Wikileaks o la banalización de la transparencia

La publicación de un cuarto de millón de cables diplomáticos estadounidenses por parte de Wikileaks ha suscitado un intenso debate. La discusión gira en torno a dos ejes: La importancia de las revelaciones y su valor ético. Algunos sostienen que las revelaciones representan una catástrofe para la estabilidad del sistema internacional. Otros, en cambio, no ven en los cables más que un amplio registro chismográfico.

Las opiniones también divergen en cuanto al tema ético. Wikileaks representa su misión como una noble tarea: A mayor transparencia, mejor gobierno. Pero, ¿es esto siempre y necesariamente así? Un análisis.

Los peruanos tenemos nuestra propia experiencia con la divulgación de información privada y/o secreta. El 14 de setiembre del 2000, el entonces congresista Fernando Olivera presentó el primer vladivideo que terminó por derrumbar el gobierno de Alberto Fujimori. Debido a la importancia de lo revelado (corrupción en los niveles más altos del gobierno), la pregunta sobre la legalidad de lo difundido (una conversación privada) pasó a un segundo plano.

Ocho años después, en octubre del 2008, el programa televisivo Cuarto Poder publica las conversaciones telefónicas en torno a la licitación de varios lotes de petróleo. Aquella difusión fue el inicio de otro escándalo mayor, el de los petroaudios. Con el pasar de los días se abrió un pantano insondable con miles de audios y correos electrónicos al descubierto.

En aquella ocasión, el origen ilegal del material (producto de interceptaciones) sí fue materia de polémicas. La casa editora El Comercio se negó, en su momento, a publicar los audios, lo cual motivó la renuncia del entonces director de Perú21, Augusto Álvarez Rodrich.

El caso más reciente es la campaña municipal por Lima. En su programa de televisión, Jaime Bayly difundió una conversación telefónica entre la candidata Lourdes Flores Nano y su consejero Xavier Barrón. En aquella conversación, Barrón le sugiere a Lourdes visitar a Alfredo Torres de la encuestadora Apoyo y proponerle “mover un poco sus cifras”. Además, Lourdes afirma que la alcaldía de Lima es lo que “menos me importó en mi vida” y suelta lo que Mirko Lauer ha llamado “una furtiva lisurita”.

Los tres casos tuvieron importantes repercusiones que afectaron seriamente a los implicados. Es de suponer que también algunas de las revelaciones de Wikileaks tendrán un fuerte impacto dentro del sistema internacional. Entre ellas se encuentra, presumiblemente, el supuesto llamamiento del rey de Arabia Saudita a que los EE.UU. ataquen Irán.

Hasta el momento hemos visto tan sólo un pequeño pedazo de las revelaciones. Los cables enviados desde la embajada de EE.UU. en Lima (que llegarían a sumar más de 1,000) aún no han sido divulgados (salvo uno de escasa relevancia).

Desde el punto de vista ético, podemos distinguir entre dos casos paradigmáticos. El primer tipo de casos es aquel donde el interés público es tan importante que la difusión pública de informaciones privadas y/o secretas se justifica. Los vladivideos corresponden a este primer tipo de casos.

El segundo tipo de casos comprende aquellos en los que el interés público no es lo suficientemente importante como para justificar la difusión de información obtenida de forma ilegal. En mi opinión, la conversación de Lourdes Flores con Xavier Barrón corresponde a este segundo tipo de casos. Las lisuras de Lourdes, expresadas en una conversación estrictamente privada, no tienen por qué ser divulgadas, pues no satisfacen otro interés que la natural curiosidad humana por husmear en la vida privada de otros.

Ahora bien, los documentos publicados por Wikileaks no son conversaciones privadas, sino comunicaciones gubernamentales destinadas al uso interno. No se trata, entonces, de violaciones del espacio privado. La revelación de los cables es, sin embargo, dañina en tanto interfiere de forma tangible con el legítimo operar de los aparatos estatales. Un editorial del semanario inglés The Economist sostiene lo siguiente:

En un mundo de Wikileaks, la diplomacia ya no sería posible. El secretismo que Wikileaks desprecia es vital para todas las organizaciones, incluyendo gobiernos – especialmente a nivel de las relaciones internacionales [traducción propia].

Esto no significa, por supuesto, que la divulgación de información secreta nunca esté justificada. En 1971, los diarios The New York Times y Washington Post publicaron documentos secretos sobre la guerra de Vietnam. Gracias a estas revelaciones, la opinión pública pudo conocer la percepción oficial del gobierno estadounidense frente a la guerra de Vietnam – percepción que difería significativamente de lo que se había comunicado públicamente.

En este caso, la divulgación de información secreta pudo justificarse con interés público en saber lo que verdaderamente ocurría en Vietnam.

