El “Desarrollo”, el “Post-Desarrollo” y la actualidad


En el mundo de hoy el término “desarrollo” es ampliamente usado en círculos políticos, ONGs, Estados pobres, Estados ricos, organismos internacionales, sociedad civil, entre muchos otros. Se ha convertido en una palabra mágica que engloba todo lo que los países del llamado “Tercer Mundo” buscan, y todo tipo de instituciones y políticas han sido creadas con el objetivo de promoverlo. Sin embargo, ¿cuáles han sido los logros de este proyecto? Hay quienes argumentan que hoy es una teoría vacía, que surgió de un momento histórico particular que ya llegó a su fin. A continuación, un análisis del concepto, sus logros y la teoría del post-desarrollo que pretende ser su alternativa.

Los orígenes del “Desarrollo”

El concepto de desarrollo como lo entendemos hoy tiene sus orígenes en los años posteriores la Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos se hizo del rol de reconstruir a Europa, marcar los estándares de un nuevo orden político internacional, y liderar la lucha contra el comunismo, que llevó a muchos países occidentales a intervenir en múltiples conflictos en países pobres y recientemente independientes. El término es claramente muy amplio, englobando enfoques distintos hacia objetivos similares, como la reducción de la pobreza e inequidad, el crecimiento económico, la apertura a la economía internacional, mejoras en los estándares de vida, entre muchas otras características presentes en lo que conocemos hoy como el mundo desarrollado.

Explicar el discurso del desarrollo no es una tarea fácil, debido precisamente a los diversos significados que ha ido adquiriendo a lo largo del tiempo. Según explica Sally Mathews, debe marcarse la diferencia entre la idea de desarrollo, equivalente a la de progreso, y el discurso de desarrollo que surge en la segunda mitad del siglo XX y promueve teorías y prácticas particulares. Sin embargo, dentro del discurso de desarrollo emergente en los años 50 existen diversos enfoques, desde perspectivas marxistas, capitalistas, estatales, de mercado, entre otros. Finalmente, lo que une todas las teorías del desarrollo bajo un solo nombre es la creencia de que algunas áreas del mundo son “desarrolladas” y otras no, y que aquellas que no lo son deben avanzar para alcanzar este “desarrollo”. Vale recordar que aquellas áreas desarrolladas han pertenecido tradicionalmente al mundo occidental, razón por la cual las ideas y objetivos detrás del proyecto que emerge en los años 50s están empapados de valores occidentales.

Los fracasos del “Desarrollo”

Si bien en teoría los objetivos de este proyecto son difíciles de contradecir, en la práctica, su implementación y logros en los países del “tercer mundo” ha sido muy distinta. Si bien ha habido mejoras significativas en algunas regiones del mundo, como el Sureste asiático, muchas otras regiones que creyeron en las promesas del desarrollo se han visto sumergidas en la misma historia de desilusión una y otra vez.

Según los críticos de este discurso, que han proliferado exponencialmente desde los noventas, la idea de desarrollo promovida por Estados Unidos y Europa sólo ha logrado traer desilusión, mayor inequidad, homogenización cultural y la degradación del medio ambiente. Más allá de las falencias en estas críticas, que serán posteriormente analizadas, es indudable que especialmente en África, que ha sido objeto más que ningún otro continente de proyectos de desarrollo, los objetivos han fracasado. El continente viene decreciendo hace más de 20 años, con retrocesos en el índice de desarrollo humano en muchos países, malnutrición, SIDA, y escasas esperanzas para mejoras en el futuro.

Por otro lado, en los últimos 50 años la inequidad en el mundo no ha dejado de crecer. Hoy en día, la suma del PBI de las 48 naciones más pobres – un cuarto de los países del mundo – es menor a la riqueza de las tres personas más ricas del mundo combinada. Asimismo, el 20% de la población mundial en países desarrollados consume el 86% de los bienes mundiales. Además, no podemos olvidar que 1,2 billones de personas aún sobreviven con menos de un dólar al día. Estas estadísticas demuestran que a pesar que muchos países de occidente se han hecho más ricos gracias al “desarrollo”, el resto del mundo no ha tenido el camino tan fácil, creando una mayor inequidad entre naciones y personas pobres y ricas.

