Esta semana la dupla que condujo los destinos del Perú la década pasada se hizo presente en la campaña política. Fujimori obtuvo la libertad condicional en Chile y poco después hizo una declaración en la que le dio un apoyo subrepticio a Alan García para la segunda vuelta. En Lima, el ex asesor de Fujimori, Vladimiro Montesinos, declaró desde la base naval que el levantamiento de Locumba de los hermanos Humala en el año 2000 había sido una farsa para que él fugara del país. Y finalmente, en el plano político partidario, el partido de Rafael Rey, Renovación, abandonó la alianza Unidad Nacional.

La resolución de la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema señala que “la libertad del requerido no es un peligro para la seguridad de la sociedad ni de las víctimas y no entorpecerá las diligencias pendientes”. La decisión final fue aprobada por cuatro votos contra sólo uno. Sin embargo el fallo ha sorprendido puesto que esa misma sala penal le había negado el mismo pedido a la defensa de Fujimori el pasado 23 de febrero. En esa ocasión, alegaron que la liberación del ex presidente peruano constituía un peligro para la sociedad.

Las críticas a la liberación de Fujimori no se hicieron esperar, tanto en Perú como en Chile. El abogado del Estado peruano en Santiago, Alfredo Etcheverry, lamentó que la Corte de su país haya otorgado esa libertad, y coincidió respecto a que “esto aumenta las probabilidades de que fugue”. Los procuradores en el Perú y el mismo ministro de Justicia, Alejandro Tudela, se pronunciaron en igual sentido.

Por lo pronto, Fujimori ha anunciado que no tiene intención de irse de Chile mientras no esté facultado para hacerlo. La resolución de la Corte le impide salir del país, pero no desplazarse por el territorio nacional. Tampoco le impide hacer declaraciones políticas.

En un encuentro con la BBC de Londres, Fujimori dejó entrever que en la segunda vuelta el candidato de su preferencia es Alan García. En la entrevista difundida el 22 de mayo, Fujimori se pronunció respecto de la exitosa reaparición de Alan García en el escenario político peruano. Según Fujimori, el candidato del APRA, al reconocer los éxitos de su gestión durante la década del 90, demuestra que ha tenido una “evolución de su actitud”. En cambio, sobre Humala, dijo que el candidato nacionalista “tiene algunas propuestas que son distintas a las que hemos practicado”, y se mostró en contra de las nacionalizaciones.

Un día después de que Fujimori fuera liberado, se filtró un audio a la prensa en el que Vladimiro Montesinos acusa a Ollanta Humala de haberse prestado para ayudarlo a fugar en el velero Karisma el año 2000. Según el ex asesor, el levantamiento de Locumba no fue sino una acción con “alto contenido de oportunismo”, mediante el cual el ahora candidato presidencial “se prestó para facilitar” su huida del país, pues ambos hechos sucedieron el mismo día.

“¿Qué fue Locumba? Fue una farsa, una situación de engaño y una manipulación. […] Si ello hubiera sido una rebelión, debió ser un levantamiento de armas con el respaldo de un alto porcentaje de la oficialidad del Ejército peruano en distintos grados y niveles de la jerarquía militar, y así no sucedió. Una rebelión seria debió buscar, de manera directa, variar la forma de gobierno y deponer al mandatario en ejercicio. En conclusión, el señor Ollanta Humala (…) no tuvo ningún respaldo de la oficialidad del gobierno, no tuvo respaldo de ciudadanos y nunca puso en riesgo la continuidad del gobernante”.

Montesinos termina su declaración sentenciando que Humala es “un falso valor”.

Sin embargo, tratándose de Montesinos, es de esperar que su intervención persiga fines subalternos. Es la primera vez que se pronuncia sobre el candidato nacionalista, pese a que en el año 2001 declarara ante una comisión parlamentaria sobre el reclutamiento de personeros para la elección del año anterior. En el audio, Montesinos alega que Humala sirvió como personero del fujimorismo el año 2000. Eso no lo dijo en su presentación ante la comisión legislativa cinco años antes.