¿Cuál es el interés público en el caso de la divulgación de los cables diplomáticos? Muchos de los cables no son otra cosa que cotorreo diplomático. A través de Wikileaks nos hemos “enterado” de la afición de Silvio Berlusconi por las fiestas, de la aversión al riesgo de Angela Merkel y de la astucia política de José Luis Zaptero. Vaya novedades.

La cruzada de Wikileaks por forzar la transparencia no parece tener, en este caso, un fin ulterior – se ha convertido en un fin en sí mismo. La transparencia por la transparencia. No importa qué es lo que se divulgue. Lo importante es divulgar. Cuanto más, mejor. Pero es bajo esta premisa que la transparencia se puede convertir en algo banal, en un pasatiempo sin otro motivo que el de atraer la atención del mundo entero.

Por Bernd Krehoff

7 thoughts on “Wikileaks o la banalización de la transparencia

  1. Buenas noches.

    Muchos consideran a Julian Assange como un mártir de la libertad de expresión y transparencia. Sin embargo algunos medios afirman que tiene conexiones con líderes del medio oriente. Cualquiera sea el caso, no existe libertad de expresión ni transparencia en la publicación de los cable diplomáticos. No existe libertad de expresión porque no se trata de opiniones ni existe un objetivo claro por el cual Assange haya publicado los cables; como dices, la cruzada de Wikileaks por forzar la transparencia no parece tener, en este caso, un fin ulterior – se ha convertido en un fin en sí mismo. Tampoco es transparente porque no existe la necesidad por conocer los mensajes carentes de diplomacia de los representantes de Estado Unidos en el mundo.

    Un tema importante a discutir es la veracidad de tales mensajes. Un cable del Departamento de Estado estadounidense le pidió a la embajada de su país en Argentina que investigara sobre la salud mental de la presidenta Cristina Fernández. En otro cable se afirma que Néstor Kirchner es quien realmente gobierna Argentina y no su esposa, la presidenta. Ambos cables, sin embargo, roban los argumentos de “noticias” de la prensa opositora a la presidenta. ¿Debemos creer en lo que escriben los embajadores estadounidenses? El chismerío no solo proviene de la publicación de Wikileaks, vienen también de los mismos cables. Como dijo Lula, tales filtraciones son insignificantes.

    Creo que no existe comparación de Wikileaks con los vladivideos y los petroaudios porque estos últimos interesan a todos los peruanos que somos los que pagamos con nuestros impuestos y condenamos la corrupción que sí es un delito.

    Por último, el mundo no se mueve por las opiniones de los Estados Unidos, sus representantes pueden opinar lo que quieran y no por eso debe ser cierto. Wikileaks está siendo usado en algunos países como cortina de humo (como en Perú), en otros países por la oposición (como Clarín en Argentina).

    Saludos.

  2. Rodrigo, gracias por tu comentario. Comparto tu opinión con respecto a muchos de los cables difundidos hasta ahora: Son “instantáneas” del cuerpo diplomático para que el gobierno estadounidense se haga una idea de la situación política en tal o cual país. Para alguien medianamente informado sobre la situación en esos países, los cables tienen poco o ningún valor informativo. Otras informaciones sí son más interesantes, sobre todo lo revelado en relación al Medio Oriente e Irán.

    Saludos,
    Bernd

  3. Hola Bernd,

    Si bien Wikileaks ha revelado información dándole más importancia a la cantidad que a la calidad, hay documentos que sí cambian la percepción de las cosas como el caso del camarógrafo español José Couso.

    En cuanto a lo que propone Wikileaks: “A mayor transparencia, mejor gobierno”, eso ocurriría si es que los políticos fueran transparentes y no tengamos que enterarnos de las cosas mediante filtraciones. Pero es un sentir idealista.

    Por otro lado, ¿quién decide qué es de interés público y qué no? porque los propios periodistas han publicado en sus medios la chismografía de los cables.

  4. Señor Krehoff:

    1. Por supuesto que es obvio que el pensamiento de derecha del mundo tiene que minimizar y, en lo posible, ridiculizar lo hecho por Wikileaks, pues la anegación y la burla es una manera de aminorar el efecto de un golpe.

    2. Pero los hechos, a pesar suyo, son que el gobierno norteamericano no solo NO HA NEGADO EN ABSOLUTO la veracidad de la información sino que incluso ha prohibido a su propia gente que la lea, bajo pena de ser considerado traidor a la patria. Además la señora Clinton se ha pasado horas y días llamando a todos los líderes del mundo para justificar lo injustificable: que han salido a la luz intimidades sumamente incómodas para EEUU.

