Etnia, clase y movimientos indígenas en el Perú

En los últimos años, las rebeliones de Chiapas y las protestas en las calles de La Paz y Quito, han puesto a los movimientos indígenas en las primeras planas de los diarios de Amércia Latina. El levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) del subcomandante Marcos en 1994, ha sido el punto de partida de una nueva ola de protestas indígenas en el continente. En Ecuador y Bolivia, los movimientos indígenas han jugado un papel fundamental en el derrocamiento del presidente Jamil Mahuad en 2000 y en el ascenso político de Evo Morales, respectivamente.

El Perú se ha caracterizado por la ausencia de movimientos similares a los de los demás países andinos, pese a la existencia de una población de origen eminentemente indígena. Durante años, la comunidad académica ha buscado explicar esa ausencia. Los argumentos que se han esgrimido han provenido de todo el espectro de las ciencias sociales, de la antropología y de la economía. En este artículo hago, primero, un repaso de esos argumentos y, luego, exploro los alcances del aún incipiente movimiento indígena peruano. En la parte final pongo énfasis en los inconvenientes que generaría el desarrollo de un movimiento indígena basado en reivindicaciones de corte étnico.

Por su temática, este artículo puede ser entendido como un complemento al tema del mes de mayo que publicó hace una semanas mi colega Bernd Krehoff.

La singularidad del indigenismo peruano

Entre los investigadores de la realidad indígena peruana prima la idea de que el andino peruano ha expresado sus intereses políticos en términos de clase y no de etnia (ver al respecto la entrevista de Bernd Krehoff al filósofo Fidel Tubino). La explicación a este fenómeno la encuentran en las políticas públicas impulsadas por la dictadura velasquista, que cambió la retórica oficial para referirse al andino. La justificación del gobierno radicaba en que el término indígena tenía carácter peyorativo y estaba estrechamente ligado a las estructuras coloniales. Pasó a usarse, en vez, el término campesino, y las comunidades indígenas pasaron a llamarse comunidades campesinas.

Según Marisol de la Cadena (1998), la legislación velasquista tuvo como consecuencia la cooptación del incipiente movimiento indígena, que mutó hacia formas sindicales y, de esa manera, se integró al conflicto de clase que dividía al gobierno revolucionario de las élites terratenientes.

Desde una perspectiva más política, una aproximación recurrente ha estado ligada al fenómeno del senderismo. El rápido avance del grupo liderado por Abimael Guzmán en la sierra puso un freno al desarrollo de movimientos indígenas. En vez de forjar una alianza con las comunidades indígenas, el senderismo despreció su cosmovisión y buscó someter a esas comunidades. Como respuesta a ese intento de opresión surgieron las rondas campesinas, impulsadas más por la necesidad de defenderse físicamente, que por una voluntad de hacerle frente a Sendero en el campo de las ideas.

Otras lecturas más antropológicas de la cuestión indígena, han buscado conjugar factores geográficos, culturales e históricos en una interpretación unitaria. Desde esa óptica, la eliminación del término indígena por el gobierno militar a fines de la década de 1960 fue, en realidad, el momento culminante de una complicada historia cultural entre los grupos indígenas y las élites peruanas. Para Degregori (1998, citado por Greene 2006: 335), se trató de una relación en la que, históricamente, las élites se apropiaron del gran capital simbólico indígena, es decir, del patrimonio incaico. Este fenómeno, constituiría, a su vez, la base del nacionalismo racista, que enaltece los valores incaicos desasociándolos de lo indígena.

Para enfrentar al racismo, de la Cadena (2000) hace referencia al desarrollo de un “mestizaje indígena” en la sierra peruana, en especial entre la población urbana del Cusco. Según de la Cadena, esos sectores urbanos se apropian de identidades mestizas, híbridas, con el fin de romper la asociación de lo indígena con retraso e iliteracidad, entre otras concepciones negativas. En un contexto en el que la población indígena asume formas culturales mestizas, no se desarrolla un movimiento indígena antimestizo (anti asimilación), como sí sucede en otros países latinoamericanos en que se produce un enfrentamiento potente entre indígenas y mestizos.

