La rebelión de Iquicha y el proyecto republicano

Basta con escuchar el himno nacional para conocer la interpretación tradicional de la independencia: El peruano “oprimido” y “condenado a una cruel servidumbre” levanta “la humillada cerviz” y exclama, eufórico: “¡somos libres!” La historia es más compleja. La rebelión indígena de 1827 en Iquicha (provincia de Ayacucho) rechazaba la república y reclamaba nada menos que el retorno de la monarquía española. A continuación, una indagación histórica.

Contexto histórico

En la década de 1820, el Perú contaba con aproximadamente un millón y medio de habitantes, de los cuales casi dos tercios (alrededor de novecientos mil) eran considerados indígenas. En conformidad con la idea republicana que subyace a la independencia, el libertador San Martín prohibe hablar de “indios” o “indígenas” – en adelante, todos habrían de ser considerados iguales, es decir, “peruanos” y con los mismos derechos (Contreras y Cueto ²2000, 76; Basadre, 161).

Pero, en la realidad, las diferencias seguían siendo notorias. El idioma materno de la población indígena no era el castellano, la mayoría ni siquiera podía comunicarse en el idioma oficial. Por otro lado (y en esto nada ha cambiado), la población blanca y mestiza de la costa no mostraba interés en aprender el quechua. La mayor parte de la población indígena vivía de una agricultura a nivel de subsistencia. Si había excedentes, estos se trocaban en las ferias regionales (Contreras y Cueto ²2000, 76). La autosubsistencia y el trueque constituían enclaves económicos aislados del resto del país, de modo que la economía nacional era precaria.

Con la fundación de la República, en 1821, José de San Martín había abolido el tributo colonial sobre los indígenas. Pero solo cinco años después, el tributo volvió a instaurarse bajo el nombre de “contribución” indígena (Bonilla 2001, 177). Fue esta contribución la que obligó a muchos indígenas a vender su mano de obra y trabajar en los centros mineros aledaños. Una parte menor trabajaba en haciendas bajo un régimen conocido como “yanaconaje”. Los yanaconas recibían, por parte de un terrateniente, una parcela para la autosubsistencia y a cambio de ello debían trabajar en las tierras del hacendado por una determinada cantidad de días al año. No recibían dinero, pero el hacendado solía hacerse cargo del pago de la contribución (Contreras y Cueto ²2000, 77).

La contribución indígena fue un factor importante para la constitución económica de la República. Un cálculo hecho para el año 1829 estima que casi 13 por ciento del presupuesto anual se financiaba mediante este tributo. Entre 1839 y 1845, el tributo ya sostenía más de un tercio del presupuesto nacional (Bonilla 2001, 177-178). Fue recién en 1854, con el “boom” del guano, que Ramón Castilla abolió este tributo.

El Perú independiente se construyó sobre un modelo fuertemente centralista. No solamente estaba la reintroducción del tributo indígena. El gobierno central también se arrogó el derecho de nombrar las autoridades locales.

Las tres fases de la rebelión

La rebelión de Iquicha no se podría explicar sin los factores mencionados. En efecto, los rebeldes exigían la abolición de la contribución. Pero ello no pudo haber sido el único motivo, pues ya hemos visto que el tributo indígena también existía en la Colonia. ¿Por qué, entonces, el deseo de regresar al orden colonial?

Antonio Huachaca, líder de la rebelión, expresa sus motivos en una carta dirigida al Prefecto de Ayacucho, en 1826:

salgan los señores militares que se hallan en ese depósito robando, forzando a mujeres casadas, doncellas, violando hasta templos, a más los mandones, como son el señor Intendente, nos quiere acabar con contribuciones y tributos (…) y de los (sic) contrario será preciso de acabar con la vida por defender la religión y nuestras familias e intereses (Bonilla 2001, 155).

Antonio Huachaca era una campesino indígena que había luchado por la causa española, enfrentándose a los independentistas cuzqueños, en 1814. En recompensa por sus servicios, había alcanzado el grado de General de Brigada en el Ejército Real del Perú. En la carta aquí citada queda claro que, más allá de los tributos, Huachaca ve a las fuerzas independentistas y patriotas como un extrañas, abusivas y hasta paganas.

En efecto, los independentistas habían saqueado iglesias (Bonilla 2001, 159). Más allá de estas circunstancias, es notorio que los indígenas hicieran de la religión católica una causa suya.

