Debatir por debatir

En 1979 la Asamblea Constituyente estaba contra el reloj. A sus integrantes les faltaban pocas semanas para aprobar el articulado del proyecto de Constitución.

Por entonces, China invade militarmente a Vietnam. En el mundo occidental surge la polémica entre “comunismo moscovita” (la Unión Soviética apoyaba a Vietnam) y “comunismo maoísta” chino. El Perú no fue ajeno al debate. La izquierda radical llevó la confrontación al seno de la Asamblea. Tres largas sesiones plenarias se perdieron debatiendo acaloradamente las “bondades” de alinearse con Moscú o Beijing. Un joven constituyente del APRA (ahora Presidente de la República) intervino y logró poner fin a la polémica.

La izquierda radical latinoamericana gusta mucho del debate. No para debatir desde la praxeología o la dialéctica; menos apelando al racionalismo crítico o al método científico. Simplemente, para debatir por el placer de debatir. En el Perú, además, la mayoría de la izquierda radical descubrió en esta época que alegar “falta de debate” de las leyes o políticas públicas que rechazan es buena manera de boicotearlas.

Esa izquierda es tenaz exigiendo debate, pero boba debatiendo. Por ejemplo, en 2004 el periodista César Hildebrandt invita a su programa de TV de entonces al periodista (trotskista) Raúl Wiener y al economista Carlos Adrianzén para debatir la conveniencia de firmar un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.

Arranca el debate: Wiener habla primero y Adrianzén contesta. El periodista argumenta, el economista replica y Hildebrandt modera. Minutos posteriores, Wiener comienza a agitarse. Por momentos, alza la voz. Adrianzén responde sereno. Después el periodista empieza a transpirar. El sudor chorrea por su rostro mientras continúa empeñado en rebatir al contrincante. El economista cruza los brazos y sigue hablando calmado. Al final, Hildebrandt, quien no es partidario de esos acuerdos, da la razón a Adrianzén en varios puntos y Wiener acaba sudoroso.

Gracias a sus “tontos útiles” del periodismo “progresista”, la izquierda radical ha convertido la idea de debate en dogma: hay que debatir, porque hay que debatir. Por eso pedía “debate” con las comunidades nativas selváticas para aprobar por decretos legislativos la legislación que promociona la inversión privada en forestación, reforestación y agro-forestación. Por eso quiere “debate” del Tratado de Libre Comercio con Chile en el Congreso, pese a que éste ya se pronunció hace dos años.

Asimismo, ¿qué quedó del aplaudido Acuerdo Nacional suscrito en 2002?, ¿qué sucedió con esas ambiguas “treintaiún políticas”?, ¿en qué quedaron los foros del acuerdo? Si la solución a todos los males del país pasara por debatir, ¿para qué celebrar elecciones o cambiar de gobierno?

Debate que nos sirva para mejorar la competitividad, aumentar el valor de la producción y estimular la productividad, sí. Debate que ayude a fortalecer las instituciones y asistir a los necesitados, sí. Debatir por debatir es perder el tiempo. Perdemos tiempo mientras la izquierda radical “gana tiempo” para paralizar al país.

Por Gian Carlo Orbezo Salas, columnista invitado

Imagen tomada de: http://www.gif-bilder.de/

One thought on “Debatir por debatir

  1. el tratado con Chile no requeria de “debate” en el congreso, pero al menos hagan la “finta” de que se respeta la institucionalidad “democratica” en el pais .
    de todos modos eso se iba a aprobar por el espíritu de “desarrollo económico” que tiene nuestro gobierno, -el tan caritativo.
    dentro de las funciones del pleno, el hecho de aprobar tratados internacionales, aprobar leyes orgánicas y reforma del estado, son funciones INDELEGABLES, nisiquera a la comisión permanente, y peor aún al ejecutivo, y no basta como dice el autor del artículo, -YA SE HABIA PRONUNCIADO. creok entreel haberse pronunciado y el hecho de que es una función exclusiva del pleno hay una enorme brecha. entonce es hora de poner coto a esa actitud entreguista que tiene el gobierno y sus lacayos como dirian los aférrimos críticos del sistema. una cosa es hacer las cosas con cordura respetando la soberania, la opinión pública, gobernabilidad democrática del pais, que tener un alma de exclavo, de servidumbre incondicional, de antes que vender, regalarlo. xD!!!

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