De indígenas a nativos y viceversa

Los argumentos expuestos en la sección anterior coinciden en su mirada de la cuestión indígena como un fenómeno puramente andino y aislado de las luchas de los movimientos indígenas del resto del continente. Greene (2006) critica esa mirada tan centrada en el indigenismo andino. El problema es, según Greene, que ante la ausencia de movimientos indígenas importantes en la sierra, los académicos han inferido que estos tampoco existían en la selva.

Greene (2006: 338) observa que en el Perú, sólo el indigenismo andino ha hablado históricamente “en nombre de la nación”, pese a estar diluído en el proceso de mestizaje antes descrito. En ese sentido, la amazonía ha sido la región más marginada, pues ha estado subordinada a la sierra que, a su vez, ha estado subordinada a la costa. De esa manera, se ha ahondado la noción de un país fuertemente segmentado.

Si bien el gobierno de Velasco alteró también la retórica estatal con respecto a las comunidades amazónicas, pasando a denominarlas comunidades nativas, la cuestión étnica se mantuvo en el centro del discurso de los indígenas selváticos. A menudo, sus reivindicaciones estuvieron ligadas a la defensa de sus territorios frente a los intentos de colonización estatal. Los mayores logros los consiguieron en los tiempos del velasquismo, en que lograron 244 títulos de propiedad para, al menos, mil establecimientos en los dos primeros años de vigencia de la Ley de Comunidades Nativas (ver Greene 2006: 345).

Irónicamente, fue durante el siguiente período de gobierno autoritario en el país que las comunidades nativas alcanzaron logros considerables en materia de titulación de tierras. En 1997, un importante líder amázonico anunció que se habían logrado cuatro millones de hectáreas nuevas para las comunidades. Greene (2006: 346) explica este hecho en el impacto que tuvo la alianza entre comunidades nativas y ONGs ambientalistas que, con financiamiento externo, alcanzaron no pocas victorias mediáticas y lograron doblegar la voluntad del gobierno. Éste último, supo aprovechar esa presión a su favor y utilizó esas concesiones para limpiar su imágen en un contexto de autoritarismo creciente.

Sin embargo, las reivindicaciones de las comunidades nativas no se han reducido solamente a las arenas ambientalistas y territoriales. La declaración con la que concluyó el segundo Congreso Nacional de la Coordinadora Permanente de Pueblos Indígenas del Perú (COPPIP) en 2001, es bastante esclarecedora. En ella exigían retomar la identidad de indígena “como un derecho inalienable para usar un estatus jurídico internacional, que hoy se reconoce” (ver Greene 2006: 348).

Indigenismo y modernidad

El comunicado de la COPPIP no sería tan significativo si no fuera por el hecho de que esa iniciativa no reúne solamente a organizaciones amazónicas. Se trata, en cambio, de una organización que busca juntar a comunidades campesinas y nativas bajo una denominación explícitamente indígena. El campesino andino se empieza a integrar al discurso étnico propio de las demás asociaciones indígenas del continente.

El discurso étnico es, sin embargo, todavía incipiente en el Ande peruano. Las principales formas de articulación de intereses se siguen dando en términos de clase, como nos ha recordado el reciente paro agrario. Aún así, se empiezan a dar muestras de reivindicaciones étnicas que no dejan de llamar la atención.

En marzo, el presidente regional de Puno, Hernán Fuentes, confesó que estaba trabajando en un proyecto para convertir a su región en un Estado independiente. Ante el rechazo general, se vió obligado a moderar su discurso y cambió la figura en favor de adoptar estructuras federales. El hecho es, sin embargo, que Fuentes fundamenta su propuesta en la existencia de una gran nación aymara junto a las zonas altoandinas de Bolivia y parte del norte de Chile en la que la fuerza aglutinadora es la etnia.

