Crónica Semanal (5 al 11 de julio)

Luego de nueve meses en el cargo, Yehude Simon ha anunciado su inminente salida del cargo de Primer Ministro.

Simon asumió el premierato en medio de la tormenta política desatada por el escándalo de los petroaudios. Ahora, el gobierno ha sido remecido por otra crisis, el Baguazo, y el gabinete Simon se salvó de la censura del Congreso por un margen estrecho de apenas cinco votos. De haber sido exitosa, la moción habría forzado a Simon -y con él a todo su gabinete- a presentar su renuncia.

Simon pudo haber renunciado antes del frustrado intento de censura congresal. Pero ello habría sido interpretado como una señal de debilidad. El mensaje de Simon fue claro: me voy, pero no en medio de una crisis.

Según los primeros análisis oficiales, presentados por Mariana Olcese en la crónica de la semana pasada, el desastre de Bagua fue resultado de descoordinaciones monumentales en la planificación del operativo. En las horas y los primeros días posteriores a la tragedia reinó el desconcierto, pues nadie sabía cuántos muertos había. Incluso se habló de fosas clandestinas con nativos asesinados por las fuerzas del orden. La palabra genocidio empezaba a sonar con algo de fuerza.

Felizmente, el gobierno supo reaccionar medianamente bien. Alan García salió a ofrecer disculpas por el actuar del gobierno y se inició un proceso de investigación -el cual incluyó a la Defensoría del Pueblo- que ayudó a desvirtuar los reportes de supuestos asesinatos de nativos. La cifra oficial es de 34 muertos – 24 policías y 10 nativos.

Durante su presentación en el Congreso, Yehude Simon anunció la creación de una comisión investigadora que, según lo planeado, tendrá sus integrantes definidos para el 20 de julio.

Con las aguas ya un poco más calmas, el ambiente para la salida de Simon parece propicio. Él mismo ha anunciado el 28 de julio como fecha límite. Entretanto, el presidente García tiene la complicada tarea de buscar a un sucesor adecuado, incluyendo varios cambios ministeriales. Se especula que los cambios se darán a conocer mañana domingo.

No deja de tener cierta ironía que Simon anuncie su salida al mismo tiempo que habla de la necesidad de tener un gabinete amplio de concertación. Una vez fuera del gobierno, Simon tendría quizá mayor margen de maniobra para posicionarse rumbo al 2011, ya sea desde el gobierno regional de Lambayeque o como “precandidato suelto en la plaza” (Mirko Lauer en La República).

Esperemos que García logre convocar un gabinete capaz de enfrentar la creciente ola de protestas sociales de aquí al año 2011. Mirko Lauer sostiene que los recientes desmanes han dado lugar a una mentalidad de “guerra fría” la cual causaría el atrincheramiento del gobierno aprista dentro de sus bastiones (fuente: La República). De ser cierto, veríamos un gabinete más aprista que nunca, con hombres y mujeres de confianza al lado de García.

Pero no queda claro cuál sería el beneficio de una estrategia de atrincheramiento. El APRA tendría que cargar con la responsabilidad entera del gobierno, lo cual puede llevar a un rápido desgaste de todas las figuras del gobierno. Una figura independiente como Yehude Simon aún cuenta con cerca del 40% de aprobación en Lima, lo cual le permite seguir respirando en su doble función como bombero de conflictos sociales y como escudo de Alan García.

Lo difícil, en todo caso, será encontrar una figura política con la talla suficiente para el premierato. Los pocos nombres que se han voceado hasta el momento incluyen al Ministro de Educación, José Antonio Chang, a Raúl Diez Canseco y a Rafael Rey. Ninguno de estos nombres convence.

Por Bernd Krehoff