Arturo Escobar es uno de los fervientes críticos del discurso de desarrollo. Desde su perspectiva, la idea de “desarrollo” promovida por los países occidentales es una herramienta para lograr el control económico de las realidades físicas y sociales en Asia, América Latina y África. Además, describe esta teoría como una “invención” del “Primer Mundo” sobre el subdesarrollo en el “Tercer Mundo”. Según su análisis, la aplicación de un discurso occidental a realidades no occidentales ha fallado, dándole a los países occidentales la oportunidad de dividir el mundo entre Ellos y Nosotros, entre, como se diría en inglés, the West and the Rest (el Occidente y el Resto).

Para Escobar y otros críticos, el desarrollo ha creado conceptos de anormalidades tales como “los pobres”, “los mal nutridos”, “los analfabetos”. Los mecanismos para enfrentar estos problemas han fracasado en gran medida, lo que ha llevado a muchos expertos a concluir que el desarrollo es el problema y no la solución (Rist) y a buscar nuevas formas de concebir los problemas del mundo.

Teorías del Post-Desarrollo

Las críticas al modelo de desarrollo occidental son muchas. Sin embargo, en los noventas emerge una escuela de académicos que proponen el post-desarrollo, que a diferencia de sugerir cambios a las ideas ya existentes, proponen el fin radical del concepto de desarrollo, para así encontrar nuevas alternativas a través de las cuales analizar el futuro. Se buscan nuevas instituciones, nuevas formas de sabiduría y manifestaciones culturales, nuevas formas de participación ciudadana y mayor autonomía local sobre normas y discursos.

Según las ideas del post-desarrollo, los cambios necesarios para escapar al esquema que ha venido delineando el progreso del mundo se deben dar a través de la proliferación de movimientos sociales. El progreso ya no debe basarse en estructuras, si no en actores sociales. El dominio político se debe expandir para incluir las prácticas del día a día, promoviendo una nueva forma de hacer política. En cierta medida, como lo explica David Lehman, las ideas del post-desarrollo intentan llevar el progreso al ámbito de la post-modernidad, dónde el Estado-Nación pierde cada vez más su fuerza y nuevos actores de la sociedad civil empiezan a remplazarlo en sus funciones primordiales.

Estos nuevos movimientos sociales han emergido, particularmente en países pobres, como consecuencia de una serie de fenómenos sociales que se dieron en las últimas décadas: exclusión, fragmentación social y urbanización, pérdida de confianza en los gobiernos y partidos políticos, el crecimiento del sector informal, entre otros. Dado a que los Estados han perdido legitimidad en su función de promover el progreso y el desarrollo, los movimientos sociales son vistos por muchos como la alternativa para crear visiones alternativas de democracia, economía y sociedad.

A pesar de sus muchas debilidades, la emergencia de esta escuela de pensamiento nos enfrenta a nuestros propios prejuicios sobre la idea del desarrollo y sus resultados. Asimismo, el post-desarrollo busca poner a los creadores de modelos económicos y a los políticos en contacto con las personas que se ven afectadas por sus decisiones, proponiendo así un enfoque más humano, muchas veces ausente en los actuales modelos de desarrollo.

El fracaso del Post-Desarrollo como alternativa

Si bien es claro que el proyecto de desarrollo que el mundo ha seguido en los últimos 50 años no ha cumplido con todas las promesas anunciadas, la alternativa del post-desarrollo tenga tal vez menos esperanzas de cumplirlas.

Los movimientos sociales como ONGs, a pesar de haber cobrado una gran importancia en los últimos años, están lejos de tener la capacidad de promover las mismas seguridades que debe dar un Estado. A pesar del fracaso de muchos Estados-Nación en asegurar la integridad de sus ciudadanos, sería irreal saltar a obviar su importancia y permanencia como institución.

