La democracia tutelada

La función representativa

Los valedores de la democracia tutelada restan importancia a la función representativa que cumplen las autoridades elegidas a través del voto popular. El hecho de que un número alto de ciudadanos estén, posiblemente, privados de votar por potenciales candidatos que los representarían mejor, es secundario para ellos. Pero, ¿es que todos los adultos están realmente en condiciones de gobernarse a sí mismos?

Los argumentos expuestos en la sección anterior nos llevan a pensar que no existen razones para negarle a cualquier adulto que puede valerse por sí mismo la posibilidad de elegir y ser elegido. Como vimos, el argumento de la especialización es cuestionable (sobre eso volveremos más adelante). Vimos también que el ejercicio del gobierno implica emitir juicios de carácter ético, sobre los cuales cualquier ciudadano puede, en principio, tener una opinión formada. Finalmente, argüimos que el buen ejercicio del gobierno requiere no solamente conocimiento, sino también un sentido de incorruptibilidad y dedicación por el bien común.

Existen, por el contrario, argumentos de sobra para pensar que al negársele a ciertos ciudadanos la posibilidad de ser elegidos, se les priva en la práctica de que sus intereses sean atendidos. Si un individuo o, peor aún, un grupo social no puede participar de las decisiones del gobierno, ¿quién velará pos sus intereses? La historia nos muestra que las principales luchas sociales se han librado en nombre del acceso al gobierno. Las clases trabajadoras en el siglo XIX, los peruanos analfabetos hasta la década de 1980, las mujeres hasta el siglo XX fueron sistemáticamente excluídos.

La hora de los partidos políticos

El gobierno de un Estado requiere de altos niveles de especialización. La globalización ha hecho que esa necesidad sea aún mayor. Sólo para negociar el TLC con Estados Unidos, el Perú contó con un grupo de negociadores muy amplio especializados en diferentes áreas. La administración de un ministerio requiere igualmente de especialistas en diferentes ámbitos.

Sin embargo, la necesidad de contar con esos especialistas no puede interferir con la función representativa de las autoridades elegidas en las urnas. En ese sentido, resulta equivocado plantear que deba alcanzarse la especialización en detrimento de la representación. La existencia de un Congreso en el que todos sus miembros sean profesionales no es garantía de mayor calidad legislativa.

Los defensores de la democracia tutelada no toman en consideración el papel que deben desempeñar los partidos políticos. En vez de proponer medidas que fortalezcan a los partidos en sus funciones intermediarias, sus propuestas tienden, en la práctica, a limitar la participación política. Como ha recordado François Rambaud hace unas semanas en Perú Político, uno de los grandes problemas de la sociedad peruana es la ausencia de intermediarios entre la sociedad y el Estado. Si los partidos políticos peruanos lograran instalarse en el imaginario popular y se convirtieran en verdaderas organizaciones de intermediación, podrían proveer cuadros competentes para la administración del Estado. De esa manera se lograría la tan ansiada especialización. La clave pasa, sin embargo, por fortalecer la cadena de delegación que parte del ciudadano que emite su voto en favor de una organización política que, a su vez, elige a sus miembros más competentes para gobernar o legislar.

Ignazio De Ferrari

Bibliografía:

Dahl, Robert A. (1998): On democracy. New Haven: Yale University Press.

Fuente de la imágen: presentimperfect.com

4 thoughts on “La democracia tutelada

  1. Claro que la democracia tutelada tienta, haces la suma y resta y claro alguien con titulo y mas educado formalemnte debe pues llevar las riendas de la sociedad, provocante verdad?, pues es una remala idea,lo unico que llega a lograr es elitismo(neo principes lores duques) y dentro de el sumision a las coorporaciones que con el tiempo controlaran a los congresistas y por ende al pais entero. Una propuesta como esta no hubiera permitido a Lula ser presidente y tanto otro personaje politico Europeo Canadiense o Gringo, el Peru elije congresistas de mala calidad, por que el Peru es bruto, rankeamos mal en matematica y lectura desde hace 20 anos y de verdad alguien espera que elijan gente de nivel, claro como les dije tienta que los “cultos” tomen control y avanzen la sociedad. Lo que si deben hacer es quitarles la inmunidad a los congresistas a todos y acelerar procesos judiciales ya que si eres congresista y te acusan de algo que no tome 5 anos procesarte, sino al toque nomas y si eres culpable a la carcel desaforado. La bicameralidad es mala idea, cada pais sudamericano debe tener un congreso de 1 camara y sus senadores en la union sudamericana, asi de simple. Tu quieres que en el distrito huancavelicano mas remoto genere un super educado neo lord o prefieres mandar un enviado limeno a gobernarles, NO FUNCIONA, hellooo, NUNCA FUNCIONO ya probamos muchas veces(prefectos, gobernadores, etc). La ley esta basada en la moral del ser humano no en su preparacion tecnica, y para tener moral no necesitas ser educado en el concepto formal de educacion. La sociedad debe tener poder de fiscalizacion y el pdoer judicial finalmente entender cual es su rol en la sociedad, sino mejor consecionemos el Peru a los paises Escandinavos o Canada y que pongan a sus enviados asi nadie roba y hace buenas leyes. TODOS nosotros debemos evolucionar y la mugre que tenemos ahora no estara para siempre, por que iremos creciendo como seres humanos, no caigamos pues en facilismos, el desarrollo del Peru ya se los dije mis hermanos es de largo aliento, 30 anos al menos.

