Las elecciones presidenciales en Estados Unidos tienen una importancia especial en el mundo, dado que el cambio de líderes en la primera potencia mundial repercute considerablemente en la posición que el gobierno estadounidense toma frente a los temas trascendentales. Con el liderazgo de George W. Bush seriamente debilitado, al parecer los demócratas tendrían la puerta abierta para regresar a la Casa Blanca después de 8 años. Sin embargo, con candidatos fuera de lo común y fuertes contendientes en ambos bandos, nada está dicho.

El sistema electoral estadounidense

En primer lugar, es necesario repasar la dinámica de las elecciones en Estados Unidos, ya que su sistema electoral difiere considerablemente del sistema electoral peruano. Los potenciales candidatos, antes de anunciar oficialmente su candidatura, forman “comités exploratorios”, con el objetivo de recaudar fondos –cantidades inmensas de dinero: se estima que para el financiamiento de las primarias, los principales contendores tendrán que recaudar por lo menos US$ 75 millones- y para evaluar el panorama. Una vez anunciada la candidatura, se debe ganar la nominación del partido en las primarias, las cuales duran desde el mes de enero anterior a las elecciones, hasta junio de ese mismo año. El sistema de las primarias consiste en que los votantes eligen delegados en cada partido, los cuales generalmente han asegurado su apoyo a determinado candidato. Los candidatos de cada partido son oficialmente nominados en las convenciones nacionales, y se escoge al otro miembro de la dupla que postulará a la presidencia, generalmente entre los otros candidatos que no recibieron la nominación del partido.

Una vez nominados, el enfrentamiento directo entre las duplas comienza. En EEUU, los votantes no eligen directamente a sus candidatos, sino que eligen a los miembros de un colegio electoral. Estos miembros del colegio electoral, como regla general, son partidarios de uno u otro candidato, por lo que la carrera a la presidencia se centra en aquellos estados con más votos en el colegio electoral (por ejemplo, California tiene 53 votos, mientras que Nuevo México tiene 4). La cantidad de miembros en el colegio electoral tiene como base dos por cada estado, y en adelante se considera el tamaño de la población para los representantes adicionales.

El colegio electoral tiene en total 538 miembros, y un candidato a la presidencia necesita 270 votos para ganar la carrera electoral. Este sistema tiene como una seria desventaja que un candidato puede llegar a ser presidente sin haber logrado la mayoría de votos de los electores, ya que puede obtener más de 270 votos en el colegio electoral. Esta situación se dio en el 2000, donde Al Gore ganó más votos del electorado que George W. Bush, pero Bush tuvo 271 votos en el colegio electoral, y Gore sólo 266.

Los candidatos (hasta el momento)

La carrera no oficial hacia la Casa Blanca, que finalizará en noviembre del 2008, ya ha comenzado con los primeros anuncios oficiales de las candidaturas hacia la nominación de los partidos. Una de las candidaturas demócratas que ha generado mayor expectativa ha sido la de Hillary Clinton, actual senadora por el estado de Nueva York y ex primera dama durante el gobierno de Bill Clinton. Es la única candidatura de una mujer que se ha lanzado hasta el momento, y la pregunta de si EEUU está preparado para una presidenta mujer flota en el ambiente. Otro candidato demócrata que ha causado revuelo ha sido Barack Obama, actual senador por Illinois, ya que apenas tiene dos años de experiencia en el Senado, y podría llegar a ser el primer presidente afroamericano del país. Ciertos personajes políticos han sido mencionados como posibles candidatos, pero aún no han expresado sus intenciones de postular. Entre ellos se encuentra Al Gore, quien protagonizó el documental “Una verdad incómoda”, sobre el calentamiento global, que ganó el Oscar este año.

Del lado republicano, encontramos a Rudolph Giuliani como uno de los contendores con más posibilidades. Giuliani fue llamado el “alcalde de Estados Unidos” después de convertirse en el hombre fuerte como alcalde de Nueva York en el período posterior a los ataques del 11 de setiembre. Giuliani también tuvo un desempeño exitoso en la reducción del índice de criminalidad durante su gestión (1994-2001). Por otro lado, encontramos a John Mc Cain, actual senador por Arizona, quien también anunció su intención de postular a la nominación republicana. McCain ha ganado popularidad gracias a su posición crítica dentro de su partido, incluyendo críticas a la conducción de la guerra en Irak por parte del gobierno.

El tema sensible en la campaña del 2008 será la guerra en Irak, y no sólo lo referente a su conducción, sino también la gran pregunta: ¿Cuándo se retirarán las tropas y regresarán a Estados Unidos? Las posiciones al respecto son variadas, aunque predominan los candidatos que apoyaron la medida al principio, para oponerse después. Este es el caso de Hillary Clinton. Obama se opuso desde un principio, mientras que McCain continúa apoyando la invasión

Esta será la primera contienda presidencial en décadas en la que un presidente o un vicepresidente no postulará a la reelección o a la presidencia, respectivamente. No podemos olvidar el impacto que las tecnologías de información tendrán en la campaña electoral, a través de los perfiles de los candidatos en MySpace y Facebook, o las posibilidades de hacer campaña mediante YouTube (Ver también “YouTube: la democratización de la información”). Sin embargo, las posibilidades también pueden volverse en su contra, lanzando contra campañas a través de Internet que no podrán ser controladas ni retiradas como puede suceder con spots televisivos que atacan a uno u otro candidato. Una vez lanzado en Internet, la velocidad de difusión es un riesgo, que los candidatos parecen estar dispuestos a asumir.

Mariana Olcese