El Huáscar y los botines o trofeos de guerra

Nuevamente, se habló si los chilenos devolverían al Perú el monitor Huáscar, ese viejo buque mandado a fabricar en Gran Bretaña en 1864 por la dictadura del general Juan Antonio Pezet, capturado por la armada chilena en 1879, dado de baja en 1897 y anclado en la Base Naval de Talcahuano desde 1934.

A diferencia de botines de guerra como los libros robados de la Biblioteca Nacional por la soldadesca chilena durante la ocupación militar de Lima y devueltos al Perú en 2007, el Huáscar es trofeo de guerra y, además, reliquia histórica: símbolo de la victoria militar de Chile sobre el Perú en la Guerra del Pacífico y santuario al héroe chileno, capitán Arturo Prat. Por eso,
la gran mayoría de chilenos (70% en encuestas de opinión realizadas por el diario El Mercurio) se opone a la devolución.

No es el único caso en el mundo. Por ejemplo, Rusia se ha negado siempre a devolver a los alemanes el Tesoro de Príamo, un conjunto de joyas y artefactos de oro puro que en 1873 el arqueólogo alemán Heinrich Schliemann desenterró de las ruinas de Troya en Turquía y donó a Alemania seis años después. En 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, el ejército
soviético sacó las piezas del Museo de Etnología en Berlín. Actualmente, el Tesoro de Príamo se exhibe en el Museo Alexander Pushkin en Moscú.

En fin, ¿por qué no fabricamos nuestro trofeo de guerra reflotando la goleta chilena Covadonga, como se propuso en 1886, 1948, 1951, 1987 y 1994?. La Covadonga fue fabricada por los españoles en 1857 y capturada por los chilenos a España en 1865. Al empezar la guerra en 1879, hundió la fragata peruana Independencia y sería usada en el bloqueo a Arica el año
siguiente. Fue hundida por explosivos a bordo de un bote peruano en Chancay en 1880.

Acierta el contralmirante Fernando Casaretto, director del Museo Naval: si el almirante Miguel Grau viviera, jamás pediría la devolución del Huáscar, porque le sería humillante, indigno y deshonroso. Que los chilenos tomaran el Huáscar, evitaran el hundimiento y después usaran el buque en el bloqueo a Arica en 1880 y la Revolución de 1891 en Chile es otra cosa.

Personalmente, mejor sería que Chile responda por el reloj del inventor Pedro Ruiz Gallo. Ese reloj estaba en los jardines del Palacio de la Exposición desde 1870. Impresionante obra mecánica, marcaba horas, minutos y segundos, señalaba días, meses, años, estaciones y fases de la Luna. Tenía doce óleos que representaban sucesos históricos, desde la leyenda de
Manco Cápac y Mama Ocllo hasta el combate del dos de mayo de 1866. Sonaban campanadas cada hora y al mediodía dos centinelas de madera presentaban armas, izaba la bandera peruana y entonaba la melodía del Himno Nacional.

Durante la ocupación militar de Lima, las tropas chilenas saquearon el Palacio de la Exposición y se llevaron desarmado el reloj como botín de guerra. Sin embargo, antes le fueron extraídos engranes claves que los chilenos nunca podrían reproducir. Desde entonces el destino del reloj es incierto.

Ay, absurda guerra. Absurdos botines y trofeos de guerra.

Por Gian Carlo Orbezo Salas

Imagen tomada de: http://wiki.sumaqperu.com/

2 thoughts on “El Huáscar y los botines o trofeos de guerra

  1. Sabemos que en las guerras nunca gana nadie, ojala se pueda saber donde esta ese tremenda pieza (reloj) seria muy lindo comenzar la busqueda del tesoro pedido. no del peru, no de chile es una pieza que le pertenece al mundo.

  2. Estoy de acuerdo que los objetos usados en una guerra sean tomados como trofeos pero objetos culturales pertenecientes a la vida y obra de una nacion no se deben tocar, eso demuestra la falta de etica organizacion y cultura de un pais aunque siempre las guerras traen todo tipo y clase de consecuencias pero, al menos hoy en dia ya pasado todo esto chile deberia devolver todo lo sustraido del Peru sobre todo ese reloj maravilloso, que en el mundo no habra otro.

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