La Reforma de la ONU

Creada hace más de 60 años, la Organización de las Naciones Unidas ha cumplido un papel fundamental como plataforma de relación entre Estados, tanto potencias como países en desarrollo. Sin embargo, la ONU se enfrenta a un mundo, y a un sistema internacional radicalmente diferente que al de 1945. La reforma se hace imprescindible, pero para los Estados, especialmente los más poderosos, la reforma no debe ir en contra de sus intereses particulares.

La Organización de las Naciones Unidas fue creada en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial. La ONU tiene cuatro propósitos, según la Carta de las Naciones Unidas:

“mantener la paz y la seguridad internacionales, fomentar entre las naciones relaciones de amistad, realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales y la promoción del respeto de los derechos humanos y servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones”.

El proceso de globalización creciente ha causado el cuestionamiento al orden en el que nace la Organización de las Naciones Unidas. Es decir, un orden en el que los Estados son los únicos actores con soberanía jurídica, que se ven enfrentados a amenazas militares provenientes de otros Estados. Por lo tanto, en este orden, la respuesta a las amenazas militares externas era, a su vez, la fuerza militar.

No obstante, el panorama ha cambiado de forma, probablemente, irreversible. Los Estados ya no son los únicos actores en el panorama internacional, con el aumento de la interacción transfronteriza entre los actores subestatales, no necesariamente con el control o conocimiento de la autoridad estatal central. Las amenazas dejan de ser militares y provenientes de actores externos, y en este nuevo panorama, las guerras civiles, el hambre y las desigualdades son mayores peligros para la estabilidad de un país.

A esto se suma la pérdida de importancia del territorio geográfico como fuente de poder, y la configuración de un derecho supranacional. Es decir, mientras que antes el derecho internacional se derivaba de los tratados firmados por los Estados, y no existía derecho por sobre los Estados, ahora existe un derecho internacional que erosiona la soberanía estatal.

Es en este contexto que la reforma de la ONU se convierte en una necesidad más que en una opción. Esta reforma se inserta en la colisión constante entre la lógica estatal y la lógica de una gobernabilidad democrática global. Sin embargo, las demandas de reforma de la Organización de las Naciones Unidas dependen de los intereses de los Estados miembros. Frecuentemente, es la falta de voluntad política la que paraliza y ocasiona el fracaso de los intentos de reforma. Esto ocurre debido a que una reforma de la ONU y su reforzamiento puede considerarse como una amenaza hacia los intereses de cada Estado miembro. Sobre todo, puede tomarse en cuenta para aquellos Estados miembros del Consejo de Seguridad – EEUU, Gran Bretaña, China, Rusia y Francia.

Las propuestas de reforma de la ONU, según Jorge Nieto, pueden ser divididas en cuatro áreas: democracia y desarrollo; burocracia y administración; Consejo de Seguridad; y paz y seguridad. A continuación, un breve repaso de cada una de estas cuatro áreas.

Democracia y desarrollo

Es en esta área que se puede distinguir claramente las diferencias entre los objetivos de los países del primer mundo y los países en vías de desarrollo. Los países en vías de desarrollo plantean ver los temas relacionados al desarrollo en la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) dado que en ella la premisa es “un Estado, un voto”. Mientras tanto, los países del primer mundo se ven favorecidos por la predominancia del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional como espacios de toma de decisiones. Esto ocurre debido a la influencia de las potencias sobre estas instituciones financieras internacionales.

La democratización de la ONU resulta ser un objetivo bastante complejo debido a la necesidad de voluntad de los países miembros para llevar a cabo la reforma, como fue mencionado anteriormente. Mientras el Consejo de Seguridad es claramente un órgano no democrático, la democracia dentro de la Asamblea General también puede ser puesta en entredicho. A pesar de existir un voto por cada Estado en esta última, países con la misma cantidad de población tienen el mismo peso, además de que gobiernos no democráticamente elegidos tienen el mismo voto que gobiernos democráticamente elegidos.

Ante la complejidad que dificulta las propuestas de democratización, la transparencia en los procesos de toma de decisiones parece ser un posibilidad viable.

Burocracia y administración

Al observarse los logros más significativos de la reforma de la ONU hasta el momento, estipulados en su página web, las reformas administrativas y burocráticas han concentrado los mayores esfuerzos. Además, han sido los más fructíferos. Como respuesta ante las críticas de ineficiencia y corrupción, se han efectuado cambios en la estructura de la Secretaría. Asimismo, se realizaron reformas presupuestarias y financieras así como cambios en el sistema de adquisiciones y gestión de recursos humanos. El proceso de reforma burocrática y administrativa comenzó en 1992, cuando el secretario general Boutros Boutros-Ghali inició una primera ronda de reformas.

Sin embargo, Nieto plantea que estas iniciativas, antes que tener como objetivo mejorar la eficiencia de la ONU, están dirigidas a “retirar la organización de esferas cuyas actividades pueden correr en sentido contrario a los intereses del mundo desarrollado”. De esta forma, agencias con actuaciones eficientes y progresistas terminan siendo eliminadas por motivos de recortes presupuestarios, con el fin de “hacer a la organización menos responsable ante la mayoría de su membresía, simbolizada por el alejamiento de la ONU de la ayuda al desarrollo y por un acercamiento más tecnocrático a éste”.