Propuestas de este tipo, por más descabelladas que parezcan desde la perspectiva histórica del Estado unitario peruano, podrían derivar en la activación de una nueva línea de conflicto mucho más profunda e impredecible que el típico juego de fuerzas entre el gobierno central y las regiones por la asignación de recursos. La confluencia del factor étnico en el marco institucional actual de autoridades regionales electas, podría convertirse en un escenario especialmente explosivo. Un líder popular electo con una alta votación, que levantara las banderas étnicas terminaría contribuyendo aún más a la segmentación del país.

Frente a estas nuevas tendencias, pronto habrá que cuestionarse en qué medida será posible dar respuesta a esas demandas étnicas priorizando una agenda económica. O, dicho de otra manera, ¿hasta dónde podrá llegar el desarrollo económico cuando se tenga en frente a un interlocutor que explícita o implícitamente haga demandas culturales? Una hipótesis es que el desarrollo económico tendrá consecuencias homogeneizadoras, ya que permitirá a los marginales integrarse al discurso dominante. La hipótesis opuesta es que una cultura fuerte podrá resistir los embates de una cultura “imperialista”.

Para Velasco, la política era un conflicto de clases entre ricos y pobres. Si bien con otro lenguaje, esa dinámica ha permanecido en el discurso de los políticos, con la ventaja de que la dualidad patrón-siervo ha sido, en buena medida, superada. Conforme a las tesis de los autores citados anteriormente, la cuestión étnica no se ha convertido en una división fundamental en la sociedad peruana. Eso empieza a cambiar y ante esta carrera contrarreloj, sería prudente que los políticos se aferraran a la agenda modernizadora y enfrentaran con sinceridad el gran problema de la pobreza. El gobierno ya ha asumido el discurso, pero aún falla en la práctica.

Ignazio De Ferrari

Imagen tomada de: http://www.unap.cl/

Bibliografía:

Degregori, Carlos (1998): “Movimientos étnicos, democracia y nación en Perú y Bolivia”. En Dary, C. (ed.): La construcción de la nación y la representación ciudadana en México, Guatemala, Perú, Ecuador y Bolivia. Guatemala, p. 159-226.

De la Cadena, Marisol (1998): “From Race to Class. Insurgent Intellectuals de provincia in Peru, 1910-1970”. En Stern, S. (ed.): Shining and Other Paths. Durham, p. 22-59.

De la Cadena, Marisol (2000): Indigenous Mestizos: The Politics of Race and Culture in Cuzco, Peru, 1919-1991. Durham.

Greene, Shane (2006): “Getting over the Andes: The Geo-Eco-Politics of Indigenous Movements in Peru’s Twenty-First Century Inca Empire”. Journal of Latin American Studies 38, p. 327-354.

19 thoughts on “Etnia, clase y movimientos indígenas en el Perú

  1. Un movimiento social como el indigena de Bolivia o Ecuador no se va a dar en Peru, al serrano ya le han dado bala de sobra, saben que si se levantan en protesta surgirian movimientos como sendero o el mismo gobierno y los matarian como sucedio en los 80s, no creo ver movimientos indigenas en Peru al menos no en los proximos 10 anos, y no creo que se de luego por que la coneccion interoceanica con brasil va a transformar la cultura andina del sur para siempre esta comunidad surena es el ultimo bastion de lo “indigena”.
    El indigena puro peruano es un grupo muy pequeno, la mayoria llamada indigena es mestiza, fenotipica y culturalmente y eso es lo que lo hace especial, no se si sabian pero el Peru y Brazil son los paises mas mestizos del mundo, cosa que no pasa con Bolivia.
    EL indigena se va a terminanr mesclando mas de lo que ya esta, esa via interoceanica la van a recorrer al menos 100 mil camiones diarios que el 80% seran brazileros, eso definitivamente cambiara la cultura y el fenotipo andino para siempre, nos hara sudamericanos para el bien de todos.

  2. La tesis de que la Interocéanica va a cambiar la cultura del sur es interesante, Aníbal Caníbal. Sin embargo, creo que ante el ingreso de lo “foráneo” podría surgir una contraofensiva local de protesta. Algo similar a lo que sucede con la minería. Por supuesto la lógica es distinta a la cuestión minera, pero no crees que esa contraofensiva podría darse?

