Crónica semanal (4 al 10 de octubre)

Según el congresista del PPC, Javier Bedoya, el APRA tiene diseñado un plan para que el presidente García aparezca como el gran mediador, el súperhombre que corrige los errores del Congreso y, de esa manera, sea visto con beneplácito por la opinión pública. Se trataría, qué duda cabe, de un plan malévolo, puesto que el gran perjudicado sería el Parlamento, donde se encuentra la principal fuente de oposición formal al gobierno. Por otro lado, esta semana el Gobierno y Telefónica se sentaron a negociar la reducción de las tarifas. Se espera que las negociaciones culminen en diciembre.

La incidiosa maquinación aprista consiste, de acuerdo con Bedoya, en que el Congreso apruebe proyectos de ley de mala calidad para que sean automáticamente revisados por el Ejecutivo. De esa manera, se pone a García en posición de enmendarle la plana al Legislativo, situación diametralmente opuesta a la vivida durante la primera gestión aprista (recordar el infeliz proyecto de estatización de la banca, responsabilidad exclusiva de los desvaríos ideológicos de García).

Sin embargo, el lector despierto se percatará que la denuncia del pepecista Bedoya es, en realidad, una triste confesión de la incapacidad, o falta de interés, de la oposición legislativa de corregir los proyectos mal sustentados y de llevar adelante una agenda propia. Para que el APRA pueda ejecutar su supuesto plan de realzar la imágen presidencial a costa del Congreso, necesita el apoyo de la oposición. Y ésta última le ha prestado ese apoyo, de manera tal que Bedoya y sus colegas parlamentarios serían meros complices de la conjura que denuncian.

Bedoya señala que el APRA ha venido promoviendo que se exonere de una segunda votación algunos proyectos importantes. Según el legislador, la responsabilidad de esta situación alcanza a la Mesa Directiva y a la Junta de Portavoces. Curiosamente, en esa última instancia están representados todos los grupos políticos. Para que la exoneración proceda, se requiere el respaldo de un mínimo de 70 congresistas. Como se sabe, la bancada aprista cuenta con 36 miembros. Es más, en algunos casos, como en el de la renta básica, uno de los dos grandes proyectos de ley que el gobierno ha revisado, el principal impulsor de la norma ha sido un congresista de oposición, el acciónpopulista Yohny Lescano.

En resumen, si la denuncia de Bedoya tiene algún tipo de asidero, entonces los que peor salen parados son los propios congresistas opositores que le habrían seguido el juego a los apristas. En realidad, todo parece indicar que más que de una confabulación del partido de la estrella, se trata, una vez más, de la falta de ponderación con la que buena parte de los congresistas realiza su labor parlamentaria. El premier Jorge del Castillo ya les ha llamado la atención y ha demandado que las leyes sean debatidas con mayor reflexión para que no tengan que ser observadas por el Ejecutivo. ¿Qué responderá a esto Bedoya, para quien “en política no hay coincidencias?

A la renta básica dile ¿no?

Coincidentemente, el día en que Bedoya lanzaba su acusación contra los apristas, el Ejecutivo anunciaba que revisaría el proyecto de ley que elimina la renta básica. Irónico, ¿no? De acuerdo con del Castillo, la ley es inconstitucional y no es aplicable a un contrato ley como el suscrito con Telefónica. Ese mismo día, la transnacional Telefónica decidió aceptar la invitación del gobierno para alcanzar un nuevo entendimiento más allá de lo establecido en el contrato ley firmado en 1994, durante el primer mandato de Fujimori.

Las dos partes han planteado una agenda de siete puntos, entre los cuales se encuentra la renta básica. Por ahora, ninguna de las partes ha emitido opiniones preliminares sobre cuál podría ser el resultado final de la negociación. El Ejecutivo busca alcanzar un ahorro de entre 120 y 150 soles al año para los consumidores.

El discurso en el campo de gobierno ya no va en dirección de elminar la renta básica sí o sí. La renta mensual en telefonía fija no se eliminaría, pues está en el contrato con Telefónica del Perú. “Cuando trabajamos en la observación de la ley del Congreso que elimina la renta básica, le pedimos a OSIPTEL que calculara el costo de esta medida, y nos informó que el precio por minuto de las llamadas subiría cinco veces si se bajaba a S/. 3 dicho pago. Eso no es razonable”, afirmó el 6 de octubre la ministra de Transportes y Comunicaciones, Verónica Zavala. La meta sería entonces reducir las tarifas y ampliar la cobertura de telefonía fija en todo el país.

Sin embargo, para el experto en temas de telecomunicaciones, Luis Bonifaz, es evidente que la negociación planteada por el Ejecutivo tiene tintes netamente políticos más que técnicos. Opina Bonifaz:

“No se puede buscar llevar el servicio a más peruanos cuando en la mesa no están sentados los actores principales que son los operadores móviles, cuya respuesta a la necesidad de accesibilidad es mucho más grande, ya que mientras la telefonía fija tiene 8% de penetración, la móvil alcanza un 25% […]. [A] estas alturas una apuesta por un crecimiento de infraestructura a través de la red fija no va con lo que está ocurriendo en el mundo”.

Ignazio De Ferrari

2 thoughts on “Crónica semanal (4 al 10 de octubre)

  1. Más allá de la probable estrategia aprista de reservar al Dr. García el rol de dirimidor, ex catédra, de los mediocres entuertos que el Parlamento produce, hasta ahora, bajo el pomposo nombre de “Proyectos de Ley”
    Deberían ustedes, como simpáticos y jóvenes analistas políticos, detenerse ha obsevar que las proposiciones o iniciativas de ambos, poder legislativo y poder ejecutivo, son bazofia

  2. Yo creo que el congreso tiene gente respetable, pero lo que siempre ha faltado es un análisis profundo a las leyes antes de ser aprobadas, pero desgraciadamente los que llegan al congreso son personas con escasa preparación para tener una visión global de lo que es un proyecto de ley.

    Pues la misión de los congresistas, es aprobar las leyes porque esa es su verdadera labor y no entorpecer y con-fabularse y estar en contra de ellas.

    Dejemos los egoísmos y pensemos en el futuro del Perú, es preciso debatir las propuestas y proyectos con total ponderación y equilibrio, todavía no estamos a tiempo de juzgar las acciones del ejecutivo, pero si controlar y analizar las leyes para su correcta aprobación y esperar con prudencia el impacto de estas nuevas iniciativas durante los primeros años.

    Debemos tener presente que los congresistas han sido elegidos por el voto popular y por lo tanto deben trabajar con honestidad, con inteligencia, transparencia y con mucha ecuanimidad al debatir un proyecto, porque es el futuro del país y no de los oscuros intereses que siempre se esconden detrás de la inepta y corrupta clase política que existe en nuestro país.

    Saludos.

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