Consejo de Seguridad

El Consejo de Seguridad de la ONU está conformado por 15 miembros, de los cuales 5 son miembros permanentes con derecho a veto, y 10 son miembros no permanentes, sin derecho a veto. El Perú es actualmente uno de los 10 miembros no permanentes del Consejo. Tiene como función la resolución y prevención de conflictos. La estructura del Consejo de Seguridad refleja la situación en la Guerra Fría, y no a un mundo multipolar como en el que vivimos actualmente. Las críticas al Consejo se centran principalmente en la (falta de) representación y en el poder de veto.

No obstante, con la surgimiento de terrorismo de alcance global –Al Qaeda- y después del 11 de setiembre del 2001, el tema de la seguridad ha recobrado su importancia, y con él, el Consejo de Seguridad de la ONU. La reforma del Consejo de Seguridad se centraría en hacerlo más efectivo, representativo y legítimo.

Pero, ¿cuál sería el camino a seguir para la reforma del Consejo? El aumento de países en el Consejo de Seguridad puede terminar por hacer más complicado y lento el proceso de toma de decisiones, pero los países desarrollados exigen una mayor representación. Estas demandas son obstaculizadas por aquellos países que detentan más poder en el Consejo.

Respecto al veto, no puede ser eliminado porque se necesitaría el apoyo de los países con veto, y su ampliación a países que se perfilan como potencias mundiales o regionales depende de los 5 miembros permanentes. Dentro de estas potencias se encuentran Japón, Alemania, Brasil, India y Nigeria. Sin embargo, las enemistades pueden poner trabas a la incorporación de estos países al Consejo, como es el caso de China y Japón.

Paz y seguridad

Debido a los cambios en el panorama internacional después de la Guerra Fría, las misiones de seguridad también cambiaron de naturaleza. En octubre del 2000, la ONU publicó el llamado “Informe del Grupo sobre las Operaciones de Paz de las Naciones Unidas”, o informe Brahimi ya que el grupo fue presidido por Lakhdar Brahimi. En él, se plantea que, a diferencia de períodos anteriores, las operaciones de la ONU no se desplegan en situaciones posteriores a conflictos. Más bien, se esfuerzan en crearlas.

La última iniciativa de reforma ha sido el incremento de las operaciones de mantenimiento de paz. Entre las recomendaciones del informe Brahimi se encuentra la “necesidad de una doctrina robusta y de mandatos realistas”, sumada al apoyo estratégico de los Estados miembros de la ONU. Se plantea un despliegue rápido de las operaciones. Dentro de éste, se específica que debe darse dentro de los 30 días siguientes a la adopción de una resolución del Consejo de Seguridad, o dentro de los 90 días siguientes en caso de operaciones complejas.

Además, también se sostiene la necesidad de alianzas regionales que permitan una cooperación más cercana con poderes regionales y mecanismos de seguridad regional colectiva. Por otro lado, el informe Brahimi llama a la creación de brigadas permanentes, con la colaboración de los Estados miembros. Sin embargo, la aplicación de esta última propuesta se dificulta dado que, para los Estados miembros, puede considerarse como la creación de una fuerza militar rival, que no necesariamente estará a favor de los intereses estatales.

Un problema fundamental para el mantenimiento de paz es la definición de lo que puede ser considerado como “terrorismo”. La discusión alrededor de esta definición va más allá de un debate académico, se trata de un debate político: ¿se debe incluir el terrorismo de Estado? ¿Se deben incluir los actos de resistencia contra la ocupación estadounidense?

La reforma de la ONU es bastante más compleja de lo que puede considerarse a primera vista. Ciertamente, hay demasiados intereses involucrados en estas propuestas de reforma, al menos intereses de los 191 Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas. Dependerá en gran medida de la voluntad política de estos países miembros, que responde en primer lugar y ante todo a la lógica estatal propia.

Ver también: Las misiones de paz de la ONU

Bibliografía:

Nieto Montesinos, Jorge. La gobernabilidad democrática global y las reformas de algunas instituciones internacionales. Centro Internacional para una Cultura Democrática.

Página web de la reforma de las Naciones Unidas: www.un.org/spanish/reforma

Mariana Olcese

13 thoughts on “La Reforma de la ONU

  1. hola soy de venezuela estudiante del ultimo año de la carrera de Derecho me parece interesante su articulo, estoy realizando mi tesis sobre la influencia y el rol de los miembros no permanentes del consejo de seguridad de la ONU….
    me gustaria saber si tienen algun articulo mas especifico sobre el tema para investigar gracias….

  2. hola como estas me gusto tu pagina espero y tengas otras porque gracias a tu pagina ya pude hacer mi tarea espero que mas visiten tu pagina yo la voy a recomendar espero y tengas mas informacion mas detallada sobre los paises que conforman la onu

  3. Soy estudiante de 2do año de Derechos y Ciencias politicas de la universidad nacional de Panamá. me parece bueno la pagina porque informa y me ha servido para una invastigación de Derecho Internacional Público y cabe mencionar que estoy de acuerdo con las reformas que se le hagan a la ONU ya que la sociedad va avanzando cada vez más.lo único que me preocupa es sobre el comentario de Bertrand Rancharan alto comicionado de las naciones unidas cuando dijo que: “la universalidad de ls derechos humanos continuan siendo más formal que real”. y eso es lo que debemos de cambiar.

  4. Hola, buenos tardes.Soy de Venezuela, estudiante de Derecho ya en trabajo de grado, pero antes que nada debo decir que me resulto interesante y bastante conveniente el artículo, puesto que no raya en el limite del desecho de la ONU como he encontrado en otros, por otro lado y siguiendo con lo expuesto a principio, me gustaría saber los datos de dicha publicación, puesto que me resultará bastante útil para mi trabajo de grado. Muchas gracias y felicidades por el artículo.

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