    Saludos

  3. Esa contra ofensiva si podria darse Ignazio, tienes razon alli, un detalle a pensar con la mineria es que en el caso minero es un maton pirata recontra billeton que llega a tu area no invierte nada en tu comunidad te contamina el agua las comida , le mete plomo a tus hijos a los pulmones y sangre y luego se van mas billetones y te dejaron peor de lo que estabas. En el caso de la interoceanica creo sera distinto, la gente se va a chocar con gente, personas como ellos, MILLONES de Brasileros rumbo oeste y MILLONES de Peruanos llendo en el otro sentido, esa mescla es inevitable con o sin confrontamiento el fenotipo y la cultura definitivamente va a cambiat…para bien de ambos, cada uno tiene algo que darle al otro cultural y geneticamente hablando. Mi America linda esta en un proceso salvaje de mescla cosa que no se da en ningun continente, nosotros somos el presente y futuro de la humanidad desde Canada hasta Chile. Y SI estimado Ignazio, van a habar varios confrontamientos pero el producto siempre es mejor que los ingredientes.

  4. Al “indio” lo crearon las literaturas colonialistas y luego las republicanas, con la educación impuesta, el discurso y el no sostenimiento de las tradiciones locales como otro referente cultural terminaron por ser aceptadas por la mayoría de la gente, existían pueblos a lo largo del continente marcadamente diferentes, aunque con una cosmovisión similar, por los que hablar de purezas o autenticidades es limitado, lo mismo pasa con las razas, que se confunde con la apariencia física, es más correcto según los académicos hablar de etnias, que incluyen mestizajes culturales y biológicos, en cualquier caso los proyectos de desarrollo de los países latinoamericanos están basados en modelos mas cercanos al mito que a la realidad, no existe modelos de desarrollo sostenible o existe el crecimiento o la sostenibilidad, no pueden coexistir, ya que el modelo está basado en el uso de energías, y las que se utilizan no son renovables, y dado la circunstancia geopolítica del Perú por ejemplo, cualquier intento de progreso acorde a la estructura actual, como interocoeánicas o supercarreteras, esta condenada al fracaso, el cénit del petróleo ha empezado, y por eso países como China, India, Brasil, aceleran su modernización, ya que dentro de poco el recursos energéticos serán privilegio de los mas poderosos,…

