Lima, cuando pienso en ti…

Esta semana Lima cumplió 472 años. Buena oportunidad para las felicitaciones del caso, pero también para darle una mirada a sus problemas y potenciales. El arquitecto Augusto Ortiz de Zevallos, en entrevista con la revista Quehacer, hace un diagnóstico interesante que revela tanto la falta de imaginación de las autoridades como los desafíos que nos esperan para hacer de Lima una ciudad más sociable. Un análisis.

Transporte

A primera vista, el problema del transporte parecería ser un asunto meramente técnico. Es obvio que un tránsito caótico y congestionado hace más difícil llegar de un lugar a otro. Pero las complicaciones callejeras tienen también un significado social. Lima es una ciudad donde predomina el deseo de aislarse. El que puede pone guachimanes, rejas, perros y alarmas. Calles y urbanizaciones enteras son cerradas al tránsito en un intento de crear islotes de refugiados, de exiliados.

Lima no es entendida como un espacio común, sino más bien como un rectángulo donde cada uno trata de arrancar un pedacito defendiéndolo con uñas y dientes. Las calles y veredas, arterias de toda ciudad, reflejan esta lucha de opuestos donde el estar a la defensiva se combina con una agresividad crónica.

¿Cómo solucionar el problema del transporte? Ortiz de Zevallos cita el ejemplo de Bogotá:

Bogotá ha tenido guerra, drogas, asaltos, secuestros. Sin embargo, hoy le ofrece a cualquiera ser parte de la ciudad. El Transmilenio tiene una red de más de ochenta kilómetros: uno llega a cualquier parte en treinta minutos. El modelo ha costado ocho veces menos de lo que hubiera costado un metro […]. Acá las obras pendientes […] son para hacer un corredorcito y no redes. […] ¿Qué pasó en Bogotá? Que Mockus [dos veces alcalde de Bogotá] y tres alcaldes seguidos le apostaron contundemente al sistema de Transmilenio. El transportista ahora está en capacidad de volverse un pequeño empresario, no es un salvaje. Pero tiene que invocársele una lógica, un diseño de rutas, un rompecabezas que hay que armar entre todos […].

El Transmilenio es un sistema de transporte que fue originalmente introducido en la ciudad de Curitiba, en Brasil. El sistema aplica las virtudes del metro al transporte en ómnibus. Los buses son grandes y circulan en corredores propios con paraderos definidos. A su vez, los corredores son alimentados por microbuses que traen a los pasajeros desde la periferia. En Lima tenemos tales corredores, por ejemplo, en la Vía Expresa. Pero esos corredores no están interconectados entre sí. Además predominan los micros con pocos asientos que terminan congestionando las vías.

El centro

Sería mezquino negar que el centro de Lima ha recobrado parte de su esplendor durante los últimos años. La Plaza Mayor y la Plaza San Martín son buenos ejemplos. Pero el centro sigue siendo un lugar donde nadie quiere vivir y las tiendas y restaurantes que habían empezado a aparecer cerraron debido a las marchas y los disturbios de todos los días. La zona al otro lado del Rímac, incluyendo Barrios Altos, es tabú para quienes no viven ahí. La ribera del Rímac es un depósito de basuras cuando, con un poco de esfuerzo, se podrían plantar áreas verdes y construir malecones.

Con respecto al problema de vivienda, Ortiz de Zevallos dice:

¿El suelo [en el centro] en manos de quién está? La Iglesia, la Beneficencia, San Marcos, la banca y los seguros. Más de la mitad del suelo de Lima está en muy pocas manos. […] Pero no hay gestión, no hay iniciativa, no hay imaginación. Lo que hay son lamparitas, pero detrás no vive nadie. El centro está fantasmagórico, los edificios están vacíos, la gente ha cerrado sus propiedades. […] En Santiago de Chile, donde hubo un problema de deterioro similar al de Lima, convocaron a los jóvenes, les quitaron cinco años el impuesto predial, invitaron a parejas jóvenes para que renovasen el centro, para que tuviera habitantes que lo defiendan, que se peleen para que esté limpio. En Quito asignaron propiedades a la sociedad organizada. En Lima sobran edificios vacíos donde nadie quiere ir.

