Esta es la primera campaña electoral presidencial en el Perú en la cual la batalla mediática va más allá de los medios formales y se libra también en el mundo de la virtualidad. Una marea de videos, fotos, afiches, diseños gráficos en general, mensajes en twitter y grupos en facebook fueron el pan de cada día entre los internautas en esta elección.
El colectivo No a Keiko nació en las redes sociales en el mes de mayo de 2009, en la ciudad de Cajamarca y fue creado en facebook por Patricia Zevallos y Giancarlo Navarro, comunicadores sociales ambos. Mi incorporación al proyecto llegó poco después. Desde entonces, nuestra cuenta en facebook (http://facebook.com/noakeiko) ha ido creciendo y convirtiéndose en una plataforma que nos permite informar, pero sobre todo nos permite recibir retroalimentación de nuestros seguidores.
El crecimiento de la página se ha venido dando de manera progresiva, sin embargo durante la campaña de segunda vuelta electoral el crecimiento del número de seguidores fue bastante importante pasando de 140 mil a más de 195 mil ciber activistas.
Llegamos al escenario de la segunda vuelta teniendo un colectivo con un tiempo de actividad de casi dos años, y un grupo de seguidores nada despreciable teniendo en cuenta que el Perú tiene 19.949.915 electores, de los cuales el 33% está en Lima y que el 50.4% de la población de Lima usa internet. Con todas las limitaciones que tiene un espacio en facebook, decidimos aportar desde el nuestro.
La situación era crítica. Habían pasado a segunda vuelta un candidato que no era el preferido de todos en el colectivo, y la candidata que para nosotros representaba lo peor que le puede pasar al Perú, sin ninguna duda. La realidad es terca, y nos decía que el país se encontraba a punto de volver a caer en las redes de la mafia fujimorista.
En este contexto y luego de largos debates (virtuales y presenciales) concluimos que, dada la coyuntura, apoyar a Ollanta Humala era una obligación moral. El fujimorismo nos robó mucho más que dinero, nos robó vidas de hermanas y hermanos que no van a volver, nos robó el amor propio y trató con todas sus armas de robarnos la dignidad. No lo podíamos permitir otra vez. Con esa seguridad publicamos un pequeño comunicado para nuestros seguidores en el que, entre otras cosas, decíamos lo siguiente:
Apoyaremos a Ollanta con un voto vigilante, exigente y condicionado a que él, su partido y su equipo de trabajo cumplan su palabra de respetar los derechos humanos, la democracia y sus instituciones.
Dicho esto, nos pusimos manos a la obra, comenzamos a comunicarnos más fluidamente con colectivos amigos, y vimos con muchísima alegría el surgimiento de diversos colectivos nuevos que nacían en torno al mensaje de NAK, con autonomía e identidad propia y reclamando reivindicaciones específicas.
El rol de estos movimientos y colectivos es fundamental para entender lo ocurrido en las redes sociales y en especial con el colectivo NAK y su aporte en la victoria de Ollanta Humala. Si hablamos de NAK en particular, nosotros nacimos como un espacio virtual que comenzó a participar en actos públicos a finales del año 2009. Los colectivos que ya existían, y los que surgieron como respuesta a la posible victoria de Keiko Fujimori también van más allá de la virtualidad, tienen capacidad de movilización, están en las calles. Éste fue un elemento distintivo en la segunda vuelta que significó sin duda la adhesión de muchos indecisos, e incluso de muchos PPKeikos al proyecto de Gana Perú.
En la primera vuelta electoral sobresalió el trabajo de redes sociales del candidato PPK, con un equipo de redes sociales con experiencia en marketing de productos comerciales, la estrategia del merchandising parecía funcionar bastante bien, como era de esperarse dados los altísimos honorarios de los asesores en esta materia. La diferencia fundamental de este tipo de trabajo orientado hacia lo comercial, en relación a la labor en redes sociales realizada por los colectivos que decidimos apoyar la candidatura de Ollanta Humala en la segunda vuelta fue la espontaneidad.