  2. Ignazio, interesantísimo artículo sobre un tema fundamental. Permíteme formular algunas preguntas para seguir con el debate:

    1) Hay una diferencia importante entre la autoridad de un médico y la de un representante del sistema político. Un paciente tiene el derecho de negarse a un tratamiento, por más que esta negativa tenga efectos devastadores sobre su salud. Aquí, la autonomía del paciente pesa más que la obtención de un resultado favorable.

    Pero la política tiene que ver con obligaciones y derechos morales. Yo tengo una obligación moral de tomar las precauciones necesarias para no atropellar a un peatón con mi carro. Si manejo ebrio, el sistema político tiene el derecho de obligarme a devolver la licencia de conducir por más que me resista a ello. En ese sentido, la autonomía del ciudadano no prevalece sobre el respeto a los derechos de los otros.

    En la misma línea, podría argumentarse que no hay libertad de elegir a congresistas malos. Si los ciudadanos eligen mal, es preferible colocar a otros congresistas que sí sean capaces de ayudarnos a lograr lo que nuestras obligaciones para con los demás exigen.

    2) Nuestros representantes pueden ser parciales, pero también lo puede ser el colectivo democrático. Supongamos que tenemos, en virtud de nuestra humanidad, una obligación de ayudar a combatir genocidios, hambrunas y otras barbaridades sin importar dónde ocurran. El hecho de que los países destinan una cantidad mínima de su presupuesto para la ayuda internacional puede leerse como el resultado natural de las prioridades que todos tenemos: primero nosotros mismos, luego nuestras familias y amigos, luego nuestra comunidad, y al final, quizá, la humanidad entera. Un político excepcional, con vocación humanista, podría tomar decisiones mucho menos parcializadas que las de un colectivo democrático.

    Un abrazo,
    Bernd

  3. Es importante que se insista en la gran reforma política que Perú necesita. Es un acierto escribir sobre la falsa solución de la democracia tutelada. Pero uno de los grandes problemas que hay es que se plantean soluciones sin visión de conjunto. La reforma debe hacerse tomando en cuenta los siguientes puntos: partidos políticos, sistema electoral, estado. En el caso de los partidos debe modificarse la ley que no fomenta la democracia interna, se debe rescatar a los partidos del poder económico permitiendo su financiamiento. El sistema electoral debe contemplar la elección en fechas distintas y con periodos distintos para presidente y representantes (mandato máximo de 3 años). El Estado debe permitir que en el Legislativo el parlamentario pueda renunciar (la revocatoria estaría demás ante la presión político-socio-mediática), se debe volver a la bicameralidad y castigar el transfuguismo. No hay que caer en el reduccionismo.Bueno hay otras medidas pero no hay espacio. Muy buen tema, una vez más. saludos.
    Juan Sheput

  4. Democracia Representativa o Represiva
    En el Perú, también es bueno ampliar el debate sobre quienes son los electores, para elegir a los congresistas que nos “representan” por cinco años, muchos de ellos llegan hacer el ricículo en el escenario político del país.
    ¿Elegir es una obligación o un derecho? Ahí esta el kit del asunto. Por ejemplo, en Apurímac, en las últimas elecciones se ha elegido a un don nadie, desconocido, anómino, ahijado – sobreprotegido del Comandante en Retiro Ollantra Humala, impuesto por la cúpula política de su “Club político” Nacionalista, nunca se respetó la elección interna, el derecho del pueblo apurimeño de elegir a su auténtico representante. Bueno su nombre de este “congresista del humalismo” es Cayo Galindo. Muchos electores, por el famoso arrastre, marcan los símbolos y número preferencial (1), sin conocer al candidato, su trayectoria personal y propuestas políticas, no existe madurez cívica y ciudadana, con esto no quiero menospreciar a ningún hermano apurimeño, pero el DERECHO a elegir es libre y no obligatorio. No debe exister la FAMOSA MULTA ELECTORAL por no asistir a elegir.
    En el Perú, ya es tiempo de diferenciar nuestro Documento Nacional de Identidad con la “Libreta o Cédula Electoral”, son dos docuemntos totalmente diferentes, cada una tiene su respectiva finalidad, por tanto, debería existir un Registro Nacional de Electores, quienes se inscriben libremente para participar en los procesos electorales. Entonces, estaremos superando las deficiencias de los anquilosado procesos electorales peruanos.
    Este congresista del humalismo, no represnta al pueblo apurimeño, porque ni siquiera se preocupa por la problemática apurimeña, más aún ni se le ve llegar alguno de los 80 distritos desde que fue elegido. Esto es producto de un proceso electoral dentro de una “democracia represiva” elctoral en el Perú y no representativa. Esperamso que esta historia no se repita en ninguna otra región del Perú.
    Bueno, comparto las opiniones de Juan Sheput.

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