Pero volvamos al escenario de la rebelión. Antonio Huachaca estuvo acompañado por otros líderes, todos ellos indígenas a excepción del francés Nicolás Soregui, comerciante y ex oficial del Ejército Español en Perú. Según un testimonio, las fuerzas rebeldes sumaban 1500 hombres. Según otro, llegaban a 4400 (Bonilla 2001, 162). Todos coinciden en que la mayoría de rebeldes provenían del distrito de Iquicha, provincia de Ayacucho. Contrariamente a lo que se podría suponer, ninguno de los líderes rebeldes eran caciques. Más bien, se trataba de comerciantes o arrieros (Bonilla 2001, 167). También hubo participación indirecta de españoles y mestizos. Estos no fueron protagonistas, pero ayudaron en la organización y la propaganda (Bonilla 2001, 153).

La primera fase de la rebelión se da entre marzo y diciembre de 1825 cuando los indígenas de Iquicha se movilizan, pero son contenidos rápidamente por el ejército patriota que se encontraba en Huanta. La paz sería muy corta. En enero de 1826 se produce otra movilización que también protesta contra el cobro del diezmo de la coca. Cabe resaltar que la región de Ayacucho y, especialmente la de Huanta, vivía del comercio de la coca. Éste les aseguraba una posición económica relativamente buena (Bonilla 2001, 152).

En junio de 1826, los rebeldes bajo el comando de Huachaca y Soregui logran tomar el pueblo de Huanta convirtiéndolo en centro de operaciones. Luego, y con el apoyo de dos fracciones desertoras de los Húsares de Junín, intentan tomar Huamanga (Ayacucho), pero son derrotados por la guarnición de la ciudad. En julio de 1826, el general y Presidente del Consejo de Gobierno Andrés de Santa Cruz viaja personalmente a Ayacucho para combatir a los rebeldes.

La tercera fase de la rebelión se inicia en noviembre de 1827 cuando los rebeldes de Iquicha vuelven a tomar Huanta, manteniendo la ciudad bajo su control por dos semanas. A continuación, los iquichanos atacan nuevamente Ayacucho, pero son derrotados una segunda vez. Esta derrota marcaría el fin del movimiento. Hasta junio de 1828, todos los líderes con excepción de Huachaca son apresados. En diciembre del mismo año, Soregui y otros tres líderes son condenados a muerte. Dos años después y ante la apelación presentada por los inculpados, la Corte Superior de Justicia del Cusco anula todas las sentencias de muerte y Soregui es desterrado por diez años junto a otros líderes (Bonilla 2001, 150-151).

Antonio Huachaca, en cambio, siguió participando en enfrentamientos, aunque esta vez entre caudillos militares. En 1838, Huachaca es rehabilitado al ser proclamado Juez de Paz y Gobernador del distrito de Carhuaucran, lo cual motivó un irónico comentario de una autoridad local. Califica a Huachaca de

Jefe Supremo de la Republiqueta de Iquicha, con insulto del gobierno peruano y de sus leyes (Bonilla 2001, 154).

Comentarios finales

Según el historiados Heraclio Bonilla, las interpretaciones de la rebelión de Iquicha suelen inclinarse hacia dos extremos: El primero sostiene que la opresión de los indígenas durante la colonia habría desencadenado un proceso de alienación que los hacía indiferentes frente a las nuevas ideas republicanas. Esta tesis es compatible con la interpretación marxista presentada por Carlos Iván Pérez Aguirre en 1982:

Centurias de experiencia y de lucha de clases han demostrado que [los campesinos indígenas] sólo pueden colmar su reivindicaciones, especialmente su derecho a la tierra, bajo la dirección de la burguesía revolucionaria y, cuando ha caducado su rol histórico, sólo bajo la dirección del proletariado.

La segunda intepretación, en cambio, sostiene que los iquichanos rebeldes siempre tuvieron presentes la noción de la república. Desde esta perspectiva, la rebelión “ocultaba el deseo de sus líderes por encontrar reconocimiento y lugar en el nuevo ordenamiento” (Bonilla 2001, 166).

Tal como sostiene Bonilla, sería demasiado simple hablar de los rebeldes iquichanos en términos de “víctimas” o “héroes”. Si bien los iquichanos estuvieron apoyados por blancos y mestizos, la lucha fue conducida y ejecutada por indígenas, siendo ellos ex soldados, comerciantes y arrieros. De modo que no se les puede clasificar como simples víctimas. Por otro lado, tampoco es convincente asignarles conciencia republicana cuando ellos declaraban explícitamente su apego a Fernando VII, rey de España.

Una interpretación adecuada debe intentar conciliar ambos extremos. Al final, probablemente, la rebelión se debió a una conjunción de factores, todos ellos importantes. Están los factores económicos (contribución indígena, diezmo de coca), está la independencia precaria con la situación de guerra entre realistas y patriotas y los arriba mencionados abusos de los patriotas, está el centralismo limeño. Todos estos factores debieron haber contribuido a que el proyecto republicano sea percibido como excluyente y extraño a los propios intereses. Bonilla cuenta cómo el prefecto de Ayacucho, Pardo de Zela, reportaba a su superior, en junio de 1827, lo que los pueblos de su jurisdicción reclamaban frente a la nueva autoridad: “costumbre, señor: costumbre” (Bonilla 2001, 153).