Ninguno de los colectivos recibió dinero de Gana Perú, las actividades de este tipo de agrupaciones se financian con la venta de productos (polos, pines, muñecos, etc), con el dinero de los miembros del colectivo (sí, hacemos chanchita), pero sobre todo con mucha, realmente mucha creatividad. Entonces, los PPKausas nacieron en una oficina de marketing a cambio de un pago, mientras los Nakers nacimos hace dos años de manera espontánea sin transacción económica de por medio. Unos son publicistas, los otros somos activistas.
Asumimos entonces que, si se podía realizar una articulación inteligente entre los internautas de las redes sociales y los colectivos podríamos destruir el cerco mediático construido por los medios tradicionales (sobre todo radio y televisión), en donde el candidato Ollanta Humala solo existía al lado de Hugo Chávez, de petrodólares y se había convertido en el nuevo pishtaco versión urbana. Se procuró entonces brindar información que no era fácil encontrar en la prensa local: artículos de medios extranjeros (en algunos casos nos dimos el trabajo de traducirlos al español), documentos de investigación que algunos nakers curiosos nos alcazaban, transcripciones de sesiones del Congreso de la República que eran vetados de transmitir en conferencias de prensa e informaciones provenientes de contactos en algunas instituciones públicas sobre algunos manejos a favor de la candidata del oficialismo.
¿Cuál es la diferencia entonces entre un medio virtual y un medio tradicional? Son varias las diferencias, pero la más importante es la posibilidad de comunicarse de manera personal, uno a uno, con nuestros seguidores. Asimismo, son los nakers los que alimentaron nuestra página mandándonos mensajes y mails con buenas ideas, con imágenes diseñadas por ellos mismos y por videos que compartíamos en el muro.
En el contexto específico de esta campaña electoral, el vergonzoso papel que jugó la mayoría de los medios tradicionales también fue un punto a favor para quienes tratamos de informar desde la virtualidad. Al encontrarse uno frente a canales de televisión y diarios con mentiras tan burdas, surge la necesidad de encontrar espacios alternativos de información.
Por otro lado, las imágenes, afiches y volantes que se cuelgan en internet pueden ser descargados e impresos por cualquier persona: todos podemos ser activistas. La propiedad intelectual de los diseños no es una preocupación en nuestro espacio.
Todo lo mencionado anteriormente es importante, pero no más importante que el aporte realizado de parte de las redes sociales en general y desde NAK en particular, al promover convocatorias a manifestaciones públicas de rechazo al fujimorismo.
El punto culminante de esta articulación entre las redes y la calle misma se presentó con la marcha #26M (nombre en formato twittero para la movilización realizada el 26 de mayo). La convocatoria formal fue realizada por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y rápidamente se realizaron videos de convocatoria y eventos en facebook que se viralizaron en las redes sociales. El resultado fue sorprendente. Miles de personas marchamos por las calles de Lima ese día, pero no fuimos los únicos. Chiclayo, Cajamarca, Iquitos y Huancayo también tuvieron su #26M, y salieron a las calles por miles.
En los días posteriores recibimos maravillosas fotos y videos de jóvenes que, con los logos de NAK que pueden ser descargados gratuitamente, realizaron plantones y pequeñas movilizaciones en Buenos Aires, Santiago de Chile, París, Barcelona y Madrid (en donde además estuvo presente Mario Vargas Llosa en el lavado de bandera al ver al grupo de chicos ubicados a las afueras de la Feria del Libro en la que nuestro Nobel participaba).
Después de toda esta movilización dentro y fuera del país, cuya envergadura sorprendió incluso a los creadores y moderadores de NAK, ya sentíamos que la calle era nuestra y que las redes sociales lo eran también. Los ajustados resultados de las encuestas, que no se movían ni un poco, no nos dejaban todavía respirar en paz.
Así fue que en la última semana previa a las elecciones la actividad fue mucho más intensa. Ayudamos en la convocatoria y dimos cobertura a plantones, piquetes informativos, intervenciones artísticas, sacamos a pasear al bus de NAK, y convocamos personeros para Gana Perú desde el facebook y el twitter. Llegado el 5 de junio recibimos hasta pasadas las 4pm denuncias sobre irregularidades que alcanzábamos rápidamente al JNE y a Transparencia.