Por otro lado, las teorías del post-desarrollo caen en la simplificación del concepto de “desarrollo”, ignorando así muchos de sus logros positivos y despojándolo de sus complejidades. Los diversos intentos de seguir los modelos de desarrollo propuestos por occidente tienen, en gran medida, sentido. Además, en muchos casos han tenido resultados positivos. Ha habido grandes mejoras en términos de alfabetismo, la mortalidad infantil alrededor del mundo se ha reducido considerablemente, la expectativa de vida ha incrementado significativamente en países pobres, y otras mejoras en indicadores de estándares de vida demuestran que los intentos de desarrollo en las últimas décadas no han sido en vano.

Además, como explica Corbridge, el discurso del post-desarrollo crea prejuicios muchas veces mal fundados y poco útiles (la modernidad es mala, la anti-modernidad buena), deducciones falsas (los problemas de los países pobres son siempre consecuencia de los proyectos de desarrollo), e ideales políticos imposibles.

Qué nos queda

La visión del post-desarrollo parece olvidar la larga lista de problemas internos que caracterizan a los países pobres de este mundo. La corrupción, la informalidad, la falta de instituciones sólidas, de capital humano, las desventajas geográficas de algunos países, los conflictos étnicos y culturales interestatales, entre otros, dificultan que estos países salgan de su situación actual. Muchas de las razones por las cuales los países pobres permanecen en la pobreza son producto directo de las características domésticas de cada nación. Esto no quiere decir que en ciertas ocasiones los países desarrollados no hayan actuado de tal forma que dificultan y obstaculizan el progreso de los países pobres. Sin embargo, el culparlo todo en circunstancias externas es sin duda un análisis sesgado.

Saliendo un poco del marco teórico, la realidad es que el mundo hoy en día es ampliamente desigual, y la calidad de vida de un número inaceptable de personas es paupérrima. Más aún, un continente entero parece haber quedado en el olvido, resignado ya a ser víctima eterna de la pobreza. En el propio Perú, la desigualdad y la pobreza viven en todas las esquinas. Estas circunstancias llaman a la acción y al trabajo conjunto de las generaciones jóvenes para construir realidades que traigan esperanza en los países del llamado “Tercer Mundo”. La voluntad, las políticas adecuadas y el apoyo de la comunidad internacional pueden traer sorprendentes cambios, como ocurrió en el sureste asiático en los años 70s, dónde una mezcla de estabilidad, apertura a los mercados internacionales y gobiernos promoviendo las políticas adecuadas produjeron altísimos niveles de crecimiento económico. Un país como Malasia, que en los 60s tenía a más del 50% de su población viviendo en la pobreza, hoy tiene un índice de pobreza menor al 5%.

En conclusión, si bien la perspectiva del post-desarrollo logra puntualizar los fracasos del ideal de desarrollo perseguido en las últimas décadas, sus deficiencias como teoría en sí le impiden ser una alternativa real al actual paradigma. Los modelos de desarrollo implementados por Estados y organismos internacionales sin duda deben ser remplazados a la luz de la continua pobreza y subdesarrollo alrededor del mundo. Sin embargo, gran parte del trabajo recae también en los gobiernos locales y su capacidad de ejecutar las políticas adecuadas, con políticos que luchen por su país más que por si mismos.

Mariana Costa

Fuentes:

Corbridge, Stuart. “Beneath the Pavement only Soil”: The Poverty of Post Development. The Journal of Development Studies, Vol. 33, No.4. 1997

Crush, Jonathan. Power of Development. Routledge. 1995. London.

Mathews, Sally. Post-development theory and the question of alternatives: a view from Africa. Third World Quarterly. Vol 25, No.2, 2004.

Pieterse, Jan Nederveen. After Post-Development. Third World Quarterly. Vol 21, No. 2. 2000.

Lehmann, David. An Opportunity Lost: Escobar’s Deconstruction of Development. The Journal of Development Studies. Vol 3, No.4, April 1887.

United Nations
http://www.un.org/esa/socdev/poverty/documents/boep_10_2003_EN.pdf

CARE
www.care.org

Global Issues
http://www.globalissues.org/TradeRelated/Facts.asp

4 thoughts on “El “Desarrollo”, el “Post-Desarrollo” y la actualidad

  1. El desarrollo no es una categoría neutra o absoluta. Se hace siempre en nombre de algo o alguien. El desarrollo puede hacerse en un modelo de economía de mercado que le garantiza a todos la posibilidad de generar riqueza y ser felices. O también puede hacerse en nombre de un Estado que, supuestamente, redistribuirá la riqueza o de un gobierno que aspira a controlar todos los ámbitos de la sociedad. ¿Cuál crees Mariana que es el mejor?.