En todo caso, podemos constatar una brecha entre el proyecto republicano (igualdad ecónomica, social y jurídica) y la realidad. Jorge Basadre cita el manifiesto del Congreso Constituyente de 1822 que fuera proclamado por Luna Pizarro, Sánchez Carrión y Mariátegui:

Vosotros indios sois el primer objeto de nuestros cuidados. Nos acordamos de lo que habéis padecido y trabajamos para haceros felices. Vais a ser nobles, instruidos, propietarios y representaréis entre los hombres todo lo que es debido a vuestras virtudes (Basadre, 161).

Hoy en día ya no hablamos de indígenas, pero el 50 por ciento de ciudadanos peruanos que viven en condición de pobreza material y social siguen estando al margen de la igualdad proclamada.

Por Evaristo Pentierra

Bibliografía:

Basadre, Jorge (sin fecha): Historia de la República del Perú, 1822-1933. Tomo I. Edición del diario La República y la Universidad Ricardo Palma, sin lugar.

Bonilla, Heraclio 2001: Metáfora y realidad de la Independencia en el Perú. Instituto de Estudios Peruanos, Lima.

Contreras, Carlos y Marcos Cueto ²2000: Historia del Perú contemporáneo: Desde las luchas por la Independencia hasta el presente. Instituto de Estudios Peruanos y Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú.

36 thoughts on “La rebelión de Iquicha y el proyecto republicano

  1. La división de la clases sociales se han mantenido desde épocas inmemoriables, no es raro que nuestros gobernantes no se preocupen por los más pobres, por que nunca lo han vivido; o si lo han superado, se olvidaron que la vaca fue ternera… y los mas vulnerables son la clase que menos tiene y esto va a continuar hasta que haya algún día en que alguien tenga verdadera conciencia moral, social, politica y humanitaria.

  2. Este articulo confirma algo q pienso, cualquier gobierno q quiera hacer de este pais una verdadera naciòn moderna, debe comenzar por “nivelar” a TODOS los ciudadanos economicamente y juridicamente, el problema con el campesinado actual (herederos de los indios) es q no se siente integrados a la republica, y esa falta de integracion se ha hecho extensiva a los otros sectores marginales.
    La igualdad de oportunidades ante la ley debe ser un hecho, el gobierno q lo haga sera verdaderamente revolucionario, pues ese es el punto donde falla este pais.

  3. Excelente artículo acerca de un pasaje de nuestra historia, para mí, absolutamente desconocido. Echa algunas luces a nuestra oscura búsqueda de nuestra (¿mal llamada?} identidad nacional.
    No estoy de acuerdo con el término “indio”, para referirse al nativo peruano. Creo que sería muy atrevido de mi parte el convocar a todos (estudiosos, estudiantes, en fin) para encontrar un término acorde a nuestros orígenes.
    Gracias.

  4. Muchas gracias por los comentarios. Es cierto, el término “indio” es problemático en tanto está asociado con toda una historia de exclusión y denigración. Por eso, he preferido usar el término “indígena” con el cual se autodefinen los movimientos autóctonos en Ecuador y Bolivia.

    Saludos

  5. Estimados señores:
    Desearía saber la ley o el decreto de creación del distrito de Iquicha y la fecha exacta de su publicacion.
    Cordialmente,

    Wens Silvestre

  6. Señor Evaristo Pentierra. Me ha interesado su articulo. Le envio uno mio sobre el mismo tema que publique en 2002.
    espero que le pueda interesar.

    Atentamente

    Fernán Altuve-Febres

  7. Estimado Evaristo. No encuentro la ley, salvo una resolución legislativa, a la que hacen mención sobre la existencia del distrito de Iquicha, pero probablemente a partir del 1910 a 1920 la historia cambia para el peblo de Iquicha, dado que fue anexada al distrito de Huanta.

  8. Me interesa acceder a la tesis de Carlos Iván Pérez Aguirre. ¿Cuál es el título de la Tesis? ¿Dónde lo puedo ubicar? ¿En alguna Universidad? ¿Se ha publicado esta Tesis? ¿Conoce algún otro comentario o artículo donde se refiera esta tesis?

    Muchas gracias por su información.

