Estimado colegas de Perú Político, bienvenidos a la crónica semanal del 26 de julio al 1 de agosto de 2009. Esta semana, el Perú cumplió 188 años de independencia. Además de recordar nuestras tradiciones y viajar por el Perú, el mensaje Presidencial es siempre una parte importante de nuestras fiestas, permitiéndole a Alan García explicarle a todos los peruanos los avances y retos de su gobierno.

Este 28 de julio comienza el cuarto año de gestión de Alan García. Su últimos meses han sido, sin duda alguna, un gran reto que ha resultado en un enorme peso para el gobierno: la crisis económica, los hechos en Bagua, cambios de gabinete, escándalos de corrupción, huelgas continuas, entre otros problemas que han traído aún más abajo la popularidad de García. Sin embargo, este año, su mensaje sí estuvo cargado de optimismo sobre el futuro del país, e hizo hincapié en el orden, la descentralización, además de recordar los logros del último año de gestión.

Este optimismo es parte de la función de García como presidente, y es definitivamente algo que ha los peruanos nos hace falta. Sin embargo, García parece estar generando su propia visión sobre la situación actual del Perú, y en su película no hay espacio para algunos de nuestros problemas más evidentes.

Por ejemplo, su discurso omitió en la casi hora y media de exposición el tema de la lucha contra la corrupción, salvo el anuncio de que quienes cometan actos ilícitos serán enviados a una nueva colonia penitenciaria que se construirá en la selva, como la que existió hasta finales de la década del 60. Esta ha sido una de las más grandes omisiones de su discurso, considerando que la corrupción ha sido un elemento muy presente en el gobierno aprista, y que es una de las razones por las cuales muchos peruanos continúan dudando su gestión.

Abordando otros temas de urgencia para el Perú, García puso énfasis en la descentralización y la necesidad de seguir impulsando este proceso. “La descentralización reforma el Estado porque con ella el pueblo construye gobiernos regionales y locales que ejecutan las obras, deciden las inversiones y administran los servicios sociales”, dijo. En ese sentido, uno de los anuncios que más llamó la atención fue lo que él llamó la “descentralización popular”, mediante la cual los jóvenes entre 18 y 28 años podrán asociarse, asesorarse y ejecutar obras con los recursos que los gobiernos locales no puedan invertir. “La mejor manera de dialogar es permitir que el pueblo participe en la ejecución de los recursos y las obras”, añadió.

García recordó que ahora las regiones tienen el 70% de los recursos para invertir en nuevas obras, ya que entre 2005 y 2009 se multiplicó por tres su presupuesto de inversión y se transfirió un mayor número de competencias y maquinarias a las regiones y municipios. Asimismo, el presidente señaló que el Gobierno espera un crecimiento económico de 6% en los próximos dos años, lo que muchos economistas han considerando demasiado optimista. Sostuvo que el Ejecutivo confía que al término del 2009 “podamos tener un país con aumento del empleo y aumento del bienestar social”. “Ese es mi deber y le pido que me ayuden a cumplirlo. Tengamos confianza. Seamos optimistas como buenos peruanos”, refirió.

Por otro lado García encaró uno de los temas que más críticas ha traído a su gobierno: el conflicto social. El Presidente subrayó que su gobierno dialogará y atenderá las demandas sociales, pero sin amenazas ni violencia y evitando que el diálogo sea aprovechado por los agitadores. “Dialogaremos sí, para tratar los pedidos, pero con plazos concretos, sin violencia ni amenazas y en términos legales para evitar que el diálogo sea aprovechado por los agitadores y quienes mienten al país”, anotó, en alusión al conflicto amazónico, que dejó 34 personas muertas, entre policías y civiles.

Sostuvo, además, que todas las autoridades deben asumir su responsabilidad en la solución de estos conflictos. “No hay sitio para la toma de carreteras y el crimen”, anotó al indicar que el Perú tiene una democracia amplia en la que nada justifica que los reclamos degeneren en violencia que afecta el derecho de otros.

En cuanto a los logros del gobierno, que tampoco deben ser desestimados ya que a pesar de mantener nuestros problemas de siempre, en los últimos años hemos logrado avances significativos en aspectos areas importantes como la inversión y la estabilidad económica; García hizo un recuento de logros, haciendo hincapié en la inversión privada y pública, que sumó 52,000 millones de dólares en los primeros tres años de su gestión.

Asimismo, destacó que a nivel nacional se han asfaltado hasta el momento más de 1,500 kilómetros de grandes carreteras en todas las regiones del país, con lo cual se logra el propósito de inclusión social. También remarcó que las reservas internacionales de Perú suman hasta la fecha 32,000 millones de dólares, cuando al principio del gobierno, es decir en la segunda mitad del 2006, ascendían a 14,000 millones.

En temas de servicios básicos, García dijo que el Programa de Aseguramiento Universal se aplicará el próximo año en ocho departamentos. Para 2011 se culminarán 10 hospitales de Essalud en el interior. En Educación, el mandatario se comprometió, nuevamente, a erradicar el analfabetismo del país para 2011. Aseguró que hasta la fecha se han atendido a millón y medio de analfabetos.. Aseguró que continuarán las evaluaciones a docentes. Dijo que, hasta este año, 182 mil profesores fueron contratados, y más de 11 mil pasaron a formar parte de la Carrera Pública Magisterial.

En conclusión, el discurso presidencial peco de optimismo y excluyó algunos temas fundamentales, sin embargo, hay que estar concientes que un discurso no puede representarlo todo. Según Mirco Lauer, si hubiera que reducir las casi dos horas a una frase, esta sería: estamos trabajando. Lo cual dice es efectivamente cierto, pero no sirve para romper la barrera psicológica entre lo que la población ha obtenido y lo que ella desea. Los peruanos debemos aprender que no toda la responsabilidad recae en las manos del gobierno, si no también en las nuestras. El gobierno debe aprender a realmente trabajar con transparencia por hacer del Perú un país grande para todos. Las palabras de García deben empezar a transformarse en acciones, eso es lo que esperamos ver en los años que le quedan.

Mariana Costa