Los representantes apristas y nacionalistas han intentado desmarcarse de las declaraciones de Montesinos y ambos han acusado al ex asesor de querer beneficiar a su oponente. Humala:

“[l]a pregunta la hago yo a todos los peruanos: ¿A quién benefician las declaraciones del delincuente Montesinos, que manchan la honra de Ollanta Humala? Evidentemente, a Alan García. Y le pregunto: ¿Cuál es el trato?”.

La respuesta aprista vino enseguida de parte del experimentado congresista Mauricio Mulder (como no podía ser de otra manera):

“Vladimiro Montesinos está jugando con Ollanta Humala para regalarle el argumento de decir que Montesinos está con Alan García. (Montesinos) quiere dar a entender que está ayudando a Alan García y perjudicando, por tanto, a Humala. Es obvio que es una maniobra que están manejando los dos”.

Empieza el desbande en Unidad Nacional

El 17 de mayo el congresista Rafael Rey convocó a una conferencia de prensa para comunicar una noticia largamente esperada. Renovación, uno de los tres partidos que postuló a Lourdes Flores a la presidencia dejaba la alianza. El futuro parlamentario andino señaló que el Comité Ejecutivo Nacional del partido había tomado la decisión de no renovar la coalición.

“Hemos tomado la decisión de no renovar la alianza. Queremos manifestar nuestro agradecimiento a Lourdes Flores y a los partidos que formaron parte de Unidad Nacional y a todos les deseamos lo mejor. A Lourdes le reiteramos nuestro aprecio y lamentamos una vez más que no haya llegado a ser la presidenta del Perú”, afirmó Rey. El congresista anunció, además, que Renovación mantendrá su condición de aliado en la bancada, pero “alrededor de los programas que acordamos y defendimos en la campaña electoral y los años anteriores”.

Si bien Rey no ahondó en las razones que motivaron la decisión de su agrupación, se sabe que las relaciones con los demás partidos de la alianza se habían deteriorado en los últimos tiempos. Primero vino la decisión de sacarlo de la plancha presidencial y de la lista al Congreso pese a que Rey estaba especialmente interesado en postular a la vicepresidencia. Luego se produjo un enfrentamiento con Solidaridad Nacional (SN) y en especial con su secretario general, Marco Parra. A Rey le mortificó que los candidatos de ese partido no presentaran sus hojas de vida y que SN no aportara dinero para la campaña. En los últimos días ha dejado incluso entrever que se estarían produciendo malos manejos en la Municipalidad de Lima.

Ante la probable súbita muerte de la coalición de centro-derecha, uno de los principales lideres del PPC, Ántero Flores-Aráoz, ha propuesto un retorno a los orígenes socialcristianos del partido. En ese sentido propuso una gran coalición de partidos de ese trasfondo ideológico.

“Del PPC han salido varias agrupaciones y gentes valiosas que hoy presiden diversos grupos políticos, como Amprimo, Andrade y Kouri; además de una serie de humanistas cristianos que no están partidarizados. ¿Pero en qué consistiría esta refundación? Convocar a todos los demócratas cristianos que han formado parte de la diáspora, como Kouri, Amprimo, Javier de Belaunde, Francisco Eguiguren, Rolando Ames o el mismísimo Enrique Bernales, por citar sólo a algunos. Somos (el actual PPC) como la Pasteurina, una excelente bebida que por no mejorar su presentación terminó desapareciendo, tanto el envase como el contenido. Hay que aggiornar al PPC, incluso en cuestiones ideológicas. Si el envase diera, no se hubiera buscado aliados en todas las elecciones desde 1985. Por más que uno le tenga afecto al partido hay que reconocer la realidad. ¿Qué es lo que está pasando que no ganamos una? O el PPC cambia o desaparece. Hay que dar forma y vigencia a ese centro”.

Ignazio De Ferrari