El pasado lunes 19 de abril, el Senado de Arizona aprobó una polémica ley para criminalizar la inmigración de indocumentados. Posteriormente, la gobernadora del Estado se encargó de promulgarla. Las reacciones en contra de la misma han sido masivas, desde marchas en diversas ciudades de Estados Unidos hasta comunicados de distintos gobiernos en América Latina condenando la ley e incluso palabras críticas del propio Presidente Barack Obama. La ley es en parte reflejo de la falta de una política migratoria a nivel Federal en los Estados Unidos, que ha dejado el espacio abierto para que los Estados empiecen a tomar decisiones radicales en la materia. Esta ley no solo bordea lo inconstitucional, si no que discrimina contra los cientos de miles de latinoamericanos en el Estado, y podría establecer precedentes que marquen el futuro de la política migratoria norteamericana.

La inmigración en Estados Unidos

Por más irónico que hoy parezca, los Estados Unidos es un país creado en base a la inmigración. Desde su independencia se convirtió en tierra de oportunidades para gente proveniente de todos los rincones del mundo, aceptando la libertad de expresión, religión y cultura que muchos otros países negaban en la época. La llegada de millones de personas continuó a lo largo de su vida independiente, recibiendo abiertamente a inmigrantes de todas las regiones hasta después de la Segunda Guerra Mundial.

Fue en parte esta mezcla de tradiciones, esta libertad de movimiento y pensamiento, de tolerancia producto de la convivencia, lo que contribuyeron a hacer de Estados Unidos el poderosos país que hoy es. Sin embargo, muchos parecen haber olvidado este pasado y hoy su apertura a Latinoamérica es cada vez más estrecha.

La falta de oportunidades en América Latina y el Caribe, las crisis sociales y económicas que vivimos en los 80s, la inseguridad, y la migración en cadena han hecho que para el 2004, más de 18 millones de migrantes nacidos en nuestra región residan en Estados Unidos. De estos, se estima que más de la mitad viven y trabajan en el país sin la documentación adecuada (10 millones).

Los números son indiscutibles: los latinos o hispanos constituimos hoy la minoría más grande dentro de los Estados Unidos.

La falta de una política migratoria

A pesar de la magnitud de esta realidad, poco ha hecho el gobierno federal de los Estados Unidos para hacer frente a la situación. Millones de inmigrantes continúan viviendo ilegalmente, en condiciones muchas veces inhumanas debido a su situación migratoria. No estaría bien decir que esto culpa del gobierno americano: nuestros Estados y los propios ciudadanos que se aventuran a ir en contra de la ley tenemos también una gran responsabilidad. Las causas y consecuencias de la migración son complejas, sin embargo, lo certero es que la problemática es real, y por lo tanto es necesario que los líderes de los países más afectados actúen al respecto.
Como el propio Obama ha reconocido, “El gobierno federal ha estado ausente en el tratamiento de la inmigración y eso ha llevado a tomar iniciativas mal encaminadas que contradicen las nociones básicas de justicia y equidad de nuestra nación”.

En este sentido, las acciones a tomar, tratándose de un país democrático que se llama protector de los derechos humanos, deben considerar la dignidad de todos los involucrados en el problema.

La ley de Arizona S.B. 1070.

La ley en cuestión convierte a Arizona en el primer estado de EE.UU. en criminalizar este tipo de inmigración. Según establece, permitirá a la policía local arrestar a inmigrantes indocumentados, sólo porque exista una “sospecha razonable”. Gran parte del debate deviene de esta famosa frase: ¿qué quiere decir sospecha razonable? ¿No bastará, acaso, con que alguien se vea físicamente latino?

Actualmente, la policía sólo puede preguntar sobre el estatus migratorio de un individuo si éste es sospechoso de haber cometido algún crimen. Con la nueva ley, las fuerzas de seguridad de Arizona tienen el mandato de buscar y arrestar a todo aquel inmigrante que no tenga sus papeles en regla para residir en el país.

Además, la ley afectará también a toda la sociedad, legal o no, ya que todo aquel que transporte a alguien sin papeles estará cometiendo un crimen, así como quien los contrate.

El futuro

Esta ley ha ocasionado fuertes reacciones en la comunidad Latina en los Estados Unidos, en los gobiernos de nuestra región, en grupos defensores de los migrantes y derechos humanos. Por su parte, el Congreso peruano ya rechazó la ley y ha expresado que dicha norma “fomenta el odio y la discriminación a los inmigrantes”. La cancillería está en proceso de realizar un diagnóstico sobre la situación de los peruanos en Arizona.

Si los miles inmigrantes sin documentación que residen en Arizona llegasen a ser deportados, los problemas no desaparecerán. Niños y niñas nacidos en Estados Unidos abandonados, migración a otros Estados, cambios económicos y protesta social son solo algunas de las consecuencias.

Si la presión política y de la sociedad civil logrará que Arizona decida revocar la ley, aún no se sabe. La semana pasada la Gobernadora del Estado le hizo ya algunos cambios menores para responder en contra de las protestas y sin embargo, estas no han cesado. Estamos en una coyuntura decisiva dónde la unión de los latinoamericanos podría ser lo suficientemente fuerte para evitar una realidad discriminatoria para todos. Pase lo que pase, esta historia marcará un precedente.

Mariana Costa

Fuentes:
http://www.bbc.co.uk/mundo/internacional/2010/04/100423_arizona_ley_inmigracion_obama_jp.shtml

http://www.eclac.org/celade/noticias/paginas/1/26021/Migracion_conceptual_CELADE.pdf

http://elcomercio.pe/noticia/469945/modificacion-ley-arizona-aun-permitira-detencion-sospechosos-ilegales

Imagen:
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/05/03/AR2010050300660.html