Negocio con gas

¿Por qué tantas inexactitudes están envolviendo al negocio del gas?

“¡La exportación sacrifica el gas para el mercado interno!”, dicen el ingeniero Carlos Herrera Descalzi (Ministro de Energía y Minas de Valentín Paniagua), el congresista de Acción Popular Yhony Lescano, representantes de la izquierda radical y algunos generales o almirantes en retiro. Falso. Hay mucho gas certificado en el subsuelo: falta perforar y construir gasoductos. Además, igualan el consumo de los próximos veinte años con las reservas de hoy. ¿Acaso no se descubrirá más gas en el futuro?

“¡Se exporta a un precio irrisorio!”, “¡se ha atentado contra de los intereses del país!”. Mentira. Se vende a México con un precio de valorización en boca de pozo de 0.60 dólares por millón de Unidad Térmica Británica (BTU). El marcador de referencia es el Henry Hub y ahora su valor de transacción es 4.20 dólares por millón de BTU. Para España el precio en boca de pozo es 1.80 dólares por millón de BTU, porque el marcador de referencia es el National Balancing Point y, de esta manera, el precio de transacción es 7.40 dólares en la actualidad.

Para calcular el precio en boca de pozo hay que restar los costos de transporte marítimo, licuefacción y regasificación, etc. Los precios en el mercado internacional se rigen por oferta y demanda, pero los contratos son a largo plazo y los valores suben o bajan seguido.

Quizá para comprender la importancia del negocio hay que repasar la Historia: en 1981 el gobierno de Acción Popular suscribió contrato con Shell para explotar petróleo. Seis años después y sin imaginarlo, Shell descubrió gas: nacía Camisea. En 1988 el gobierno del APRA permitió un acuerdo entre Shell y la petrolera estatal PETROPERU para explotar el gas.

Entonces, el senador Carlos Malpica Silva Santisteban y el ex alcalde del Cusco, Daniel Estrada, se volvieron rabiosos opositores a Camisea. Con denuncias de “atentado contra los intereses nacionales” en el Senado y agitación callejera en Cusco, esa pareja izquierdista se encargó de destruir el acuerdo.

En 1994 se intentó un nuevo convenio entre Shell, Mobil y PETROPERU para explotar el gas, que se rompería cuatro años después por decisión de las primeras. En 1999 la dictadura de Alberto Fujimori instaló la CEPRI Camisea para promocionar el desarrollo del proyecto mediante un esquema segmentado de negocios independientes.

En 2000 el gobierno de Valentín Paniagua concesionó la explotación y distribución de líquidos y gas en Lima y Callao. Dos años después el gobierno de Alejandro Toledo concesionó el transporte y la distribución del gas, completando el esquema. En 2004 empezó la explotación y en 2006 se concesionó la construcción y operación de la planta de licuefacción en Pisco para la exportación. Así nació el proyecto Camisea II.

En la última reunión de expertos energéticos en los Estados Unidos, el Perú fue alabado por su buena política gasífera. Sin embargo, para Herrera Descalzi, Lescano y compañía, mejor imitar a Bolivia o Argentina, donde en defensa de los “intereses nacionales”, el gas se queda en el subsuelo.

Por Gian Carlo Orbezo Salas

Imagen tomada de: http://www.livinginperu.com/

6 thoughts on “Negocio con gas

  1. a venderlo todo…. asi seremos mas ricos y claro le ganaremos a los EEUU y a Europa, VENDO VENDO, hasta lo k sta de bajo del sub subsuelo,pork seguro aparecera massssssssssssss

