¡Feliz cumpleaños democracia!

Quién lo diría, ya diez años de democracia ininterrumpida.

Parece ayer, cuando el miércoles, 22 de noviembre del año 2000, el Congreso unicameral (en teoría constitucional, el depositario de la soberanía popular), en sesión solemne, entregó al abogado Valentín Paniagua la banda bicolor y la insignia del mando que lo convirtieron en Su Excelencia, el Presidente de la República, iniciando la transición democrática tras ocho años de una dictadura civil de nuevo cuño. Desde entonces, mucha agua ha corrido bajo el puente con dos sucesores libremente elegidos, y pronto un tercero.

Verdades, inexactitudes y mitos se han dicho o escrito sobre la transición democrática. Precisamente, el sociólogo Alberto Adrianzén, antes asesor de Paniagua y ahora colaborador del ex comandante Ollanta Humala (¡qué cambio!), publicó un libro este año titulado La Transición Inconclusa, criticado por el politólogo Martín Tanaka, donde añade más verdades, inexactitudes y mitos al proceso político de la última década.

Algunas aclaraciones: la democracia actual no puede ser continuación de la inaugurada con la Constitución de 1979 “pactada” entre el APRA y el Partido Popular Cristiano, después aceptada por Acción Popular y la entonces alianza Izquierda Unida, y perdida con el golpe de estado del cinco de abril de 1992, porque esa democracia ya agonizaba por la veloz y profunda descomposición institucional y la implosión del viejo sistema de partidos políticos.

Asimismo, la transición democrática nunca pasó por desmantelar el modelo económico heredado de la década de 1990. Democracia y mercado no son incompatibles (miren Chile, por ejemplo) y la gran mayoría de peruanos no quiere retornar a la economía estatista y controlista del pasado que arruinó al país. Además, las reformas de mercado empezaron en 1991, en gran medida, con la venía del Congreso bicameral cerrado por el golpe.

De igual modo, insistir que “el pueblo se tumbó la dictadura” no es cierto. La dictadura de Alberto Fujimori se hundió en su propia putrefacción y una “oposición democrática” movilizada, una sociedad civil muy activa en sucesos como la Marcha de los Cuatro Suyos y la difusión del video Alberto Kouri-Vladimiro Montesinos le dio la estocada final. La mayoría de la población fue espectadora, no partícipe.

Por último, afirmar que los peruanos desconfían de la democracia actual, porque no hay más referendos, revocatorias de mandato y otros mecanismos de consulta popular es sólo la desconfianza de muchos intelectuales “progresistas” hacia la democracia de estilo occidental y su romance con la democracia “participativa y protagónica” de Venezuela, que realmente es creación filosófica de la dictadura islamista de Libia.

En fin, la democracia actual es imperfecta, pero para mejorarla no necesitamos una nueva Constitución (¿el santo remedio para todo mal nacional?) o más políticos nuevos (¡ojo, sólo 10% de nuestros políticos son anteriores a 2001!) sino un sistema de partidos políticos sólido y estable, que represente a la mayoría de peruanos. Ojalá en diez años más lo tengamos.

Por Gian Carlo Orbezo Salas

Imagen tomada de: http://commons.wikimedia.org/

2 thoughts on “¡Feliz cumpleaños democracia!

  1. Si la verdad es que nesecitamos partidos politicos estables, pero cree usted que deben ser nuevos? o pueden ser los mismos pero con mayor participacion no de unos pocos (los de siempre) si no de mas gente que defiendan sus convicciones y si les importe que va a pasar con nuestro Peru.

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