  5. TRIBUNAL INTERNACIONAL DE OPINION
    VIOLACION DE DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA,
    UN CRIMEN DE ESTADO
    Parlamento Europeo Bruselas Septiembre 15, 16 y 17 de 2008
    Contexto general:
    La Colombia de hoy, como nunca antes, ha sido el escenario sobre el cual se ha montado una organización gubernamental cuyos logros reales no van más allá de su habilidad inusual para manufacturar una opinión favorable. La política de seguridad democrática del Presidente Álvaro Uribe ha conseguido instalar en el imaginario colectivo la certeza de que un conflicto de varias décadas de duración es ya cosa del pasado.
    Pero lo cierto es que la honda crisis socio-política que hoy afecta a Colombia no proviene sólo de los vínculos entre políticos y paramilitares, aunque hoy ésta sea uno de sus ejes, su complejidad no es un asunto de individuos sino que compromete a numerosos actores de la vida nacional y territorial y a estratégicos intereses del Estado, incluyendo al Ejecutivo.
    Una amplia alianza de fuerzas políticas, empresariales, latifundistas y paramilitares se legitimó apelando al discurso militarista y a la derrota de las guerrillas y con este discurso lograron manipular crecientes sectores de la población.
    Las cifras hablan de la profundidad de la crisis que vive el país y que se agudiza aún mas, con los más de 70 congresistas vinculados al paramilitarismo.
    Más de treinta mil detenidos desaparecidos solo en las últimas décadas, cuatro millones de desplazados internos, alrededor de tres mil sindicalistas asesinados en los últimos veinte años, detenciones masivas de cientos de activistas sociales bajo la sindicación de ser auxiliadores de la guerrilla.
    También se han consolidado estructuras y alianzas con empresarios y medios de comunicación que están comprometidas en el financiamiento de estructuras criminales y han logrado por medio de manipulaciones mediáticas una caricatura de la realidad nacional.
    Los intereses que están detrás del genocidio, el desplazamiento y la desaparición del campesinado, de los líderes sindicales, de las comunidades indígenas, afro colombianos, los estudiantes, las mujeres y de los pensadores de la democracia y de la cultura en Colombia, tienen explicación en un calculado vaciamiento demográfico necesario para darles paso a los cultivos industriales, a los megaproyectos transnacionales y a la apropiación de los recursos naturales y humanos para colocarlos al servicio de los nuevos mercados de la globalización financiera y de la conquista imperial.
    Esta realidad les ha permitido a quienes concentran el poder político y económico profundizar el modelo de desarrollo neoliberal, con la consiguiente privatización de los derechos y de los servicios sociales del Estado.
    La crisis de credibilidad y legitimidad de las instituciones públicas y de los partidos políticos, la corrupción, la existencia de niveles alarmantes de violaciones a los derechos humanos, el incremento de la violencia política y la dificultad de lograr una solución negociada al conflicto armado, están a la orden del día, sin que se demuestre interés en su resolución.
    En los últimos años se han realizado tres Tribunales Internacionales de Opinión, el primer Tribunal Internacional de Opinión realizado en Bogota, los días 24 y 25 de noviembre de 2006, sobre el asesinato de jóvenes, reclutamiento forzado y militarización de la vida civil por parte de los grupos paramilitares, militares y de policía en el sur de Bogota; El Tribunal sobre Desplazamiento Forzado como un crimen de Estado realizado en Bogotá, entre el 21 al 23 de noviembre del año 2007 que condeno al estado Colombiano por el desplazamiento de mas de cuatro millones de personas en su mayoría campesinas, y en el tercer Tribunal Internacional de Opinión, sobre la Desaparición Forzada como un crimen de Estado realizado en Bogotá los días 24 al 26 de abril de este año 2008, se escucharon los testimonios de familiares de los desaparecidos. Cabe resaltar el importante aporte de las audiencias sectoriales sobre los delitos de las Empresas Transnacionales que operan en Colombia en sectores del petróleo, minería, alimentación, servicios públicos y genocidio indígena, y que traerán elementos fundamentales al Tribunal Internacional de Opinión a realizarse en Bruselas.
    Estos son los escenarios previos preparatorios a este Tribunal a realizarse en Bruselas y que busca ser el espacio donde nuevamente la voz de las victimas sea escuchada. Se presentaran investigaciones que describen las pruebas de los hechos y testimonios suministrados por centenares de victimas, que abren el camino para que el Estado colombiano sea traído a juicio.
    En anteriores oportunidades ha sido encontrado responsable por acción, permisión y omisión, en la comisión de delitos de lesa humanidad contra la población colombiana en especial a los opositores políticos y las comunidades empobrecidas.
