Chuschi, 25 años después

El 17 de mayo de 1980, hace 25 años, Sendero Luminoso inició su lucha armada en el poblado de Chuschi. Eran vísperas de elecciones y Sendero mostró su rechazo a la demoracia quemando once ánforas electorales. El hecho apenas se sintió en Lima, pues entonces nadie se imaginaba lo que habría de venir durante los siguientes años.

A cualquier lugar llévame (86 %)

Según reciente encuesta de Apoyo, el 86 % de jóvenes entre 18 y 24 años dejarían el país si estuvieran en condiciones de hacerlo. Pero la pregunta no debiera ser cuántos están dispuestos a irse. Más bien, convendría preguntar cuántos se pueden imaginar regresando al Perú. He ahí el verdadero drama.

Ferrero: Misión cumplida (75 %)

En conferencia de prensa, el Primer Ministro Carlos Ferrero anunció que el Perú marcha bien. Según su presentación, se habría cumplido con el 75 % de los objetivos planteados en la Hoja de Ruta para el periodo 2004-2006. Conviene preguntar – sin ánimo de restarle méritos al actual gobierno: ¿Cuáles son esos logros?

Chuschi, 25 años después

El 17 de mayo de 1980, hace 25 años, Sendero Luminoso inició su lucha armada en el poblado de Chuschi. Eran vísperas de elecciones y Sendero mostró su rechazo a la demoracia quemando once ánforas electorales. El hecho apenas se sintió en Lima, pues entonces nadie se imaginaba lo que habría de venir durante los siguientes años.

Hoy en día se sigue hablando de rezagos senderistas, pero por lo general se trata de hombres armados al servicio de alguna red de narcotráfico u otros intereses. En el campo de las ideas, Sendero ha perdido la batalla. El escenario actual, sin embargo, no es garantía de paz eterna. Las revueltas sociales que se dan a diversos niveles no son comparables, en su magnitud, con las de Ecuador o Bolivia, pero la tendencia es clara: El Perú está despabilándose (ver: Descontento y democracia en los Andes). La tarea urgente consiste, hoy, en lograr que esas nuevas fuerzas se conviertan en actores políticos cuyos discursos se muevan dentro del estado de derecho, respetando los derechos fundamentales de todo ciudadano.

A cualquier lugar llévame (86 %)

Según reciente encuesta de Apoyo, el 86 % de jóvenes entre 18 y 24 años dejarían el país si estuvieran en condiciones de hacerlo. Pero la pregunta no debiera ser cuántos están dispuestos a irse. Más bien, convendría preguntar cuántos se pueden imaginar regresando al Perú. He ahí el verdadero drama.

Al mismo tiempo, solo el 26 % de los encuestados afirma tener planes concretos para abandonar el país. Diferencia que quizá se explique con el prevalecer de una sensación de hartazgo más allá de una alternativa bien definida. El Perú sería, entonces, utopía en el sentido negativo: no-lugar, lugar donde nadie quiere estar.

El asunto no sería tan grave si ese 86 % pensara dejar el país transitoriamente para superarse personal y profesionalmente a manera de intercambio. Pero la realidad del país sugiere que el motivo real es la falta de proyectos, de oportunidades para el desarrollo personal. De este modo, el deseo de tanto jóvenes refleja los profundos problemas económicos y, por ende, sociales de nuestro país. Augusto Álvarez Rodrich escribe:

La principal razón para esta vocación de los jóvenes por el éxodo radica en la falta de oportunidades para labrarse un futuro o, al menos, para alcanzar un presente. Personalmente, observo este hecho, con mucha tristeza, en tantos jóvenes que me escriben para lograr una prueba en el diario, y en la frustración que me produce el no estar en capacidad de satisfacer su ansia por demostrar sus habilidades y potencial. … Está bien que el PBI crezca y que las exportaciones aumenten, pero un indicador que debemos seguir de cerca es el porcentaje de jóvenes que desea marcharse.

Ferrero: Misión cumplida (75 %)

En conferencia de prensa, el Primer Ministro Carlos Ferrero anunció que el Perú marcha bien. Según su presentación, se habría cumplido con el 75 % de los objetivos planteados en la Hoja de Ruta para el periodo 2004-2006. Conviene preguntar – sin ánimo de restarle méritos al actual gobierno: ¿Cuáles son esos logros?

Los logros están repartidos por ministerios. El de Economía y Finanzas resalta, como es de esperarse, el crecimiento económico que se ha mantenido constante alrededor del 5 % del PBI (Producto Bruto Interno) durante los últimos años. El de Comercio Exterior habla de un millón y medio de turistas que han visitado al Perú desde el 2004. El ministerio de Transportes y Comunicaciones se jacta de haber invertido casi 3 mil millones de soles en la construcción de carreteras. El Ministerio de Justicia ha recuperado 23 millones de dólares de la mafia fujimorista.

Y así sigue la lista. Salud habla de campañas de vacunación, Eduación del Portal Educativo Huascarán, Energía y Minas del gas de Camisea y Vivienda de los programas Mi Vivienda y Techo Propio.

Todos, sin duda, logros. Pero cabe preguntarse si estamos, realmente, ante los criterios necesarios para juzgar el éxito o el fracaso del gobierno y de nuestra sociedad en general. La periodista Rosa María Palacios escribe al respecto:

El documento, siguiendo con una línea que no varía desde los inicios del Acuerdo Nacional, es una sumatoria interminable de funciones del Estado, actos de administración (‘se expidió una norma’), ejecutoria regular de programas públicos (‘se realizaron tantas atenciones de salud’) y una que otra cifra de resultados económicos positivos, perdidas entre tantas, que muchas veces corresponde a la acción y logro del sector privado y no del sector público. El documento comprueba, una vez más, la falta de prioridades nacionales, la incapacidad de establecer unas pocas metas orientadas a cumplir esas prioridades y la absoluta ausencia de mediciones de éxito o resultado.

Esto explicaría por qué Ferrero nos habla de un 75 % de metas cumplidas cuando la percepción es bastante menos positiva.

Por Evaristo Pentierra