlo Orbezo Salas

4 thoughts on “En defensa del Parlamento

  1. quiero cubrayar algunos de tu aciertos que compato ciertamente desde el punto critico, la cara antiparlamentaria,es una expresion efectivamente de la den¡bilidad en la rpresentatividad, los grupo sociales existentes que como sabemos estan dipersdos por intereses discordantes y hasta individuales qie complejizan y fragmegtan la verdadera represebntacion por eso no funciona y responde a las expectativas seudopersonales de algunos ciuddadanos, y escirto tambien n una causa estructural de la pobreza en el Perú es la fragilidad de nuestras instituciones y una de ellas viene hacer la inefectividad de los parlamntarios. Desaparecerá la ma la imagen del congreso, cuando la ciudadanía, por fin, se haga responsable de su voto en cada elección parlamentaria. y creo antes que nada es necesario analizar y responder tu pregunta
    ¿para qué sirve el Parlamento?.

  2. En total desacuerdo con Ud. por tres cosas:
    -Es cierto que con Fujimori al poder se comenzó a desprestigiar las demás instituciones con el objetivo de que el Poder Ejecutivo tuviera poderes especiales imposibles de obtener con un Congreso y Poder Judicial opositores. Pero me parece cuestionable pensar que esta sea la razón por la cual el Congreso y el Poder Judicial sigan tan desprestigiados. Es imposible que después de casi 10 años de terminada la gestión de Fujimori aún pueda influir el desprestigio por parte de él a menos que el desprestigio siga siendo alimentada por otras razones.
    -Por definición, nuestra democracia es representativa y por ello tanto el Ejecutivo como el Congreso tienen como fin velar por los intereses de la población que representan. Sin embargo esto no llega a cumplirse y por lo general algún congresista y el mismo presidente crean leyes a favor de un grupo económico o simplemente hacen estupideces para matar el tiempo y justificar su permanencia. De ello viene la desaprobación de los peruanos a nuestras instituciones, ellos mismos se crearon tal desprestigio.
    -También por definición la relación que tenemos los ciudadanos con nuestros representantes se basa exclusivamente en el sufragio universal, luego de que votamos relegamos nuestros problemas a nuestros representantes y los acusamos de ineficientes por no resolver los problemas. Esto es para mí el problema principal que tienen las instituciones nacionales, puesto que por su naturaleza y desenvolvimiento en la realidad, año tras año solo beneficiaron a grandes empresas nacionales y extranjeras. Entonces la aparente representatividad por medio de los partidos políticos es solo una justificación de los grandes intereses económicos. Limitando la participación de las personas al sufragio universal se aprovechan del poder y lo único que nos queda es esperar a que termine su mandato para luego elegir otro y este otro también nos decepciona y así continúa la cadena. El pueblo peruano no tiene que limitarse al voto como única forma de participación en la política, es necesario actuar de otras maneras porque ocurrirá que te seguirán engañando y tú creerás que eligiendo a otro se arregla todo.

  3. A VER QUE TE PARECE ESTA OPINIÓN: Yo pienso que ya ha transcurrido tiempo suficiente para habernos dado cuenta que los únicos culpables en primer lugar, es nuestra ignorancia política porque en realidad, merecemos los gobiernos que elegimos y en segundo lugar, que suba quien suba, todos estos arribistas, comodines oportunistas etc. solamente irán a hacer gala del poder que les dio el pueblo sin importarles a quienes representan ni para qué fueron elegidos etc. etc.
    Por lo tanto, nunca más votaremos por aquellos que están esperando ansiosamente ser elegidos sino por un PROYECTO DE DESARROLLO para saber a dónde vamos a llegar en 20, 30 o 50 años pero de una forma definitiva y contundente. No interesa entonces quienes sean los candidatos sino cuál es el mandato del pueblo y deben rendir cuentas de sus actos al final de su mandato y no como ahora protegidos por las leyes que ellos mismos hicieron: Inmunidad parlamentaria y con sueldos vitalicios etc. etc. Visita mi Blog: desarrolloperu2001.blogspot.com

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