    La presentación de datos provenientes de la constatación de los atropellos en sectores urbanos y en amplias zonas rurales del país, da a conocer cifras y testimonios de primera mano que dan cuenta de los resultados adversos de la política de seguridad del actual gobierno.
    Pero la sola presentación de cifras concretas no es suficiente. Se requiere, además una interlocución crítica, que en este caso se consigue con dos sujetos de suprema importancia: uno es el sujeto de las victimas de los crímenes de lesa humanidad, y el otro es el sujeto de la cocería internacional. El primer sujeto, el de las victimas, trae consigo no solamente las heridas vivas de la guerra contra la vida, sino también toda una historia de organización comunitaria, de recursividad para asegurar la supervivencia, y una voz alternativa que cuestiona la agenda de impunidad del régimen y levanta un grito por verdad, justicia y reparación integral. El segundo sujeto, la vocería internacional, aporta la facilitación de redes mas amplias de solidaridad, la presión por vías democráticas que deslegitimen un régimen que apunta sus armas contra la población que debe proteger y en este sentido esperamos que el Tribunal también levante su voz a favor del acuerdo humanitario que permita la liberación de los rehenes civiles y militares.
    En este contexto estamos convocando al Tribunal Internacional de Opinión, sobre la violación de Derechos Humanos en Colombia, un crimen de Estado, que tendrá lugar en Bruselas, los días 15, 16 y 17 de septiembre de 2008. Este Tribunal sesionara en el Parlamento Europeo y dará a conocer un veredicto final que será pronunciado el 17 de septiembre.
    Presentación de casos:
    Se presentaran los casos más representativos recogidos durante el proceso de audiencias regionales y Tribunales Internacionales de Opinión, estos serán seleccionados para presentar durante el Tribunal Internacional en Bélgica.
    Igualmente casos considerados emblemáticos en los diferentes sectores convocantes al Tribunal.
    Convocan en Colombia:
    Central Unitaria de Trabajadores – CUT, Proyecto Justicia y Vida, ASFADDES Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Coordinación Nacional de Desplazados – CND, Red de Organizaciones Sociales de Ciudad Bolívar, Proyecto Justicia y Vida, Observatorio de Derechos Humanos de Cazucá y Comuna 4, Mesa de organizaciones Sociales de Cazucá, Observatorio de Derechos Humanos de Ciudad Bolívar, FECODE- Federación Colombiana de Educadores, FENALTRASE- Federación Nacional de Trabajadores Estatales, ADE Asociación Distrital de Educadores, ASONAL JUDICIAL- Asociación Nacional de Servidores Judiciales, Asociación de Abogados Demócratas, Asociación de Abogados Laboralistas, Comité Colombia de Lucha Contra el ALCA, Asociación de Afro colombianos Desplazados – Afrodes, Comisión Ínter Franciscana de Justicia y Paz y Reverencia con la Creación, Movimiento Continental de Cristianos con Justicia y Dignidad, Movimiento Gaitanista, Organización Femenina Popular, Organizaciones Indígenas de Colombia – ONIC, Movimiento por los Derechos de los Niños y las Niñas, Campaña contra la Brutalidad Policial, Corporación Humanidad Maestra Vida, Campaña Prohibido Olvidar, Asociación para la Investigación y Acción Social – NOMADESC, Circulo del Pensamiento Critico Latinoamericano, Cátedra Camilo Torres Restrepo-Universidad Nacional, Tejer – Universidad Distrital, Dignidad Educativa, Sindicato de las Empresas Públicas de Cali – SINTRAEMCALI, Sindicato de la Empresa de Teléfonos de Bogotá – SINTRATELEFONOS, Minga, Corporación Creciendo Juntos, Iglesia Menonita de Ciudad Berna, Movimiento de Victimas de Crímenes de Estado, Cabildo Indígenas de Toribio Tacueyo y San Francisco, Asociación Proyecto Nasa, Sindicato de Los Trabajadores Universitarios de Colombia SINTRAUNICOL,,Corporación de Servicios Profesionales Comunitarios SEMBRAR, FENSUAGRO federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria, Central Unitaria de Los Trabajadores CUT-VALLE DEL CAUCA Sindicato de Trabajadores de la Minería en Colombia, SINTRAMINERCOL, Sintramin, Sintraminergetica el paso, Fenasintrap, Funtraenergetica, Sintradepartamento Antioquia, Sintrametal Yumbo, FCSPP Valle del Cauca, Asociación para el Desarrollo Social Integral ECATE, Zona Marginal, Colectivo Teatral Luz de Luna, Casa de la Memoria Tiberio Fernández Mafla, Fundación Guagua, Palenque Regional El Congal, ICES – Instituto Cerros del Sur, COS-PACC Corporación Social para la Asesoría y Capacitación Comunitaria, PCN – Proceso de Comunidades Negras en Colombia, Colectivo Otra Colombia es Posible, RED – CUNDECON Victimas del Sector Financiero, Comité de Amistad y Solidaridad con la Republica Bolivariana de Venezuela, Poder Ciudadano, Polo Democrático Alternativo, Comisión de Derechos Humanos del Senado.
    Informes y adhesiones:
    Justicia y Vida Cra. 7 No. 32-85 of. 801 Bogotá Colombia
    Tel. (571) 285-8912 y (571) 382-3571/2
    tribunalbruselas@gmail.com
    http://www.justiciayvida.org

