Bienvenido, mercado: veinte años después

Quizá no lo recuerde, pero el miércoles, ocho de agosto de 1990, la historia del Perú cambió para siempre.

Ese día, Juan Carlos Hurtado Miller, entonces Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de Economía y Finanzas daba un Mensaje a la Nación por TV y radio. Hurtado Miller anunciaba ante una nación asombrada que el gobierno de Alberto Fujimori aplicaría un durísimo ajuste o “shock” económico para contrarrestar una inflación anual de 7,000%, caídas promedio del 9% del PBI, reservas internacionales “en rojo”, desempleo espantoso, déficit fiscal abismal, 55% de la población en pobreza y bajísima productividad y competitividad de la economía.

Meses antes Fujimori había sido elegido Presidente de la República en lugar del célebre escritor Mario Vargas Llosa prometiendo que no aplicaría el “shock” que su rival abogaba necesario para corregir los precios, controlar la inflación, reducir el déficit fiscal y establecer una estricta disciplina monetaria. Incluso prometió antes de juramentar que convocaría un plebiscito sobre el ajuste. Sin embargo, una población empobrecida, frustrada y desesperada durante dos decenios aceptó que Fujimori rompiera su promesa.

Posteriormente, entre 1991 y 1997 se aplicaría un paquete de reformas de mercado, que crearía un nuevo modelo económico basando en promoción de la inversión privada (nacional y extranjera), fomento al empleo, liberalización del comercio exterior, privatización de empresas estatales, modernización de servicios públicos e infraestructura, formalización de la propiedad, nuevos programas sociales y reducción de la burocracia estatal. Esas reformas empezaron con Hurtado Miller, siguieron con Carlos Boloña (economista con alma de golpista) y Jorge Camet (magnate que confundía mercado con negocios) y fueron paralizadas con Efraín Goldemberg (economista y padre de la cineasta Sonia Goldemberg).

No obstante, muchas reformas quedaron inconclusas, otras fueron revertidas y varias, distorsionadas. Además, como afirma el periodista Víctor Andrés Ponce, tras el golpe de estado del cinco de abril de 1992 las reformas se mancharon con el autoritarismo y la corrupción.

A partir de 2005 -ya en democracia y tras haber salido de una larga “recesión” en 2002- las reformas mejor hechas maduraron y el crecimiento económico se aceleró, logrando que la pobreza se reduzca en 2008 al 36% de la población.

Pese al “cacareo” de quienes no dejan la dicotomía leninista “capitalismo o socialismo”, la política económica actual (social-liberal) no es la de la década de 1990 (moderadamente liberal), aunque la orientación de la economía no ha variado. Muchos políticos y ciudadanos son renuentes a continuar las reformas, pero tampoco quieren el retorno a la economía estatista y controlista del pasado que arruinó al país y causó el viraje. Prefieren vivir de los resultados de ese modelo que, muchas veces, critican.

Bajo una economía de mercado “entorpecida” y con aún muchos pobres, ¿cuánto hemos avanzado en los últimos veinte años y hacia dónde vamos en los siguientes veinte?

