Alan García ya es presidente: recibió la credencial de presidente electo, junto con sus dos vicepresidentes. Hizo un llamado a los partidos para formar un gobierno con responsabilidades compartidas. Sin embargo, los problemas para el gobierno que todavía no asume funciones ya están a la vuelta de la esquina. Entre gallos y medianoche el Congreso aprobó el TLC, con el desconcertante apoyo del Apra. Las protestas no se hicieron esperar.

El miércoles 21 de junio Alan García recibió su credencial que lo acredita como presidente electo de manos del presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Enrique Mendoza. Como anticipando las expectativas que tendrá su gobierno con un Congreso fragmentado, García no dudó en convocar a los partidos políticos para formar un gobierno nacional. Aseguró que no sólo se coordinará en el Ejecutivo, sino también en el Parlamento, lo que refleja claramente los temores del líder del Apra: un Congreso que regrese a pedirle que devuelva el favor de los votos prestados en segunda vuelta. Además, por supuesto, de la oposición de la alianza UPP-PNP, que cada día parece vislumbrarse como menos constructiva.

No sólo un gobierno nacional, sino también un gabinete multipartidario. Esa fue la propuesta del secretario general del Apra, Mauricio Mulder, quien aseguró que de quererlo, Ollanta Humala podría ser ministro. El líder nacionalista inmediatamente descartó la propuesta, lo que no resultaba sorprendente, sobre todo si se considera que la supuesta reunión Alan García-Ollanta Humala no llegó a más que buenas intenciones. Demasiada espera, muchas condiciones y poca conversación. Los apristas finalmente dieron por cerrada la oportunidad aduciendo que Humala puso condiciones al encuentro, como que la reunión sea pública y una agenda de cinco puntos específicos. Sin embargo, al parecer lo que realmente convenció a los apristas de la imposibilidad de la reunión fue el emplazamiento del líder nacionalista al nuevo presidente a no apoyar la ratificación del Tratado de Libre Comercio.

Durante su campaña electoral, Alan García no dejó clara su posición respecto al TLC. El discurso, según parecía, cambiaba de acuerdo con el auditorio, pero finalmente, la bancada aprista decidió apoyar la ratificación del TLC en esta legislatura. La actuación del Apra en la ratificación sería fundamental, ya que ha dependería de un acuerdo entre Perú Posible, Unidad Nacional y el Apra que se apruebe el tratado. No obstante, el partido de la estrella, a través de Mauricio Mulder, aseguró que revisarían el tratado comercial y realizarían una serie de ajustes, ya que existe una cláusula que permite acciones de este tipo.

Finalmente, para sorpresa de muchos, el TLC fue ratificado en la madrugada del miércoles 28, con 79 votos a favor, 14 en contra y 6 abstenciones. Pero no faltaron las protestas que llegaron hasta el mismo hemiciclo, con las candidatas electas por la alianza UPP-PNP, Elsa Malpartida y Nancy Obregón. Si el apoyo aprista ha sido imprescindible para la ratificación del TLC, Alan García podría esperarse no pocas protestas contra el acuerdo, de las que los congresistas electos de la alianza UPP-PNP ya dieron una muestra la madrugada del 28.

Por otro lado, los remezones en la alianza UPP-PNP no terminan. Con la fundación del partido “Kuska Perú”, liderado por el recientemente excarcelado dirigente cocalero Nelson Palomino, la permanencia de las lideresas cocaleras Malpartida y Obregón parecía en duda. Y sin la permanencia de ambas dirigentas cocaleras, la base de apoyo de Humala podría verse seriamente afectada. No obstante, Humala no perdió tiempo y convocó a todos los candidatos al Congreso y al Parlamento Andino electos por UPP-PNP que estuvieron presentes en la fundación de “Kuska” para pedirles explicaciones. Éstos, por su parte, aseguraron al líder nacionalista que mantenían su lealtad al partido.

El partido fundado por Palomino estaría participando en las elecciones municipales y regionales de noviembre de este año, lo que podría frustrar las expectativas de Ollanta Humala de ejercer su oposición al gobierno aprista desde el ámbito de los gobiernos locales. Palomino estaría buscando distanciarse de Humala, al que apoyó en las elecciones presidenciales, declarando en una entrevista radial que Humala ganó porque no existía un líder regional en el sur andino.

Mariana Olcese