Crónica semanal (28 de marzo al 3 de abril)

Esta semana el juego de silencios y apuestas políticas de los principales líderes ha dado un giro inesperado. El lunes 29 el alcalde de Lima, Luis Castañeda, confesó que aún no tenía decidido a quién apoyaría en la clave elección para sucederlo en la capital. Que Castañeda no diera su opinión no hubiera sido noticia si no fuera porque la elección de noviembre en Lima se decidirá entre Lourdes Flores, su otrora aliada, y Alex Kouri, quien complotó contra él desde la salita del SIN.

Castañeda dijo que antes de decidir a quién apoyar tenía que conocer los planteamientos de casa candidato. Sin embargo, la negativa de Castañeda a comprometer su apoyo tiene que haber sentado mal en los predios pepecistas, donde un apoyo firme del popular alcalde hubiera sido más que bienvenido. Lourdes respondió que Castañeda actuaba de manera correcta, ya que mantenía la neutralidad que el cargo requería (fuente: El Comercio, 30/03/2010). Lourdes no había querido entender el mensaje del burgomaestre: Castañeda no hablaba de neutralidad, su apoyo lo daría a conocer, sólo que más adelante.

A comienzos del verano, cuando la figura presidencial de la lideresa del PPC se derrumbaba en las encuestas, la plana mayor de Solidaridad Nacional, el partido de Castañeda, apoyaba con entusiasmo la candidatura edil de Lourdes. Si la ex candidata presidencial pasaba a la liga municipal, el espacio de centro-derecha quedaba más abierto para que Castañeda diera el gran salto en abril de 2011. Luego de meditar su posición, Lourdes aceptó bajar al terreno edil y cambió su discurso en clave nacional por uno de gestión municipal.

¿Qué pasó desde entonces? ¿Por qué no se reactivó la alianza Unidad Nacional como se barajó en un primer momento? La primera hipótesis es que a Castañeda no le cayó bien los coqueteos de Lourdes y el PPC con Alejandro Toledo. Si el ex presidente se sumaba al frente de la decencia contra la corrupción propuesto por Lourdes, Castañeda lo tendría de aliado en 2010 pero luego de rival en 2011. ¿No sería una alianza poco coherente? Además, ¿Toledo restaría o sumaría votos?

La segunda hipótesis es que no ha pasado nada, que el entendimiento Castañeda-Flores se mantiene, al menos de manera tácita, y que la negativa del alcalde a dar su apoyo explícito a Lourdes responde a los tiempos preelectorales. Castañeda apadrinaría la candidatura de Lourdes una vez que esta se oficialize en el congreso pepecista de este mes. En esta constelación, los alcaldes limeños que fueron elegidos por Solidaridad en el 2006 se mantendrían en Unidad Nacional en vez de ir con el sol como símbolo.

La tercera hipótesis es que a Castañeda le ha asustado que Lourdes no despegue en las encuestas municipales y que él haya caído tres puntos pese a que Lourdes ya no figura en la carrera presidencial. Si bien en el último sondeo de Apoyo, la ex legisladora le saca cinco puntos a Kouri, éste tiene mejor percepción en todas las categorías de gestión. Lourdes sólo aventaja al ex presidente regional en percepción de honestidad, lo que indicaría que la dicotomía decencia-corrupción estaría funcionando. Sin embargo, ¿sería una campaña planteada en esos terminos suficiente para ganar, más aún cuando Kouri puede exhibir logros concretos en la administración minicipal?

Castañeda, sabe que Kouri es el político que más se le parece. Ambos dejaron sus militancias originales para formar movimientos propios y ambos han forjado una carrera hablando poco a los medios y haciendo mucho. Ninguno de los dos es muy partidario de la transparencia, pero sí del presidente García, de quien son amigos y de quien buscan ese apoyo político que sólo Alan sabe dar para que no gane el candidato que le disgusta. Tantas coincidencias deben ser atractivas para Castañeda, quien debe ver en Kouri una versión un poco más carismática y quizá más astuta de él mismo. El suyo sería el frente de la gestión.

Sin embargo, si la tercera hipótesis es la que más se acerca a la realidad y Castañeda está realmente evaluando apoyar a Kouri, se trata de una apuesta muy riesgosa, incluso más riesgosa que apoyar la candidatura de Lourdes. Para empezar, Kouri ya ha recibido el apoyo del fujimorismo de Keiko, quien lo ha salido a defender de quienes lo acusan de montesinista. En ese contexto, el apoyo a Kouri implicaría un acercamiento a Keiko Fujimori, su rival directa en la derecha, algo difícil de justificar.

Por otro lado, si Castañeda y Kouri se parecen tanto, el alcalde se beneficiaría más de alguien que le ayude a contrarrestar sus bemoles. Pese al caso Cataño, Flores mantiene una imágen de honestidad que Castañeda ha perdido administrando la capital. Además, una alianza con el PPC sería coherente, ya que esta lleva, con algunas interrupciones, casi diez años.

Llegado el momento, Castañeda tendrá que hacer una apuesta arriesgada. Si apoya a Lourdes, la posibilidad de que ella gane será mayor y él se podrá tomar la foto ganadora. Nada mal seis meses antes de las presidenciales. Si apoya a un Kouri ganador, tendrá que compartir la foto con Keiko, o no habrá foto al fin y al cabo. La última vez que hubo un proceso municipal poco antes de una elección presidencial fue en 1989, cuando el independiente Ricardo Belmont derrotó en Lima al candidato del FREDEMO. Vargas Llosa corrió a tomarse la foto con Belmont, pero a los pocos meses Fujimori lo derrotaba categóricamente en las urnas.

Ignazio De Ferrari

One thought on “Crónica semanal (28 de marzo al 3 de abril)

  1. EN EL PERU HACE FALTA LLEVAR UN CODIGO DE ETICA O DEONTOLOGIA,POR QUE AQUI LAS COSAS ESTAN CADA VEZ MAL,EN LO QIE CONCIERNE EN LO MORAL Y SOCIAL

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