El APRA imbatible: el dominio legislativo del partido de gobierno

El partido de gobierno es el actor central en el Congreso. Tiene una posición de pivote ya que puede formar mayorías tanto a su izquierda como a su derecha. Esta posición le permite al APRA ser parte de casi todas las alianzas ganadoras. De la misma manera, la formación de alianzas al margen del partido de la estrella son poco viables. Un análisis.

El punto de partida de este análisis es la teoría de que existe un partido que se encuentra ubicado en el medio del Congreso o, mejor dicho, que tiene el legislador que se encuentra en el medio de la asamblea. Para poder determinar qué partido ocupa esa posición es necesario ubicar a los partidos en una línea cuyos dos extremos signifiquen posiciones opuestas sobre un determinado tema. Ese tema puede ser la clásica división económica izquierda-derecha en la que izquierda puede significar la preferencia por un Estado más grande que desempeñe un rol activo en la economía, y derecha la preferencia por un Estado meramente regulador.

Una vez que se ubica a los partidos en esa línea, se procede a sumar la cantidad de escaños de cada una de las fuerzas. En el ejemplo del Gráfico 1 se puede ver que el partido D ocupa el medio de ese congreso ficticio de 100 legisladores. Los 30 congresistas del partido D van, de izquierda a derecha, del puesto 46 al 75. Por lo tanto, el partido D puede formar mayorías tanto con los partidos que se ubican a su izquierda como con los partidos que se ubican a su derecha. En resumen, el partido D ocupa la posición de pivote en ese Parlamento.

Posición izquierda –derecha de los partidos y número de escaños

A:15………..B:20………..C:10………..D:30………..E:16………..F:9

Ahora bien, en un asamblea cuyo número total de integrantes es par (100, 120, 200), puede suceder que ningún partido tenga el legislador medio. Ese sería el caso en un Congreso integrado por cuatro partidos de 25 legisladores cada uno.

La teoría del legislador medio ha sido utlizada especialmente por los politólogos en el campo de las teorías de las coaliciones. Entre otras cosas, ha servido para explicar qué partidos tienen un potencial de coalición más alto. En un régimen parlamentarista en el que el Congreso elige al gobierno, el partido que tiene el legislador medio tiene posibilidades muy altas de formar parte del Ejecutivo.

Antes de pasar a la siguiente sección es necesario precisar un par de cuestiones:
– Para que la idea del legislador medio tenga algún poder explicativo, se da por supuesto la existencia de partidos disciplinados que votan en bloque.
– Mientras más congresistas tenga el partido del legislador medio, más difícil hará la formación de alianzas legislativas de las que no forme parte.

¿Una o muchas dimensiones?

Determinar cuál es el legislador medio se torna más difícil cuando hay muchas dimensiones de competencia en juego. Eso sucede cuando el debate político no se centra solamente en, por ejemplo, la clásica línea izquierda-derecha a la que se hizo mención más arriba. Otra dimensión de competición puede estar relacionada con aspectos de índole social, lo que los anglosajones llaman social issues. Por eso se entiende las posiciones a favor o en contra del aborto, el matrimonio entre homosexuales, la legalización de las drogas, etc. Otra dimensión de competición puede ser la que divide a nacionalistas de antinacionalistas. Cuando el espacio de competición es multidimensional, puede suceder que en cada una de esas dimensiones sea un partido distinto el que tenga el legislador medio.

En la actualidad, los principales asuntos de conflicto pueden ser reducidos en una sola dimensión de carácter socioeconómico. Los grandes temas que están en el centro del debate son, entre otros, el rol que debe cumplir el Estado, el papel que se le debe asignar a la empresa privada – en especial a la gran minería – en el desarrollo del país y los derechos laborales. Esta dimensión de conflicto puede ser expresada en términos de izquierda-derecha. Con relación al rol del Estado, las posiciones de izquierda favorecerían un Estado de gran alcance que cumpliera un rol activo en la económia. Con relación a la minería, las posturas de izquierda buscarían que las empresas aportasen más al canon y, si es posible, se buscaría nacionalizar los recursos de extracción, como en Bolivia. Con relación a los derechos laborales, izquierda significaría estabilidad laboral absoluta. En todos los casos, derecha significaría lo contrario, es decir, un Estado meramente regulador, promoción de las inversiones privadas en el campo de la minería y flexibilidad laboral.

Ahora bien, ¿cuáles son las posiciones de los partidos con relación a estos temas? En el Gráfico 2 aparecen ubicados los partidos en la dimensión socioeconómica a la que se hizo referencia en el párrafo anterior. Los partidos pueden ser ubicados en el mismo orden con relación a los tres grandes temas (rol del Estado, minería, derechos laborales).

Posición izquierda –derecha de los partidos y número de escaños

PNP: 22…..UPP: 20…..AP: 9…..APRA: 36+3…..UN: 14…..AF: 13

En lo que va de gobierno, el APRA se ha inclinado claramente hacia la derecha en estos temas. De esa manera ha logrado armar mayorías junto a Unidad Nacional (UN) y el Grupo Parlamentario Fujimorista (GPF) (juntos suman 66 legisladores). La imposibilidad de alcanzar una mayoría en estos temas ha desalentado a la oposición – al Partido Nacionalista Peruano (PNP) y en menor grado a Unión por el Perú (UPP) – a promover cambios en el modelo económico.

