Post-terrorismo

¿La sociedad peruana está preparada para la progresiva excarcelación de antiguos militantes de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA)?

¿Por qué la excarcelación? Porque fueron condenados antes de 1992, año en que la dictadura de Alberto Fujimori aprobó sus decretos leyes antiterroristas, y purgaron prisión o recibieron condena después de 1992 y accedieron a nuevos juicios bajo la legislación de 2003.

A diferencia de lo que dicen políticos o periodistas que alientan la paranoia y hacen apología a la “mano dura”, la legislación antiterrorista de Fujimori, que permitió “jueces sin rostro” y juicios a terroristas en el fuero militar, metió al Perú en líos por extra-constitucional (Fujimori había derogado la Constitución de 1979 y aún no existía la de 1993) y violatoria del debido proceso.

Pronto varios casos llegaron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y en 1999 la dictadura de Fujimori retiró al Perú de su competencia contenciosa. Sin embargo, tras volver la democracia y someternos nuevamente a la Corte, en 2003 el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional la legislación antiterrorista de 1992, ordenó nuevos juicios en el Poder Judicial e instó al Congreso aprobar una nueva legislación o los presos saldrían libres.

El Congreso delegó facultades legislativas al Poder Ejecutivo y rápidamente el gobierno de Alejandro Toledo aprobó la nueva legislación antiterrorista, incluyendo un decreto legislativo que permitía otorgar beneficios penitenciarios o libertad condicional. Ese decreto fue derogado en 2009, pero algunos ex terroristas condenados –incluso antes de 1992- se acogieron legítimamente a uno de esos derechos y la excarcelación es posible.

Recuerdo la principal razón que tuve para apoyar el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (además de la esmerada recopilación historiográfica) en 2003 fue porque dijo una verdad que aún pocos quieren oír y ahora comprendo mejor: Sendero Luminoso y el MRTA son el producto temporal de una sociedad peruana empobrecida, violenta y politizada. Los terroristas no fueron marxistas locos en un país de fantasía, que tomaron las armas y empezaron a matar: sin obviar responsabilidades individuales, son resultado de una época reciente de excesiva ideologización (muchos ex terroristas aún se consideran “revolucionarios”), grandes desilusiones y profundos odios.

Si muchos siguen creyendo que el problema fueron sólo los terroristas y no el terrorismo como accionar político y consecuencia social, nunca se resolverán las causas que provocaron tanto dolor y sufrimiento: la intolerancia, el dogmatismo (el marxismo “de manual” aún vive en las universidades estatales), la violencia y la fragilidad del imperio de la ley.

Fácil es pedir la popular “mano dura”, pero “taparíamos el Sol con un dedo” y no haríamos justicia a los sesenta y nueve mil muertos y desaparecidos durante ese período: policías, militares, ronderos, campesinos, políticos, empresarios, sindicalistas, periodistas, etc.

Por Gian Carlo Orbezo Salas

Imagen: Foto de Lori Berenson. Fuente: http://kargozini.pnu-ac.ir/

2 thoughts on “Post-terrorismo

  1. Buenas tardes: Yo no entiendo cómo es que muchos apristas y fujimoristas hablan de aplicar mano dura contra los terroristas (tema sobre el cual no deseo profundizar por ahora) y no se preocupan por reparar a los ronderos y otros campesinos que perdieron la vida en defensa del Estado y de la democracia, y que fueron vitales para la derrota del terrorismo en sus bases de poder. Estos ronderos deben ser rezarcidos, sobre todo económicamente; debemos retribuir a quienes nos defienden, para aspirar a una sociedad justa y respetable. Un abrazo. Diego.

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