Alan García y Ollanta Humala confrontaron ideas el último domingo. Se esperaba un debate más alturado, en el que los candidatos se concentraran más en sus propuestas que en los golpes bajos y los agravios. Un breve repaso de cómo los diferentes medios percibimos el encuentro entre los dos candidatos.
El debate empezó con un retraso de 20 minutos. En el estrado, el moderador Augusto Álvarez Rodrich y el candidato aprista esperaban la llegada de Humala. En su primera intervención, este último se disculpó por la demora y culpó de ello a un grupo de simpatizantes apristas que demoraron su ingreso al Museo de Arqueología, sede del debate.
Sin embargo fue evidente que el retraso del candidato nacionalista no fue producto de un intercambio con partidarios de la estrella, sino un acto premeditado. Poco antes de llegar al recinto del debate decidió hacer una parada en un local para comprar un agua mineral. Comentando los aciertos y errores de los candidatos en el debate, escribió Juan Carlos Tafur, director del diario La Primera:
Gravísimo error de Humala su premeditada tardanza y, peor que eso, mentir sobre las razones de ello, cuando todo el país había visto el motivo real de la misma.
Los postulantes a la presidencia de la República debatieron en torno a cinco temas: democracia, gobernabilidad y derechos humanos, política económica, lucha contra la corrupción, descentralización y seguridad ciudadana.
Salomón Lerner, ex presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), lamentó que García obviara el tema de los derechos humanos y, si bien señaló que Humala estuvo mejor en ese rubro, criticó la inconsistencia con que defendió las recomendaciones de la CVR. En La República escribió:
[N]o creo que Ollanta Humala haya leído el informe final. Habló de reparaciones como si éstas se pudieran canjear por el derecho a la justicia. A pesar de eso, él estuvo bastante mejor que García en este tema.
Evidentemente el de los derechos humanos es un tema en el que ambos candidatos tienen un pasado oscuro. Por esa razón puede especularse que García haya preferido obviar el tema. En todo caso, la estrategia del humalismo ha sido más audaz en ese sentido al reivindicar las recomendaciones de la CVR. Además, contar con el aporte de un ex comisionado como Carlos Tapia no ha sido una mala idea.
Con relación a la gobernabilidad, hubiese sido de esperar que García hablara de la propuesta que figura en su plan de gobierno de adoptar un régimen semipresidencial. No lo hizo, quizá porque sus buenas posibilidades de salir elegido le han hecho olvidar su plan de delegar más responsabilidades en el Primer Ministro. Humala, en vez, se ratificó en su idea de aprobar una nueva Constitución “que incluya a todo el pueblo”.
En el tema económico no hubo grandes novedades. Humala insistió en su crítica al modelo económico mientras que García levantó una vez más la bandera de las ocho horas de trabajo y de los beneficios laborales. Humala exigió al candidato aprista fijar posición en torno al TLC con Estados Unidos, pero García supo escurrirse del emplazamiento de su contrincante.
El rubro de la lucha contra la corrupción permitió a los contrincantes sacarse sus trapitos al sol. Humala dijo que no liberaría al ex asesor Vladimiro Montesinos y exigió que García se pronunciara en ese sentido. Hábilmente, el ex presidente respondió que esa es una jurisdicción que le compete exclusivamente al Poder Judicial. Humala aprovechó la oportunidad para recordar los lazos entre el ex ministro aprista Agustín Mantilla y Montesinos.
En cuanto a la descentralización, ambos candidatos coincidieron en la idea de promover una regionalización transversal, es decir que todas las regiones tengan costa, sierra y selva. En el tema de la seguridad ciudadana el candidato aprista estuvo más lúcido y criticó con gran elocuencia la propuesta nacionalista de municipalizar la policía. Según García, se terminaría por despedazar las fuerzas del orden.
Al final, la pregunta esencial es: ¿quién ganó el debate? Para el conductor de El Francotirador, Jaime Bayly, se produjo un empate. El diario Correo en cambio tituló que “Alan ganó a un Ollanta respondón”. La Primera en su portada del lunes se pregunta: “¿Alguno ganó?”. Lo cierto es que para una mayoría de limeños, al menos, García fue el vencedor de la contienda. Así lo revela la encuesta de CPI elaborada para Radioprogramas, según la cual el 61,8% piensa que García estuvo mejor.
Sin embargo, en nuestra apreciación final nosotros reproducimos el titular de La República: “Se esperaba más de Alan y Ollanta”.
Ignazio De Ferrari