  6. me pregunto si podria hacerse ahora en el 2009 un definicion exacta de lo que es el movimiento indigena peruano ya sabiendo y teniendo como antecedentes la cumbre de los pueblos del 2008 y la proxima cumbre continental de pueblos en puno que sera en mayo del 2009
    gracias

  7. Ese mestizaje cultural deberan tenerlo aqui en Lima algunos circulos viven más pensando en los EEUU y Europa (en donde son INDIOS para los naturales).Aquí se la pegan de grandes y margina al Cholo(mestizo) y su aliniamiento hace mucho daño a la convivencia del Perú.

  8. anteriormente en la epoca de los incas los indigenas ueron discriminados ,un indigena es la mescla de in español con un andio ,en esos entonces los incas o los indios deln peru odiaban a los españoles , por eso asian movimientos y asi el peru dejo de ser gobernado por los españoles

  9. SOBRE ESTE ARTICULO ME PARECE INTERESANTE TODO ESTO DE LO ETNICO, DONDE HAY UNA INEXISTENCIA DE UN MOVIMIENTO ETNICO PERUANO, COMO LO SEÑALA EL AUTOR A PESAR DE TENER GRAN POBLACION INDIGENA, ME HUBIERA GUSTADO MAS SI HUBIERA HABLADO DE LO QUE HOY LLAMAN LO “CHOLO” Y DEL TAL PROCESO DE “CHOLIFICACION”, LOS COMENTARIOS ANTERIORES ME PARECEN ALGO ERRADOS , COMO VAN A DECIR QUE LA MEZCLA DEL ESPAÑOL CON EL ANDINO ES EL INDIGENA, EL ESPAÑOL Y EL INDIGENA DAN ORIGEN AL MEZTIZO, EL ANDINO ES UN TERMINO CALIFICATICO AL HOMBRE QUE VIVE EN LOS ANDES, VEO EN MUCHOS COMENTARIOS VARIOS ERRORES.

  10. El movimiento indígena en el Perú está creciendo y está espernado un lider que enarbole la reivindicacion de la identidad cultural del tawantinsuyano, la población peruana en su mayoria es indigena, lo mestizo es una minoria, lo que ocurre es que los criollos nos hacen creer que los peruanos somos “cholos” mestizos, como una forma de despojarnos de nuestra identidad, es decir quieren que renunciemos a nuestra verdadera identidad nuestro verdadero origen tawantinsuyano, si revisamos la historia, vamos a ver que en el año 1821 de la supuesta “independencia”, la población del Tawantinsuyu hoy llamod Perú era 100 mil criollos españoles y mestizos (entiéndase que mestizo es el hijo de un español e indigena o viceversa), y los indigenas tawantinsuyanos eran más de 900 mil, si hablamos en proporciones, el 90% de la población era tawantinsuyana y el 10% restante entre criollos, mestizos, alguien puede entender como pudo darse el mestizaje? hubo un cruce masivo de españoles e indigenas o viceversa?, hay que tener claro que lo indígena se lleva en la sangre, sin importar donde vive sin en el campo, en la ciudad o en Lima, por eso es importante distinguir entre poblaciones indigenas y poblador indígena.
    TAKY UNQUY

  11. Es necesario tener en cuenta que la categoría indígena no es exclusivamente étnico ni raza, es un concepto mas amplio. Ser de una raza distinta, lomismo que ser mestizo no siempre es condicion para no ser indígena. Al mundo indígena pertenecen personas de cualquier raza. Ser indígena es una condición social.

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