Semanas bastante agitadas para Hugo Chávez. En primer lugar, Venezuela se integró como miembro pleno al Mercado Común del Sur (Mercosur), y ahora Chávez se encuentra en una gira mundial que podría ganarle el apoyo para integrar el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro no permanente. Estados Unidos no deja de interesarse en este viaje de Chávez, sobre todo porque los países a los que llegará el presidente venezolano no se encuentran dentro de los “aliados” estadounidenses.

Con Venezuela incluida como miembro pleno del Mercosur, en conjunto con Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, el bloque representa el 78% de la Producto Bruto Interno de América Latina y el 65% de la población sudamericana. Después de la salida de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones, Venezuela había perdido los mercados de los cuatro países que se mantienen dentro de la CAN. Sin embargo, su integración al Mercosur puede resultar difícil ya que Venezuela tiene aranceles más bajos para las importaciones que el resto del bloque regional. Por lo tanto, su integración puede significar productos más caros para los venezolanos al verse obligado a aplicar un arancel común.

Por otro lado, la integración venezolana se verá influenciada de gran manera por la exportación de petróleo hacia los países del Mercosur, que es uno de los pocos productos que Venezuela tiene para ofrecer. No obstante, los sacrificios en materia economía que tendrá que hacer Venezuela podrán traer réditos políticos en lo que se refiere a su postulación a un asiento como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Los cuatro países del Mercosur han declarado apoyarán a Venezuela en la Asamblea de las Naciones Unidas para su ingreso al Consejo de Seguridad.

Son 128 los votos que Venezuela necesita en la Asamblea de la ONU, y Hugo Chávez no desperdicia tiempo para encontrar esos votos entre los Estados que no se encuentran en la órbita más cercana a EEUU. Dos semanas de viaje que lo llevaron primero a Bielorrusia y a Rusia, para después ir a Qatar, Irán, Vietnam y Malí. Sin embargo, los destinos que tiene más interesado al departamento de Estado de EEUU son Moscú y Teherán. En Rusia Chávez aparentemente firmará acuerdos para la venta de aviones y helicópteros, a pesar que Estados Unidos habría intentado persuadir a Rusia de no vender armas a Venezuela.

Por otro lado, Irán y Venezuela tienen en común su oposición al gobierno estadounidense. Por lo tanto, una visita de Chávez a Teherán pone en alerta a Washington ante la posibilidad de que la cooperación entre ambos países llegue a la tecnología nuclear dado el desarrollo de un programa nuclear en Irán.

Chávez estaría intentando articular alguna forma de frente contra Estados Unidos, aunque sus exportaciones de petróleo en su mayoría tengan como destino el mercado estadounidense. Como menciona Farid Kahhat (El Comercio, 23/07/06):

…A su vez, la integración regional sería un medio –entre otros– para rescatar un nivel significativo de gobernabilidad democrática a nivel interno, y de poder de negociación a nivel internacional. Y fortalecer su autonomía de decisión en la escena internacional es un objetivo compartido por los gobiernos de Sudamérica (a diferencia de varios gobiernos de América Central, que no tienen problemas en ser percibidos como aliados incondicionales de Washington). Hablando de autonomía, Venezuela buscaría también a través de su integración en el Mercosur diversificar sus mercados de exportación de petróleo, reduciendo su dependencia del mercado de Estados Unidos.

Hasta ahora, los diplomáticos venezolanos cuentan con los votos del Mercosur, la Comunidad del Caribe (Caricom), la Unión Africana y la Liga Árabe. De ingresar Venezuela al Consejo de Seguridad, tendría que trabajar cercanamente al Perú, dado que nuestro país también es miembro no permanente del Consejo de Seguridad –hasta el 2007-.

Mariana Olcese