    3. Pero lo preocupante no es lo poco que hasta ahora se ha revelado (menos de 500 notas del cuarto de millón) sino lo que está por aparecer. Ya han habido renuncias y crisis en varios países al respecto y lo que es más importante: hay una crisis interna en los medios de comunicación pues se pone en entredicho su papel. Decir que esto es poca cosa es ser parte de la estrategia de minimalización ya mencionada.

    4. Tal vez lo más resaltante será que, a la larga, el pueblo, el gran actor de la historia, se dará cuenta que sus líderes no son sinceros cuando les hablan, y esa es la más grande herida al poder que el señor Assange le puede haber causado a los dueños del planeta: su descrédito. Pasará mucho para que la confianza en los jefes y sus portavoces (los medios) se restablezca. Mientras tanto la sombra de la duda y la desconfianza primarán siempre entre gobernados y gobernantes.

    5. ¿Habrá algo positivo de todo esto? Quizá justamente lo que busca Wikileaks: el sinceramiento y la reducción del engaño y la mala intención como forma natural de hacer política. En ese sentido creo que se ha dado un paso importante hacia ello.

    6. Y si sumamos esto a la crisis financiera mundial y al fenómeno del cambio climático no cabe duda que el sistema se encamina hacia una etapa negra que, es probable, nos anuncie cambios radicales en cuanto al curso de la historia. RIP señor Fukuyama y su “fin de la historia”.

    Muchas gracias.

  5. Y para complementar mi anterior comentario le presento una de las miles de noticias venidas de un convulsionado Estados Unidos que no sabe qué hacer para superar este impasse. Si esto es algo “superficial e instrascendente” no sé qué puede serlo. Norteamérica está reaccionando típicamente como imperio: todo lo que afecta a sus intereses, sean estos legales o ilegales, es visto como un atentado contra su nación. Interesante ¿no?

    Eric Holder, Fiscal general de EE.UU.: “[Wikileaks] ha puesto en riesgo al pueblo estadounidense mismo”
    Democracy Now!

    En el Departamento de Justicia, el fiscal general Eric Holder dijo que los investigadores siguen analizando el caso de WikiLeaks. Funcionarios estadounidenses afirmaron que Assange podría ser acusado en virtud de la Ley de Espionaje y sugirieron la posibilidad de modificar leyes para superar los obstáculos legales a la acción penal.

    El fiscal general Eric Holder declaró: “Se ha puesto en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos. Se ha puesto en riesgo las vidas de las personas que trabajan para el pueblo estadounidense. Estas acciones, que para mí son arrogantes, equivocadas y en última instancia no sirven apra nada, han puesto en riesgo al pueblo estadounidense mismo. Estamos haciendo todo lo que podemos. Justo la semana pasada autoricé una serie de cosas para que, si Dios quiere, podamos llegar al fondo de esto y hacer rendir cuentas a los responsables, como debe ser”.

    Fuente: http://www.democracynow.org/es/2010/12/7/titulares

  6. Diego, cito tu pregunta: “¿quién decide qué es de interés público y qué no?”. Respuesta espontánea: No el Tribunal Constitucional (al menos no el nuestro). Pienso que la libertad de los medios de comunicación (y de la sociedad civil) de tomar esa decisión por cuenta propia es vital para el funcionamiento de la democracia. Pero aquella libertad no debe ser entendida como cheque en blanco para publicar lo que venga en gana (ese parece ser el concepto de Wikileaks), sino como una gran responsabilidad que se debe ejercer con inteligencia, prudencia y un buen sentido moral.

    Luis Enrique, tú sugieres que las revelaciones pueden llevar al “sinceramiento y la reducción del engaño y la mala intención como forma natural de hacer política”. Me pregunto si acaso no podría pasar lo contrario: Si yo, como gobierno, sé que mis conversaciones corren peligro de ser publicadas tengo aún más razón para hacer arreglos bajo la mesa (cuanto menos transparencia, menor la posibilidad de que ocurra el robo de información). Tengo entendido que los cables se encontraban en una red gubernamental llamada SIPRNet la cual es accesible para más de dos millones de empleados públicos.

    Muchas gracias por sus comentarios.

    Bernd

  7. ya no se sabe en quien creer,la opinion publica(que es la mas fuerte pero muchos veces de pocos recursos y sumergido bajo el baño de opiniones de quienes se les llama ´los gobernantes del planeta´) y el tiempo (que tendra que ser mucho y que si no lo aprovechamos para concienciar a la fe publica sobre los diferentes acontecimientos emergidos en nuestros tiempo) independientemente de otros requisitos requeridos para la legistacion transparente de un estado,tendran que contribuir al desarrollo de un mejor gobierno para cada pais .
    Pienso que tomarlo como ejemplo del inicio de la veracidad y la transparencia no nos vendria mal ,paro a su vez creo que es una campaña ´yanqui´ MAS ¡¡

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