Crónica semanal (21 al 27 de mayo)

Euforia es la palabra que mejor resume el actual estado de ánimo del gobierno y de una parte de la ciudadanía. El 26 de mayo, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) dio a conocer que la pobreza total en el Perú se redujo en 5,2 puntos porcentuales en el 2007, en comparación con el año anterior. El presidente Alan García tomó estas cifras como base para predecir que la pobreza bajaría de actualmente 39% a tan sólo 10% en el 2015. Sin embargo, y por varias razones, el asunto no es tan simple como nuestro presidente nos quiere hacer creer.

El mismo Primer Ministro no pudo ocultar su sorpresa por los buenos números. Del Castillo dijo que había calculado una reducción anual del 3%. El 5,2% anunciado por el INEI es, sin duda, un excelente número, muy por encima de los resultados alcanzados durante el gobierno anterior de Alejandro Toledo. Algunos, entre ellos el mismo Toledo y el ex jefe del INEI, Farid Matuk, pusieron en duda la veracidad de los números. Pero tanto el Banco Mundial, que participó en la elaboración de los números, como el ex Primer Ministro de Toledo, Pedro Pablo Kuczynski, respaldaron la calidad del informe.

La lógica de García es simple. Si logramos mantener el ritmo del último año por ocho años más, la pobreza total se reducirá al 10% en el 2015. No hay que ser expertos para entender que esta predicción se basa en dos suposiciones bastante especulativas.

Primero, García asume que la economía peruana seguirá creciendo al ritmo actual durante los próximos ocho años, es decir, alrededor del ocho o nueve porciento del Producto Bruto Interno. Los economistas nos dicen que la macroeconomía peruana pasa por un excelente momento, y que es muy probable que el nivel actual de crecimiento se mantenga durante este y quizá el próximo año. Pero ningún economista serio se atrevería a hacer predicciones tan exactas en un plazo de ocho años.

Segundo, los ciudadanos peruanos que viven en situación de pobreza no son una masa homogénea. Un pobre en Piura vive en condiciones bastante distintas a un pobre en Huancavelica. Por lo mismo, los factores que causaron que la pobreza haya caído del 54 al 45% en Piura evidentemente no influyeron en Huancavelica, donde la pobreza disminuyó de un angustiante 89% a un no menos angustiante 86%.

Los números evidencian que departamentos como Huancavelica, Cajamarca o Áncash no están avanzando al ritmo de sus vecinos. Es mucho más complicado lograr reducciones significativas en esas zonas que sufren de serios déficits en infraestructura y recursos humanos. Remontar estos obstáculos históricos no es algo que se pueda conseguir en el corto plazo. Por ello, lo más probable es que la disminución de la pobreza se estanque una vez que los progresos rápidos que se registran en la costa rural y que quizá continúen durante este y el próximo año hayan sido realizados.

Para terminar, algo de información metodológica. Los organismos internacionales definen a pobre aquel que consume bienes y servicios diarios menores al equivalente de lo que se podía adquirir con un dólar en los Estados Unidos, en el año 1993 (presione aquí para más información [en inglés]). En el Perú, en cambio, se distingue entre la pobreza extrema y la pobreza a secas. Un pobre es una persona que no está en situación de poder cubrir lo que el INEI define como la canasta de bienes y servicios mínimos esenciales.

La pobreza extrema, en cambio, se da cuando ni siquiera se logra una nutrición adecuada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el ser humano adulto promedio necesita consumir 2318 calorías diarias para alimentarse de forma adecuada.

La canasta de bienes y servicios mínimos esenciales trasciende las necesidades alimentarias. Alguien que logra alimentarse bien pero no tiene acceso adecuado a vivienda, educación, salud o agua y desagüe es considerado pobre, pero no en situación de pobreza extrema.

Todos los factores arriba mencionados (vivienda, educación, etc.) y algunos más son considerados necesidades básicas. Basta con que una sola de estas necesidades básicas no estén cubiertas para que el afectado sea considerado pobre.

La idea que está detrás de este método es que nadie puede tener una vida humana digna sin la satisfacción de estas necesidades básicas. La mujer o el hombre que no reciben educación, que no se pueden movilizar, que no tienen techo, agua o luz, no están en condiciones de desarrollar sus potenciales ni de vivir razonablemente bien.

El 39 % de pobreza indicado en la estadística es el nivel de pobreza total, con pobreza extrema y pobreza en un mismo saco. La pobreza extrema se redujo a un ritmo menor que la pobreza total, pues cayó de 16,1 % a 13,7 % – una disminución de sólo 2,4 %. La cifra puede ser interpretada como otro indicio de que los obstáculos más duros aún están delante de nosotros.

Por Bernd Krehoff

Imagen tomada de: http://www.larepublica.com.pe

4 thoughts on “Crónica semanal (21 al 27 de mayo)

  1. Bueno tan solo soy una niña de 14 años, pero me he quedado anodada por la situacion critica de nuesrtro pais y sobretodo por el significado de la palabra pobreza en realidad. Yo creo que si las personas supieran la realidad del pais se preocuparian un poco mas.

  2. soy un alumno de USMP la verdad me parece un saldo minimo a esperas de los que verdaderamente se quiere conseguir. realmente espero yo que nuesro pais se reduzca la pobreza ya que asi mejoraremos .

  3. es poco creible como se llega a calificar o se puede llegar a ser pobre en base a una escala muy fuera de la realidad o del sentido comun ajustadoa estos tiempos ahi creo se describe como es ser humano deja de ser humano

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