El pasado 4 de noviembre fue un día histórico para los Estados Unidos de América, y en gran medida, para el mundo entero. Un afro-americano ha llegado a la presidencia del país más poderoso del mundo. Un hombre luchador, representante de una minoría que hace tan solo 40 años no podía compartir el asiento de un bus con un blanco. Pero más allá del gran quiebre social que representa su elección, Barack Obama representa innovación y cambio en muchos otros aspectos de la política norteamericana de los últimos años. El ex Senador de Illinois ha prometido traer el cambio a la hoy desprestigiada Casa Blanca. Los próximos años serán sin duda de gran lucha para alcanzar las reformas prometidas.
La historia de Obama
Barack Obama es hijo de madre estadounidense y padre kenyano. Creció lejos de su padre y fue criado por sus abuelos en Hawái. En sus años universitarios, participó activamente en el movimiento anti-Apartheid, el régimen discriminatorio contra la raza negra que gobernaba Sudáfrica, y tomó un rol activo en la política estudiantil en la Universidad de Columbia. A mediados de los ochentas inició su trabajo en un proyecto de desarrollo de comunidades de bajos recursos en Chicago. Apoyo la organización comunitaria entre afro-americanos para traer mejorías en su calidad de vida y luchas contra su condición de exclusión.
Durante su paso por la Universidad de Harvard, Obama fue el primer afro-americano en tener la presidencia de la prestigiosa revista de derecho de la escuela. Posteriormente regresó al trabajo comunitario en Chicago donde se fue involucrando cada vez más en la política local hasta que en 1997 llegó a ser Senador Estatal y permaneció como tal hasta el 2004. Ese mismo año inició su campaña para correr como Senador en el Senado de los Estados Unidos, donde triunfalmente juramentó el 5 de enero de 2005. Desde entonces hasta la fecha jugó un rol activo promoviendo las políticas de su partido, apoyando a crear legislación para el control de armas comunes, la protección del medio ambiente, combatir el fraude electoral, entre otros. Actualmente ha renunciado a su cargo en el Senado al haber sido electo Presidente su país.
Su pensamiento liberal
Obama pertenece al partido Demócrata de los Estados Unidos. Tras 8 años de la fallida política conservadora de George W. Bush, el líder de Chicago promete traer el cambio en diversas esferas de la vida de los estadounidenses y, en gran medida, del mundo entero. Se opuso siempre a la guerra en Irak y ahora promete traer su fin. Apoya un Estado más sólido que sea capaz de redistribuir adecuadamente el dinero para promover mayor igualdad entre los americanos. Promete una reforma del sector salud que permita a las millones de personas que no cuentan con seguro médico en los Estados Unidos acceder a un servicio de salud sin por ello quedar endeudados por miles de dólares. Apuesta por la energía renovable, para poner fin a la dependencia de su país en el petróleo importado de países árabes. Dice luchará por controlar las irresponsables jugadas de los banqueros en Wall Street, que han terminado por hundir a su país y al mundo en una profunda crisis financiera.
Una política exterior más responsable que devuelva la grandeza que su país ha perdido en la administración de G.W. Bush, y una política interna que apoye el crecimiento de todos los norteamericanos por igual y haga real una vez más el famoso “sueño americano”, son sus promesas.
Estados Unidos y América Latina
América Latina no será una prioridad en la agenda del electo presidente de los Estados Unidos, como tampoco la hubiese sido para cualquier otro candidato en su lugar. Las presiones internas son muchas. La crisis financiera, la crisis energética, la guerra en Irak, la lucha contra el Talibán, la reforma del sector salud, entre otras, deberán ser las primeras políticas a encarar si quiere brindar lo prometido al pueblo americano. Sin embargo, a pesar de no ser lo primero en su agenda, la victoria de Obama tendrá gran impacto en América Latina.
Por un lado, hay quienes cuestionan el futuro de las relaciones económicas entre los Estados Unidos y nuestra región. El partido Conservador ha sido tradicionalmente más promotor del libre comercio; caso claro es el gran esfuerzo que hizo George W. Bush por sacar adelante el Tratado de Libre Comercio entre el Perú y los Estados Unidos. Colombia, que estaba a la espera del mismo destino, queda hoy en una posición menos segura respecto a qué pasará. Por otro lado, sin embargo, el triunfo de Obama significa un mayor entendimiento entre muchos de los líderes socialistas que hoy gobiernan en Latinoamérica y los Estados Unidos. Las políticas de derecha del pasado Presidente conservador distanciaron considerablemente a muchos Estados latinos de los Estados Unidos. Como dice el famoso dicho, Estados Unidos parecía haber perdido su patio trasero.
Hoy en día, América Latina tiene la fuerza para no ser más el patio trasero de nadie. Sin embargo, un líder con la capacidad de conciliación que tiene Obama podría significar un acercamiento positivo para el beneficio de todas las piezas del juego. Los hispanos son la minoría que más crece en los Estados Unidos, y por otro lado, a pesar de las dificultades que hoy enfrenta, Estados Unidos continúa siendo el país más influyente en nuestra región.
El Cambio
Esperemos que el líder afro-americano esté a la altura de cumplir sus promesas de cambio. No será fácil, la gente en su país y en el mundo entero está sedienta por empezar a ver las diferencias. Sin embargo, la capacidad, la buenas ideas y la voluntad han coincidió hoy en día para hacer historia; historia que esperemos poder recordar gratamente en el futuro.
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