Por Gian Carlo Orbezo Salas

Imagen tomada de: http://ddd.uab.cat/pub/vivataca/

3 thoughts on “Bienvenido, mercado: veinte años después

  1. Entonces estamos ante un cacareo social-liberal…. ¿y?
    Hablar de mercado y liberalismo en el Perú es problemático y la discusión no se zanja calificándola de “entorpecida” y afirmando que los pobres- oh sorpresa – aún existen. Pero bueno, este es solo un homenaje y una “re-bienvenida” a la “reforma” inaugurada por Fujimori en el 90. Tal es así que el recuerdo del auto-golpe, la colusión de los militares, el cambio de programa político una vez elegido, la compra de los medios, la compra de congresistas, la increíble corrupción, la mas grande de toda la historia republicana son casi…anécdotas que hacen que las reformas se “manchen”, pero poco nomás, como que no quiere la cosa… Muy bien. Dos cosas más: “Sin embargo, una población empobrecida, frustrada y desesperada durante dos decenios aceptó que Fujimori rompiera su promesa.” ¿Así? Después del shock, ya no se trataba solo de su promesa. Además, ¿Qué se hace de los diferentes conflictos alrededor de la política económica cuya base es la reprimarización de la economía? ¿Anécdotas también? O será por éstos que la tan mentada economía de mercado ha sido “entorpecida”. Piedrecitas en el zapato, entonces. La otra: “Muchos políticos y ciudadanos son renuentes a continuar las reformas, pero tampoco quieren el retorno a la economía estatista y controlista del pasado que arruinó al país y causó el viraje.” ¿De donde saca esto? O sea que el regimen autoritario, la corrupción y la guerra sucia se justifican por esa “economía estatista y controlista”. Pero, ¿Acaso las reformas no son planificadas, además de orquestadas por el FMI y el Banco Mundial? ¿O acaso el Estado no juega ningún rol? ¿Por qué entonces la Constitución del 93? Vale la pena entonces recordar la composición del régimen después del 95: “Desde las fraudulentas elecciones de 1995 hasta mediados de 1996, el fujimorismo procesó un conflicto interno que culminó con la victoria de dos fracciones asociadas2. Una formada por los empresarios y tecnócratas directamente al servicio del capital internacional especulativo y de su Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya sede organizacional era sobre todo el Ministerio de Economía, y cuyo representante, en ese momento, era el ministro Jorge Camet, empresario de la construcción y especulador financiero.[…] La otra fracción victoriosa estaba formada por los sectores militares y tecnocráticos, que controlaban las FFAA y las fuerzas policiales y que respaldaban la política del FMI. Estaban nucleados en el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) bajo la jefatura del ex-capitán Montesinos. Su victoria consistió en la extensión y en la sistematización de la expurgación de todos los oficiales de las FFAA y policiales que no estaban integrados o no eran deseados en esa fracción, logrando finalmente de ese modo el control absoluto de esas fuerzas. Puesto que ellas formaban la estructura básica del fujimorismo desde el comienzo mismo del régimen, la fracción victoriosa también obtenía ahora el completo control interno del fujimorismo.” En http://www.nuso.org/upload/anexos/foro_414.pdf Lo único con lo que se puede estar de acuerdo es la continuidad del fujimorismo sin Fujimori, en lo económico al menos. Aunque represión y corrupción siguen siendo los “cacareos” de cada día, desde hace 20 años.

  2. Considero poco serio que se califique el modelo de los 90’s como “moderadamente liberal” cuando lo que se vivió y vive durante estos años es el Neoliberalismo, este término que pocos suelen decirlo por temor o porque se cree que fue inventado por las izquierdas, no tiene nada de moderado. Se privatizó sin ver las consecuencias hacia las personas más pobres que utilizaban los servicios estatales, flexibilización laboral, reducción de la capacidad adquisitiva de las personas, liberalización del comercio exterior con disminución de aranceles, desprotección de las industrias nacionales, incentivos a la inversión extranjera que es lo mismo a decir crear leyes que favorecen a las empresas extranjeras, exclusión del pago de impuestos, entregar casi como regalo los recursos naturales y para colmo poner al servicio de tales empresas la policía y el ejército frente a las protestas de ciudadanos “desinformados” sobre las nuevas maneras de hacer economía y política.

    Todo por el IDEAL del bienestar general con mayor productividad, crecimiento de la economía y balance positivo en gastos; pero si pensamos que este modelo ya tiene ¡20 años! de existencia y nuestro país ha logrado casi nada: los índices de desigualdad casi no variaron desde 1990 al presente, el PBI y las exportaciones crecen a pasos agigantados pero el peruano común nunca lo sintió (ni lo sentirá), encontrar trabajo formal es casi un milagro pero ni así se tiene la seguridad que sea estable por la eliminación de derecho laborales, aumento de la actividad informal, nunca vimos el famoso “chorreo económico”, etc. Y de esto puedo decir que las medidas del FMI no tuvieron un carácter social, más bien solo se buscaba un estado capaz de afrontar sus deudas donde no importara el costo social.

    Por lo dicho antes es fácil deducir que aún menos serio es tomar el gobierno aprista como “social-liberal” donde Alan trata de ciudadanos de segunda clase a los indígenas, cuando se cree que toda oposición o es terrorista o proviene de la ignorancia o desinformación. La corrupción no es un hecho aislado cuando un estado se maneja para favorecer a unos pocos. Había y hay otras opciones. http://ecosdelarazonpopular.blogspot.com

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