Sigue el frío junio, aunque con algunos días soleados y agitación política.
Los locutores de radio en la selva siguen engañando a los nativos sobre dos polémicos decretos legislativos (“Van a vender los bosques y el agua”, “Quieren quitar sus tierras a los indígenas”) e incitando al bloqueo de carreteras para desabastecer ciudades. Por idiotez o malicia no dicen que la primera norma promueve la inversión privada en actividades forestales y la otra crea un régimen jurídico para explotación de tierras agrícolas eriazas, todo afuera de las comunidades campesinas y nativas. Mienten al denunciar “fosas comunes”, que representantes de la Iglesia Católica, el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo no hallan.
En Lima, muchos periodistas entrevistan a sociólogos o antropólogos “progresistas” que minimizan el salvajismo de los nativos que mataron policías en la carretera Fernando Belaunde o en la estación 6 del Oleoducto Norperuano de la petrolera estatal PETROPERU, convierten el diálogo en un dogma de fe para la sociedad, quieren la renuncia de ministros para “oxigenar” el gabinete y piden ceder “un poquito” para restaurar la paz.
No leen los decretos legislativos, no entienden que el diálogo es medio y no fin para la convivencia social (pretender diálogo con quien no quiere dialogar es absurdo), no comprenden que la caída del gabinete ministerial es victoria para los agitadores indigenistas del “paro amazónico” (Alberto Pizango brincaría feliz en Nicaragua), no intuyen que el reclamo de derogar los decretos legislativos es un pretexto (así llegó Evo Morales al poder en Bolivia: una exigencia tras otra con violentas protestas hasta exigir el adelanto de elecciones), no aceptan que nativos vayan a la cárcel por matar, destruir e impedir el libre tránsito.
¿Ha mirado TELESUR, la televisora de Venezuela que Hugo Chávez creó en 2005? Si lo hizo, sabe en parte por qué hay protestas frente a varias embajadas peruanas en el exterior y por qué las cadenas de noticias hablan de “genocidio” en el Perú. Difusión de información sesgada (ya no dicen que hubo masacre, sino que aún hay masacre) está dañando la imagen del país. Igual ocurría en 1990 y 1991 con la British Broadcasting Company (BBC) y sus reportajes de TV que tildaban de “luchador social” o “revolucionario” a Sendero Luminoso y el MRTA.
Bravo. Congresistas nacionalistas rechazaron la decisión del APRA, Unidad Nacional y los fujimoristas que suspende los decretos legislativos impidiendo la sesión del Parlamento con gritos, pancartas, hojas de coca y velas. La sanción fue rapidísima. Ve que la Comisión de Ética creada en 2001 es una tontería. Cuando en el Congreso hay voluntad de sancionar, se sanciona.
Llega una actriz alemana de raíces peruanas llamada Q’orianca Kilcher, que nunca había visitado el Perú y lo conoce muy poco, y opina públicamente de política interna. Qué contraste con la soprano Ima Sumac (Emperatriz Chavarri), quien emigró a los Estados Unidos en 1946 y cuando regresa de visita en 1987 y 2005 nunca opinó de política.
Ojalá que julio sólo sea un mes frío.
Por Gian Carlo Orbezo Salas, columnista invitado
Es domingo 21 de junio del 2009, son las cuatro de la tarde. Entro a la pagina virtual del diario El Comercio, accedo a noticias regionales y seis de las doce noticias que presentan refieren a conflictos sociales desatados en diferentes lugares de nuestro país, “salimos” apenas del gran conflicto que ha representado la airada reacción de comunidades indigenas en la selva y los animos estan calientes, las noticias en todos los medios nacionales e internacionales centran sus miradas en las lamentables muertes ocurridas. Sin embargo, un par de noticias, al parecer no muy relevantes dan cuenta de algo que viene llamando mi atención desde hace un par de dias atras, dos de estos titulares hablan: uno de la intensificasión de la ola de frio que azota el sur y el otro de la organizacion de uno de nuestros departamentos para colaborar con las comunidades afectadas. La ola de frio en mensión a generado muchas más muertes de las que el conflicto, cuando menos asta hoy, a dejado como saldo lamentable; y llama la atención que la mirada de todos incluida la Onu solo se centre en los sucesos de la selva, no quiero restarle importancia al conflicto en cuestión, de ninguna manera, y cualquiera podría sustentar que los actos de violencia, provenga ésta del Estado o de otro sector son altamente censurables, sin embargo tan bien podríamos hablar de la violencia que singnifica el terrible olvido en el que se encuentran las regiones surenas de nuestra nación, las olas de frio y sus lamentables saldos no son para nada nuevos, lastima que tampoco el olvido del estado sea nuevo, al parecer siempre nuestros intereses tienden hacia lo urgente y no reparamos en lo permanente, tenemos una fuerte tendencia a acostumbrarnos y lo peor de todo es que esa costumbre raya en la indiferencia total.
Hoy la violencia en la selva nos hace olvidar a nuestros hermanos del sur, violencia generada en la promulgación de un par de decretos para los cuales no creo que se haya hecho participe a la población, y en parte ese es el problema del país, se sigue siendo altamente centralista aun en las decisiones que atanen directamente a grupos humanos especificos, nunca se les toma en cuenta. Que pena que en el Perú la razón no la tengamos entre todos, como Bryce piensa que debería ser; que pena que por un compromiso Económico, asta donde entiendo, contraido con el TLC, lleguemos a extremos tales de violencia, que la Onu tenga que asegurarse que dentro de nuestras fronteras no se esta cometiendo un Genosidio.
Por cierto y para terminar da un cierto escalofrio escuchar al Relator de la Onu para Comunidades Indigenas James Anaya sustentar que el país: “tiene ahora una buena oportunidad para establecer una buena práctica de alcance internacional al traducir la voluntad manifiesta de cumplir sus compromisos internacionales”. Espero que en ello venga incluido el respeto por los intereses internos, sin importar el sector regional o economico al que se pertenesca, al fin y al caba todos somos Peruanos.