El pasado siete de noviembre el gobierno norteamericano llamó a elecciones en ambas cámaras del Congreso: El Senado y la Cámara de Representantes. En ambos cuerpos del poder legislativo el Partido Republicano, al que el actual Presidente George W. Bush pertenece, perdió su mayoría representativa. Por lo tanto, hoy todo indica que el Congreso estadounidense estará en control de los Demócratas al menos por los próximos dos años, empezando el tres de enero de 2007.

Es la primera vez en doce años que el Partido Demócrata tiene una mayoría en ambas Cámaras del Congreso. La votación de los estadounidenses refleja el descontento de muchos con la administración de George W. Bush, especialmente en temas controversiales por los que la política de los Republicanos ha sido duramente criticada, como el mal manejo de la guerra en Irak y las duras políticas hacia los inmigrantes ilegales en el país. Para el Perú, con el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos colgando de un hilo, la victoria de los Demócratas podría tener un impacto directo en el desenlace de las negociaciones. Las relaciones que el país del norte mantendrá con América Latina en el futuro son inciertas, y la culminación del tan debatido Tratado de Libre Comercio con nuestro país queda a la espera.

Estructura del Poder Legislativo

El Congreso estadounidense tiene un sistema legislativo bicameral, compuesto por el Senado y la Cámara de Representantes. El Senado está conformado por dos representantes por cada Estado, sin importar el tamaño o población de estos. Hay cincuenta Estados y por lo tanto cien congresistas en el Senado, que son elegidos por periodos de seis años. Esta Cámara es conocida por ser más deliberativa y tener ciertos poderes de control sobre el Ejecutivo que no son otorgados a la Cámara de Representantes. Por ejemplo, el Presidente no tiene la autoridad de ratificar tratados sin la aprobación de este cuerpo. Por otro lado, la Cámara de Representantes tiene una estructura distinta donde cada Estado es representado proporcionalmente a su población. Actualmente la Cámara cuenta con 435 miembros que son elegidos por periodos de dos años pero pueden ser reelectos indefinidamente.

Si bien durante la segunda mitad del siglo veinte el Partido Demócrata estuvo más veces en control de las entidades legislativas que los Republicanos, en las elecciones de 1994, bajo la administración de Bill Clinton, el Partido Republicano pasó a ser la fuerza mayoritaria en los dos cuerpos legislativos. A excepción de la mayoría Demócrata en el Senado del 2001 al 2003, los Republicanos llevan doce años de mayoría en ambas cámaras del Congreso. Este apoyo popular recibido por el partido conservador, sin embargo, llegó a su fin el pasado martes con la pérdida de diversos estancos en ambas cámaras para los Republicanos.

El Futuro del Tratado de Libre Comercio

Las conversaciones sobre un posible Tratado de Libre Comercio entre el Perú y Estados Unidos se iniciaron durante el gobierno de Alejandro Toledo en Perú y el de George W. Bush en Estados Unidos hace más de dos años. En agosto de 2002 el Presidente Republicano promulgó la Ley de Promoción Comercial y Erradicación de la Droga (ATPDEA), anteriormente conocida como la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPA). Esta ley constituye un régimen de excepción del pago de aranceles otorgados unilateralmente por Estados Unidos a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Su objetivo fue renovar los beneficios del ATPA, que vencieron el 4 de diciembre del 2001, hasta el 31 de diciembre de 2006. Los Tratados de Libre Comercio negociados con los países andinos son el paso siguiente a estas leyes y tienen como objetivo promover la consolidación de un mercado de naciones andinas capaz de generar fuentes de trabajo alternativas y mayor prosperidad a través de un incremento en el comercio regional. Además, uno de los objetivos centrales del gobierno de Bush al promover el ATPDEA y luego el TLC es reducir el cultivo ilícito de la hoja de coca y el narcotráfico en los países andinos.

Desde la posición del Perú, el Tratado de Libre Comercio significa la apertura de puertas para las exportaciones peruanas a Estados Unidos; un país con un poder de compra 180 veces mayor al nuestro. Por lo tanto podría representar un gran crecimiento económico para ciertos sectores de nuestra economía. (Fuente: http://www.tlcperu-eeuu.gob.pe/index.php)

Con el triunfo de los Demócratas, sin embargo, el panorama cambia y se complica. El ex embajador de Perú en Washington, Eduardo Ferrero, afirmó que “lo más probable es que el TLC con Estados Unidos no sea aprobado este año por el Congreso norteamericano”. Ferrero comentó para Radio Programas del Perú que de no ser visto el tema la próxima semana en el Parlamento norteamericano, existen dos alternativas. La primera es que se apruebe en el primer semestre del próximo año, dentro de la vigencia de las normas, mientras que la segunda es que el tema quede pendiente por tiempo indefinido. Por otro lado, Alan García afirmó, aparentemente muy seguro de sus palabras, que el Congreso norteamericano sí ratificará el Tratado de Libre Comercio con Perú a pesar de que este haya sido un acuerdo negociado con un congreso mayoritariamente Republicano que perderá su dominio en enero del próximo año. Para García “no es un problema de demócratas o republicanos, es una estrategia de Estados Unidos, ellos tienen muy claro a quienes apoyar”. (Fuente: El Comercio). El Presidente parece tener la esperanza de que el Tratado sea aprobado antes de finalizar este año, ya que el nuevo Congreso no tomará el poder hasta el 3 de enero del siguiente.

Por ahora solo queda esperar que la comisión peruana encargada de las negociaciones del TLC en Washington D.C, encabezada por Hernando de Soto, haga una intensa labor.

Mariana Costa