Crónica semanal (24 al 30 de setiembre)

La huelga médica continúa ocupando las primeras planas de los diarios. El diálogo entre el Primer Ministro, Jorge del Castillo, y la Federación Médica Peruana llegó al punto de ruptura el primero de octubre, y no hay solución a la vista.

La Federación Médica representa a cerca de 15 mil médicos empleados por el Ministerio de Salud (MINSA). Entre los reclamos de los médicos del MINSA destaca la homologación de los sueldos y pensiones con aquellos de los médicos de ESSALUD, así como el pago de Asignaciones Extraordinarias por Trabajo Asistencial (AETAS).

El primer reclamo fue rechazado por el Primer Ministro, quien señaló que los médicos de ESSALUD y los del MINSA ya reciben los mismos sueldos. Sin embargo, los médicos de ESSALUD reciben gratificaciones equivalentes a cuatro sueldos adicionales, mientras que las del MINSA equivalen tan sólo a dos sueldos adicionales. Según del Castillo, no es factible igualar las gratificaciones puesto que ESSALUD, también conocido como el Seguro Social, es un ente autónomo cuyas disposiciones no están bajo control exclusivo del Estado.

El Seguro Social se financia con las contribuciones de empleados y empleadores afiliados, y su Consejo Directivo está integrado por representantes del Estado, de los empleadores, y de los trabajadores y pensionistas asegurados. Los médicos del MINSA, en cambio, prestan servicios, a través del „Sistema Integral de Salud“ para los millones de peruanos desempleados o informales que no están afiliados al Seguro Social ni a las aseguradoras privadas. Es así que el Sistema Integral de Salud atiende a casi diez millones de peruanos.

En cuanto a la demanda por el pago de Asignaciones Extraordinarias por Trabajo Asistencial (AETAS), el gobierno ha accedido a pagar dos asignaciones mensuales, equivalentes a 60 soles en total, a los aproximadamente 5 mil médicos que trabajan en provincias. Sin embargo, los médicos reclaman el pago de seis AETAS. El objetivo de las AETAS es compensar las horas de trabajo asistencial adicionales a las dos horas por día previstas por el Ministerio de Salud.

Bajo “trabajo asistencial” se resume una serie de actividades complementarias que van desde las visitas y juntas médicas hasta la docencia y capacitación en el servicio. Además de las dos asignaciones mensuales prometidas por el gobierno central, del Castillo ha dejado abierta la posibilidad de que los gobiernos regionales otorguen AETAS adicionales, de acuerdo a sus recursos financieros. Según del Castillo, el departamento de La Libertad ya se habría comprometido a pagar cinco AETAS, mientras que Arequipa solamente estaría dispuesta a pagar dos.

Difícil predecir el desarrollo del conflicto. Hace bien el gobierno central en tratar de involucrar a los gobiernos regionales en la búsqueda de una solución. La descentralización debe servir para descongestionar conflictos y abrir vías de negociación más allá del gobierno central. Sin embargo, no hay duda de que los actores principales son el Ministerio de Salud y el Primer Ministro, por un lado, y la Federación de Médicos, por el otro.

Ambos frentes han optado por radicalizar sus posiciones. Hernán Garrido Lecca, el Ministro de Salud, no tuvo mejor idea que llamar a los médicos veterinarios a ocuparse de los hopitales, mientras que los médicos han amenazado con evacuar hospitales enteros, con traslado de enfermos incluído.

Así las cosas, una solución parece distante. Pero más allá de los reclamos concretos, y de la mala imagen de los médicos en las encuestas, está el hecho de que el Perú invierte muy poco en salud. Según un estudio del Ministerio de Salud, el Perú está entre los países que menos gastan en servicios de salud en Latinoamérica. Entre los planes de Alan García está la meta de elevar los gastos a un 4% del Producto Bruto Interno hasta el año 2011.

Está claro que no todo el aumento debe estar destinado para los ingresos de los médicos. Hace falta invertir en el equipamiento de hospitales y en un sistema de atención mínimamente decente.

Pero también está claro que no nos podemos dar el lujo de tener a médicos mal pagados y agotados. Es necesario recompensar aquellos que destacan con buenos resultados a través de un buen sueldo, más aún aquellos que trabajan en las zonas más remotas y difíciles del país.

Por Bernd Krehoff

Fuente: Resumen Semanal de DESCO N° 1507