  2. Saludos Gian Carlo.
    Al igual que tú, he tenido un ojo crítico con respecto al tema de la exportación del gas de Camisea, ya que hay dos bloques de opinión con puntos de vista discrepantes. Por un lado, representantes del gobierno, algunos reconocidos economistas, y por supuesto, representantes de las exportadoras. Por otro, personajes políticos izquierdistas, algunos otros reconocidos economistas, y más representantes de izquierda. Es obvio que cada quien ve la situación según el balance para sí sea positivo o negativo, y eso no es noticia de hoy. Sin embargo, encuentro más fundamentados los argumentos que se oponen a la exportación del gas, los cuales tal vez podrías refutar de manera más efectiva, y no sólo mencionándolos cual frases populistas. Un punto que qusiera mencionar con respecto a esto, es que el precio en boca de pozo si el gas se vende en el Perú va a ser menor al que se tiene que vender a México, por el costo del flete que mencionaste. Tener en el Perú fuentes de energía a un bajo precio, atraería no sólo inversión privada a la industria nacional, sino que impulsaría también a la industria ya existente. Creo que el Gas de Camisea es una gran oportunidad para el Perú de desarrollar su industria, y que no debemos desaprovecharlas limitándonos a ser exportadores de materia prima, como lo hemos estado siendo históricamente. No le veo razón coherente a la prisa de exportar el gas de manera poco rentable, como si nos “quemara la mano”, más para ver que crecer el PBI por unos años. El gas que se queda en el subsuelo no se gasta ni se deteriora. Hay que usarlo de manera inteligente.
    Antes de irme, algo que sí me llama la ateción en tu artículo es el hecho de que menciones la opinión de expertos energéticos en USA, que en este caso no tiene neutralidad.
    Saludos.

  3. Pues, yo creo que todo esto está relacionado con la corrupción. ¿no creen?

    Les pido que piensen un poco, además el gobierno que tenemos es muy radical y corrupto, la democracia no existe.

    Este gobierno no se preocupa en el bienestar del pueblo, sino sólo en robar, vender las riquezas de nuestro país en precios muy bajos, en mayor porcentaje el beneficio no es para los peruanos, si no para los inversores.

    ¿Hermanos peruanos qué estamos haciendo?

    Seamos empresarios y transformemos nuestras materias primas, exportémolos con nuestras propias manos, ya no esperemos mes a mes una propinita que no nos alcanza casi para nada.

    ¡TRABAJEMOS POR NUESTRO PAÍS!

  4. lo que sucede es que el Sr. Orbezo, desconoce completamente el negocio del gas y no se ha informado correctamente acerca de los problemas que se suscitaron cuando se descubrieron las reservas de Camisea y se expresa mal de 2 personas que no pueden defenderse y les da un protagonismo que no tuvieron.
    Cuando Shell descubre el gas de Camisea, PETROPERU era la entidad del estado que manejaba los contratos de exploración y explotación, posteriormente se creo PERUPETRO, que asumió estas funciones, no existía un mercado para el gas natural, tan es así que no se había desarrollado la tecnología de los motores vehiculares que funcionan con gas, la gasolina costaba US$ 0.12 por la demagogia de Alan García y las industrias no estaban interesadas en cambiar su patrón energético, tan es así que acababan de construir el muelle para descargar el carbón colombiano por Conchan.
    El esquema que planteó Shell para explotar el gas de Camisea siempre fué con la participación del estado a traves de Petroperú y lo propuso tal como ahora se lleva a cabo:
    1.-Shell explotaba el gas y los entregaba en su planta de Camisea.
    2.-Se tenía que formar una empresa transportadora, que construya los ductos y en la que Shell participaba con el 40% de capital y el 60% debía ponerlo Petroperú.
    3.-Shell construía la Planta de Fraccionamiento en el Callao.
    4.-Shell entregaba a Petroperú el gas para su comercialización y consecuentemente Petroperu debe asegurarle un mínimo volumen de compra.
    A lo que se opuso el Ing. Malpica fue al factor R, que era el cálculo del monto que la Shell pagaría al estado por explotar el gas de Camisea y estuvo correctamente sustentado que era preferible no continuar con las negociaciones, aparte de que en esos años no había un mercado externo como el de ahora. En consecuencia, no existía la prisa por explotarlo.
    Me ovidaba, el contrato que firmó Shell con Petroperú fue por la exploración de petróleo y no de gas, consecuentemente no había legislación para la explotación del gas y había que realizar una adecuación del contrato firmado.

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