Un buen ejemplo de la posición de pivote de la que goza el APRA dentro del Legislativo pudo verse hace unos meses cuando se discutió el retorno a la llamada estabilidad laboral absoluta. El APRA tenía la opción de formar mayoría tanto con UPP y los nacionalistas como con UN y el fujimorismo. Pese a que uno de los principales promotores de la ley era el aprista Luis Negreiros, al final, el partido de gobierno se decantó por los segundos. Una situación similar se dió el año pasado, cuando se discutió el retorno a la Constitución de 1979. También en esa oportunidad prefierió el APRA aliarse con UN y los fujimoristas para mantener la Constitución vigente, aún cuando hubiera podido formar una mayoría junto a UPP y el PNP para recuperar la carta de Haya de la Torre.

La posición de pivote de la que goza el APRA impide que se formen mayorías viables en las que el partido de la estrella no esté presente. Por la correlación de fuerzas existente, la única manera de que se forme una mayoría al margen del APRA es si se unen los nacionalistas, UPP, UN y los fujimoristas. Por esa razón, va a ser muy difícil que en la próxima elección de la presidencia del Congreso prospere una opción que no incluya al APRA. Y como la aprista es la bancada más grande, va a ser difícil que el próximo jefe del Legislativo no sea del partido de gobierno. Lo único que podría compartir una alianza parlamentaria de UN y el nacionalismo es las ganas de hacerle oposición al APRA. En los grandes temas antes citados, no habría forma de encontrar consensos.

En resúmen, la posición actual de la que goza el APRA en el Congreso, lo hace prácticamente imbatible. Se trata, sin duda, de una gran ventaja para un partido que maneja además las riendas del gobierno. La pregunta se desprende entonces por sí sóla. ¿Qué hubiera hecho el presidente Ollanta Humala ante la imposibilidad de formar alianzas para aprobar, entre otras cosas, sus proyectos nacionalizadores? El camino de la Asamblea Constituyente habría sido largo y tortuoso.

Ignazio De Ferrari

5 thoughts on “El APRA imbatible: el dominio legislativo del partido de gobierno

  1. Creo que debiste tener en cuenta en tu análisis el escándaloso y bochornoso proceso de elección de los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional. Este hecho, “quizás”, sea suficente para desbaratar las pretensiones del APRA de alcanzar la presidencia del Congreso para esta segunda legislatura que se avecina. Habrá que esperar el tanscurso de los días para ver que es lo que sucede.

    PD. muy dudáctico tu artículo sobre cómo se pueden correlacionar las fuerzas en un Parlamento cualquiera.

  2. Gracias por tu comentario Carlos:

    Es cierto que la elección de los miembros del TC ha generado todo tipo de suspicacias. Aún así no creo que sea suficiente para que la oposición logre articularse al margen del APRA. Me da la sensación que se trata de una metida de pata que se va a olvidar más temprano que tarde.

    Saludos
    Ignazio De Ferrari

  3. Estimado Ignazio, creo que siendo el análisis sólido conceptualmente hablando no refleja nuestra realidad política. En sociedades con partidos políticos débiles como es el caso de Perú, la articulación de una agenda parlamentaria no se da en función de esquemas ideológicos. Lamentablemente muchas veces tiene que ver con un sistema de intercambios o prebendas que afectan la marcha del Legislativo. Hay muchos casos en ese sentido, siendo uno de los últimos el vinculado a la elección de los magistrados del TC. El APRA sin embargo sí tiene una ventaja comparativa: vota en bloque, con disciplina, y eso lo hace fuerte aún en términos de minoría parlamentaria. Saludos. Juan Sheput.

  4. una cosa es hablar del apra y otra de alan garcia, el apra como partido social nacionalista es proclive a desaparecer tal como: la falange española el fascismo italiano el nazismo aleman y el militarismo japones, hoy en dia desaparecidos y en quienes se inspiro el apra.
    Alan Garcia en su primer gobierno se presento como social nacionalista con las consecuencias fatales que hemos sufrido gran parte de la poblacion del peru “los pobres al poder decia” en su segundo gobierno se presenta como social democrata, en el transcurrir de su actual gobierno demuestra que no es lo un ni lo otro, pues se ha arrimado a la extrema derecha, es incapaz de aplicar los principios que lo llevaron al poder ha tenido que ampararse en los principíos de la derecha para gobernar dando asi la muerte del apra como partido de opcion

  5. El APRA es un partido que no va a desaparecer, porque no hay más partidos con fuerza, las estatizaciones no es lo que necesita nuestro pais, pero el mayor problema es que no aparecen figuras politicas nuevas.
    Alan a tomado una desición no dejar el país en desgracia como en su primer gobierno y eso es bueno, las inversiones extranjeras tambien son buenas, pero lo más preocupante es la lentitud de las inversiones, para esto hay que pensar en los jovenes que aún no tienen empleo y se desperdician.
    Por otra parte las empresas privadas estan dando dadivas disfrasadas como incentivos (12 sueldos) y para desicion de los trabajadores una constante opresion laboral, tipo feudal y muchos trabajadores a quienes le falta años para su jubilación se ven obligados a renunciar, con grandes desventajas economicas para su futuro familiar y beneficio de la AFP.
    En este sentido el APRA y todas las tiendas políticas deben ver la posibilidad de apoyar en la jubilación a partir delo 30 años de servicio o a los 60 años de edad, para de esta manera los jovenes tengan ooprtunidad de trabajo.
    Tambien se debe fiscalizar el no uso excesivo de los contratos temporales o de las servis, que digase de paso fue una de las grandes banderolas en la campaña de Alan García, ya que en lugar de desaparecer se han multiplicado.

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