En Quito se logró rehabilitar el centro renovando edificios, ensanchando las aceras, cambiando el sentido de las calles haciéndolas menos proclives a congestiones, redistribuyendo los servicios de transporte público y reubicando a los comerciantes informales (Pozo, Valencia y Peñafiel 2003, 18). En Lima se podría aplicar una estrategia parecida para hacer del centro un lugar atractivo y bien ciudado.

Conclusiones

Ideas no faltan. Lo que necesitamos ahora es un alcalde metropolitano y alcaldes distritales con el valor y la visión para juntarse y emprender proyectos integrales más allá de obras puntuales. El alcalde reelecto, Luis Castañeda, no es precisamente una señal de esperanza en el firmamento político. Finalmente, no debemos olvidarnos que cada uno de los limeños podemos aportar algo a través de juntas vecinales y en nuestro día a día en la jungla urbana.

Evaristo Pentierra

Fuentes:

“Lima no es una ciudad maldita”. Entrevista con Augusto Ortiz de Zevallos. Revista Quehacer, número 162 (setiembre/octubre 2006).

Lucía Ruiz Pozo, Hernán Valencia y Patricio Peñafiel: Nuevas alternativas de desarrollo local y economía solidaria). Quito, 2003 (presione acá para leer el texto, formato PDF).

3 thoughts on “Lima, cuando pienso en ti…

  1. ESTIMADOS COMPATRIOTAS NO ES MI ANIMO NI DESANIMARLOS NI SER PESIMISTA LEJOS ESTOY DE HACERLO ESTABA LEYENDO QUE ESTAN PENSANDO EN LANZAR O RELANZAR EL TRANSMILENIO EN LA EPÒCA DE ANDRADE SE LLAMABA LIMA BUS O ALGO ASI VIVO EN CHILE Y LA VERDAD ESTE MISMO SISTEMA QUE ESTAN PROPONIENDO ESTA AQUI EN SANTIAGO SE LLAMA TRANSANTIAGO Y LA VERDAD ES QUE PRIMERO ANALICEN LAS FALLAS GRAVISIMAS QUE SE TIENEN AQUI Y AUN NO PUEDEN RESOLVERLAS ASI QUE A MIRAR BIEN EN QUE NOS METEMOS MAS ADELANTE ESTARE EENVIANDOLES MAS COMENTARIOS CON MAS DETALLES

  2. Ante todo mis saludos, y basicamente queria comentarles mi apreciacion de un ciudadano mas de Lima a la q deje de llamarla La Horrible para sustituir el calificativo por La Incoherente, porq caminando por las calles y avenidas de mi ciudad mas alla de la suciedad de las calles, de la cual se suele culpar al transeunte comun y corriente tildandonos de ignorantes o incultos, entre otros me di cuenta q los tacho de basura colocados por las municipalidades de cada distrito estan, en muchos casos, en los lugares mas incoherentes q se puede imaginar, como en el centro del area verde de un parque, en vez de cercano a la acera q atraviesa el parque a cuyo lado si se coloca un letrero q dice: “No Pisar el Cesped”, lo cual se contradice con la intencion de votar el papel inservible (tanto como el tacho mencionado) q uno puede tener en la mano, otra incoherencia es la rampa para discapacitados en un crucero peatonal de una gran avenida, se encuentra rampa en las aceras pero no en la verma central q si nos ponemos en el caso de los discapacitados, al encontranos con la sorpresa q no hay rampas para atravezar la verma central hay q desplazarse unos 10 metros por la pista para encontrar la forma de cruzar, sin mencionar los puentes peatonales q discriminan totalmente a este segmento ciudadano, ademas de los paraderos de bus, con bancas y techos para hacer comoda la espera…con un letrero al costado que dice “PARADERO PROHIBIDO!!!!”. Y pienso, este es un error de diseño de infraestructura o a los responsables de la implementacion de la ciudad simplemente no les importa, y lo q me lleva a la conclusion de que existe un boicot contra el ciudadano comun para acostumbrarnos a las incoherencias y pensar q es lo normal, heredando y transmitiendo de esta forma una cultura incoherente y en pocas palabras mantenernos ignorantes.

Comments are closed.