Lo que queda del APEC

La tan esperada XVI Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) fue un gran éxito para el Perú y lo puso nuevamente en el mapa internacional de inversiones. En un contexto de crisis económica este encuentro podría permitirle al Perú posicionarse estratégicamente para enfrentar la recesión que se espera para el 2009.

Es así que Alan García ha declarado que el libre comercio, bandera de la APEC, acabaría rapidamente con la actual crisis económica mundial. Resulta, sin embargo, irónico que nuestro Presidente pretenda que esta crisis termine gracias precisamente a los mismos mecanismos que fueron causantes de ella. Sería saludable un poco menos de entusiasmo y un poco más de sobriedad frente a esta grave situación de dimensiones aún no comprendidas en su totalidad, ni siquiera por expertos economistas. Es importante mantener un espíritu positivo en momentos dificiles pero el optimismo no debe ser confundido por una ciega grandilocuencia.

En comparación con otras Cumbres APEC, esta vez los acuerdos fueron de tipo declaratorio sin proponer metas concretas respecto a temas tan relevantes como la integración regional, la seguridad alimentaria, la responsabilidad social corporativa, la lucha anticorrupción, el cambio climático entre otros. Las 21 economías miembros de APEC se mostraron convencidas al unísono con Alan García que el libre comercio es el antidoto a todos los males.

Las mismas coincidieron que se debían respaldar las conclusiones de la reunión de la G-20 realizada en Washington que igualmente reconoce el libre mercado como fórmula para la generación de oportunidades laborales. En ese sentido el todavía presidente de los EEUU, Georg W. Bush resaltó la importancia de ese acuerdo y recalcó que

el libre comercio ha sacado a China del aislamiento, y algunos ven el auge del Asia Pacífico con temor. Nosotros no. Nosotros le damos la bienvenida a más compradores y a una empresa eficiente (fuente: Perú21).

Esta afiebrada promoción del libre comercio, especialmente por los EE.UU., genera la impresión de que este país practica irrestrictamente esta formula pero esto no se asemeja a la realidad. Como certeramente declaró el economista Pedro Francke:

Hablan de declarar la guerra al proteccionismo y de avanzar la Ronda de Doha, en el marco de la Organización Mundial de Comercio, pero Estados Unidos se ha rehusado a reducir sus subsidios agrícolas y con eso la ha empantanado.

Considerando la gran brecha existente entre estos discursos y la realidad sería recomendable que el Perú asuma una posición cauta privilegiando sus prioridades y no se deje distraer por esta aparente lluvia de posibilidades. Sin objetivos claros para desarrollar una competitividad estratégica que traiga réditos a todos los peruanos, esa ansiada estabilidad política necesaria para atraer al capital extranjero nos será siempre esquiva.

Por María Ana Rodríguez

Fuente: Resumen Semanal de DESCO N° 1515

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