  2. Hola Kerstin:
    Muchas gracias por tu comentario. Personalmente pienso que el Estado tiene un rol que jugar en la distribución de la riqueza en países como el nuestro, sin embargo, creo que como aparato promotor de desarrollo su función debe ser limitada, para no terminar con un Estado demasiado grande e ineficiente. Los mecanismos de mercado, si bien implementados, son la posibilidad de generar riqueza para todos. Además, el problema con un modelo de desarrollo promovido enteramente por los Estados es que en la realidad, su implementación dependerá del gobierno de turno más que del modelo.
    Saludos,
    Mariana

  3. Felicitaciones Mariana por el reportaje presentado; siempre se ha discutido que si el desarrollo trae màs avance econòmico a los paìses del tercer mundo, o màs bien conlleva al subdesarrollo.

    Como querramos calificarlo de acuerdo a las teorìas, el sistema econòmico actual – que yo lo llamo el capitalismo globalizado – ha hecho crecer la brecha social entre las naciones de occidente y las menos desarrolladas como el Perù, y màs especìficamente entre los ricos y los pobres en las naciones.

    El tema de que si tener un Estado que maneje gran parte de los recursos sociales y econòmicos de una naciòn y por ende, el manejo del modelo econòmico, esperando con ello la redistribuciòn de la riqueza, o un Estado limitado en sus facultades, dejando que el modelo econòmico funcione y traiga los resultados a la Naciòn.

    En cualquiera de los casos, ha quedado demostrado que si el Estado muestra eficiencia en todo su aparato, debe tener facultades para manejar parte de los recursos màs relevantes de una Naciòn, sin ser absolutista, pues conllevarìa a una concentraciòn de poderes que degenerarìa en abuso de poder, como viene ocurriendo actualmente en Venezuela.

    El post – desarrollo, a pesar de ser una teorìa, parece, que en parte, ha calado en algunos paìses en la regiòn (ver cuantos presidentes con tendencias izquierdistas han salido elegidos por el voto popular desde hace 6 años).

    Un tema ligado es lo que Julio Cothler llama “los outsiders”. Què en las elecciones presidenciales desde el año 90 hasta el 2001, han sido elegidos candidatos antisistemas, como es el caso de Fujimori y Toledo, que demuestra que la gran masa votante – que son los sectores econòmicos màs pobres del paìs- cansados de no recibir los beneficios del Estado, han optado por discursos polìticos de izquierda de cambio radical, que sì los incluye como parte de dichos cambios sociales.

    Lo que refleja que si no hay variaciones urgentes en la polìticas de Estado del actual gobierno,no serìa sorpresa que, para las elecciones presidenciales del año 2011,sea elegido un candidato salido de las entrañas del voto popular,que dejarìa a Evo Morales como un aprendìz de polìtica antisistèmica.

  4. Lo primero que hay que saber es como se entiende el termino “desarrollo”, antes de analizar tal o cual teoria que promueva el desarrollo y disernir acerca de sus ventajas o desventajas.

    Es logico que todo individuo desee el desarrollo, asi como tambien lo desea un grupo o lo que nos interesa una nacion.

    Si esa idea pertenece al todo es logico tambien que la debamos de encontrar en todo y cual es aquello que pertenezca al todo: pues tanto un individuo como un grupo o una nacion es un todo organico.

    Y si se comprende por ejemplo que un indiviuo ancie tener solo un brazo poderoso, o una pierna musculosa o un torax formidable sin desarrollar sus demas miembros lo que se obtiene al final es un ser deforme. Y esto es lo que sucede con las naciones pobres, en donde la clase dirigente se preocupa solo por el desarrollo de solo una parte de la nacion y mantiene al resto en estado de exclusion. Y al final solo obtienen una nacion deforme o sea una nacion pobre, y es ironico que se sorprendan por que son pobres¿?

    En conclusion el desarrollo no puede lograrse mientras existan partes de la nacion en situacion de exclusion.

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