El mismo día de las elecciones amanecimos con una editorial del diario La República diciendo lo siguiente:
…estos extremos también han generado fenómenos mediáticos en el ciberespacio. Hoy los ciudadanos cuentan con herramientas masivas que les permiten ejercer directamente su derecho a expresarse y a ser informados. Las redes sociales no han estado ajenas a esta gesta electoral como era de suponer y desbordaron en ciertos casos los canales tradicionales de información creando sus propias corrientes de opinión y debate en uno u otro sentido. Mención especial merece esa legión de casi 200 mil jóvenes autodenominados Nakers, quienes sin conocerse aún se han vinculado bajo ideales comunes y han logrado movilizaciones nunca vistas en el país…
Creo que solo entonces nos dimos cuenta de que habíamos logrado aportar, aunque de manera modesta, al mundo político real, desde un movimiento político virtual. Ese día se logró una victoria histórica, cuya real importancia parece no haber sido comprendida todavía. Lamentablemente, siendo las redes sociales un espacio libre y democrático, se convirtió también en un espacio de expresión libre y desvergonzada para quienes orgullosamente se reconocen racistas, clasistas y fascistas. ¿Estoy exagerando al utilizar estos términos tan duros? De ninguna manera. Las expresiones de desprecio y discriminación que ha dejado esta campaña hubieran merecido el aplauso de Joseph Goebbels.
Es sobre esta base de país dividido sobre la que es necesario que el nuevo gobierno trabaje desde el Estado. Las redes sociales utilizadas adecuadamente pueden convertirse en herramientas interactivas de comunicación, a diferencia de la televisión y los diarios en donde la interactividad es muy limitada. La construcción de ciudadanía debe tener en el espacio 2.0 un lugar fundamental, promoviendo la vigilancia ciudadana como una herramienta de trabajo conjunto con entre la sociedad civil y el Estado.
Ya después de la tormenta electoral, el colectivo No a Keiko sigue trabajando en el combate a la corrupción y está muy alerta ante la posibilidad del indulto a Alberto Fujimori. Además, de las lecciones de esta campaña nació la idea de nuevo espacio en Facebook llamado Voto Vigilante (con más de 7800 miembros) que tiene el objetivo de promover la participación ciudadana y la vigilancia a los políticos peruanos utilizando Internet y las redes sociales como la potentísima herramienta de comunicación en que son.
El colectivo No a Keiko fue invitado a participar del II Encuentro de Blogueros Progresistas realizado en la ciudad de Brasilia entre el 24 y el 26 de junio, en donde estuve presente y tuve la oportunidad de entender el peso que varios colectivos similares a NAK han llegado a tener en la realidad política de Brasil, convirtiéndose en verdaderos espacios formadores de opinión pública. El electo presidente Ollanta Humala, saludó por Twitter el evento diciendo que “Las redes sociales contribuyen de manera libre y democrática la participación ciudadana. Fortaleceremos esta comunicación en Perú”. ¿Tenemos presidente 2.0? Esperamos sinceramente que así sea.
Todo este proceso no se encontró libre de curiosidades no tan buenas (insultos, amenazas, etc), y sorpresas positivas como la que me llevé en Brasilia, donde tuve la oportunidad de conocer a Edemilson Paraná, joven bloguero brasileño (periodista y estudiante de una Maestría en Ciencia Política), quien fue el creador de la campaña por internet #yovotoserrapq, que se convirtió en un fenómeno durante la última campaña presidencial brasileña.
En estos pequeños videos los jóvenes ironizaban en video sobre los motivos por los cuales (no) votar el candidato opositor a la actual presidenta Dilma. Al terminar de exponer sobre la experiencia del colectivo NAK, llegado el momento de responder las preguntas de los asistentes Edemilson levantó la mano y me dijo que me había visto en un video llamado #votoporkeiko y quería saber si es que algo tenía que ver con la campaña que él comenzó en Brasil. Sí, vi los videos en internet y me copié. Gracias por ayudarnos Edemilson, tú también ayudaste en esta lucha. Aplausos en la sala. Esa es la magia de las redes.
Eliana Carlin Ronquillo
Politóloga y Naker