Cuba: ¿De regreso en la OEA?

Después de 47 años de haber sido expulsada de la Organización de los Estados Americanos (OEA), hoy, los cancilleres de 34 países de America Latina y el Caribe acuerdan reintegrar a Cuba a la Organización, lo que representa un paso histórico hacia la normalización de las relaciones diplomáticas de la isla caribeña con muchos países, entre ellos con su enorme vecino, los Estados Unidos.

Antecedentes
El 31 de enero de 1962, a través de la resolución 662 de la Asamblea General de la OEA, los 21 Estados miembros que en ese entonces integraban el organismo interamericano decidieron, en su mayoría, avalar la expulsión de Cuba debido a tener un gobierno “incompatible” con el Sistema Interamericano. Esta decisión se tomó en el contexto de la guerra fría, en la que los Estados Unidos de América y la Unión Soviética luchaban por expandir y defender sus filosofías respectivas, capitalismo y libertad vs. comunismo e igualdad, alrededor del mundo.

Hace muchos años, esta guerra ideológica terminó. Por la OEA pasaron gobiernos de derecha y gobiernos comunistas y, lamentablemente para todos los latinoamericanos, hubo violaciones de derechos humanos y libertades en ambos extremos. La ausencia de Cuba después de casi 50 años era, sin duda alguna, una anacronía que debilitaba la fortaleza y capacidad de conciliación del organismo multilateral.

La llegada de Barck Obama a la Casa Blanca ha sido una pieza clave en este rompecabezas. El Presidente Demócrata llegó al poder con una promesa de renovación, de cambio en la política exterior americana, incluyendo las relaciones con Cuba. Los primeros avances se dieron pronto, con la liberación de las restricciones hacia los americanos de viajar a Cuba, y el inicio de conversaciones sobre el tema migratorio.

De otro lado, la presión de gobiernos amigos de Fidel Castro ha estado mucho más presente en los últimos meses. Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Argentina, ente otros Estados Miembros de la OEA, tomaron la Cumbre de las Américas celebrada en abril de este año como una oportunidad para condenar públicamente al organismo por su exclusión de Cuba. Pero recordemos que la OEA no tiene vida más que la que le dan los Estados que la conforman. Son los propios gobernantes quienes hoy han decidido cambiar esta historia.

El consenso
Hoy, los 34 miembros del principal organismo multilateral de la región llegaron a un consenso: dejar sin efecto la resolución de 1962 que expulsó a Cuba. A pesar de las conocidas diferencias políticas de los países en la región, hoy nuestros gobernantes eligieron redimir un error y abrir un nuevo camino.

La resolución aprobada no condiciona el retorno de Cuba. Este era el punto clave en el que los Estados Unidos y el grupo liderado por Chávez diferían. La resolución no menciona términos como “democracia” o “derechos humanos”, pero indica que “la participación de Cuba en la OEA será el resultado de un proceso de diálogo iniciado a solicitud del gobierno de Cuba y de conformidad con las prácticas, los propósitos y principios de la OEA”. En caso Cuba exprese su intención de volver al organismo, habrán mecanismos que se activarán especialmente para este proceso.

Esta decisión marca un hito en la historia de la más antigua institución multilateral del mundo. La larga exclusión de Cuba ha significado un impedimento a uno de sus principales propósitos: proporcionar un espacio multilateral para el diálogo entre todos los Estados de nuestro hemisferio. Este cambio libera una barrera impuesta por décadas. Representa un paso adelante en la integración que hoy tanto necesita nuestra región para su desarrollo.

La integración
A pesar de la importancia que esta decisión representa para la región, aún no se puede prever sus consecuencias. La integración de la isla caribeña tiene muchos obstáculos en el camino. El histórico líder cubano, Fidel Castro, ha expresado públicamente que no está en el interés de su nación volver a la OEA. Horas antes de la aprobación de la resolución, acusó a la Organización de ser “cómplice de todos los crímenes cometidos contra Cuba”.

Para que se de el regreso real de Cuba al organismo multilateral, tendrá que ser a iniciativa del propio gobierno cubano. Sus aliados podrían tomar un rol activo en apoyar este proceso, sin embargo, sólo Cuba podrá tomar la decisión de cambiar drásticamente su postura. Asimismo, no podemos olvidar que el embargo comercial de los Estados Unidos permanece como un obstáculo tanto económico como ideológico para la integración de Cuba.

Hoy, a pesar de los retos que permanecen en el camino, los gobiernos de nuestra región han dado un paso importante para fortalecer el diálogo y el consenso. Los cambios aún están en palabras y nadie puede garantizar que se conviertan en acciones concretas, sin embargo, si así fuese, una nueva realidad política se vislumbraría en la región. Esperemos que nuestros gobernantes sepan hacer de esta posibilidad una oportunidad valiosa.

Mariana Costa

Imagen:
BBC World
http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/8082146.stm