    Atte.,

    Juana Prado

  9. Queridos amix de peru politico:
    quiero decirles que lamentablemente en sus paqinas web no se encuentra temas escolares y como todos beien sabemos que la mayoria de gente que : utiliza el servicio de la web son mayormente los escolares para buscar diversos temas estudiantiles.le agradeceria que por favor pongan en sus wewb temas con el que trabaja el ministerio de educacion.
    Gracias por leer la critica..constructiva que escribe una alumna de 4 de secundaria solacn

    PD : DISCULPAR EL ANTERIOR MENSAJE PLISSSSSSSSSSSS

  10. Amigos de Perú Politico
    Les aconsejo actualizar su información sobre la rebelión de Iquicha. Existen investigaciones mucho más avanzadas que el texto de Bonilla , que no hace justicia a la historia de Huanta e Iquicha.

    Llevo veinte años estudiando la historia de los llamdos iquichanos y su rol en la formación del estado Peruano. Les invito a consultar mis trabajos publicados IEP (INstituto de Estudios Peruanos), disponibles en su colección virtual, asi

  11. HOLA ME PARECE INTERESANTE ESTE ARTICULO DE LOS IQUICHANOS PERO LO QUE PODRÍA DECIR ES QUE DEBE CONSULTAR MAS BIBLIOGRAFÍAS PORQUE HAY TRABAJOS REALMENTE MUY INTERESANTES ACERCA DE ESE TEMA COMO DE PATRICK H. QUE ME PARECE REALMENTE INTERESANTE SUS PLANTEAMIENTOS Y TAMBIÉN LE COMENTO QUE ESTOY REALIZANDO UN TRABAJO DE ESE TEMA PERO REFIRIENDO ESPECIALMENTE A NAVALA HUACHACA POR CIERTO SOY HUANTINO WERNER BAUTISTA ROJAS

  12. SOY ESTUDIANTE DE ARQUEOLOGIA, ´TAMBIEN ESTOY INTERESADO EN CONOCER NUESTRA HISTORIA, ESPECIALMENTE DE LOS REVELDES IQUICHANOS PARA ELLO QUESIERA CONOCER EXACTAMENTE CUAL FUE SU FINAL DE ANTONIO NAVALA HUACHACA, EN ALGUNOS AUTORES COMO EL DE PATRIK HUSSON SE DICE QUE SE FUE PARA LA CEJA DE LA SELVA Y NUNCA MAS SE SUPO NADA DE EL.
    POR OTRO LADO SE ENCUENTRA EN LOS DIFERENTES TRABAJOS REFERENTE AL TEMA DIFERENTES PLANTEAMIENTOS ME PARECE REALIZAN DE ACUERDO A SU INTERES DE CLASE
    O MODO DE PENSAMIENTO, POR LO CUAL PENSAMOS NO HAY UN TRABAJO REFERENTE AL INTERÉS DEL CAMPESINADO DE ESE TIEMPO.

    QUESIERA QUE ME MANDE ALGUN COMENTARIO O ALGUN ARTÍCULO REFERENTE AL TEMA

  13. soy comunicador social, trabajo en la municipalidad de Huanta, desde la universidad quise saber más de esta parte de la historia nuestra, la vida de José Antonio Navala Huachaca. Para poder ilustrar a la población también cosidero que en los colegios se descocnoce mucho el tema e incluso se desinforma cuando se señala que los iquichanos fueron “tontos” u otros. de hecho que existe la explicación sociopolítica.

    si me puedo contactar con alguien mi correo es jomovi242@hotmail.com

  14. Es importante enfocar el caracter independiente y contestatario de la nacionalidad iquicha el cual no solo ha protagonizado los hechos descritos durante la guerra independista con sus consiguientes acciones compulsivas las levas a los jovenes, utilizacion de bienes viveres para alimentar a soldados sin el respectivo trabajo previo de explicar su causa, no es de extrañar que los iquichanos consideraran dicha causa ajena a sus aspiraciones como pueblo que ya tenia un estatus ganado antes, tambien han protagonizado las luchas defendiendo la gratuidad de la educación en los primeros años de la dictadura de Velasco, asi como la muerte de los periodistas en Uchuraccay, precisamente dicha nacionalidad levanto sus armas contra la sendero luminoso por considerarlo un elemento extraño a su idiosincracia en este caso la Historia se repite como en 1927 logico con otros actores en otro contexto pero con la misma actitud de pensamiento independiente y contestatario a lo que no va con su idiosincracia, podemos concluir que dicha nacionalidad es muy valiosa al conservar sus usos costumbres é idiosincracia que en vez de ser combatida debe ser relievada, por que en la Guerra con Chile lucharon valerosamente contra las fuerzas de ocupación chilenas hasta su expulsión. Habia que agregar que la nacionalidad iquicha se extiende por toda la zona alta de Huanta , Huamanguilla y el apellido Huachacca suena fuerte en las comunidades de Huanta y Huamanguilla
    Ing. Juan Allpacca

  15. respecto del dia del indio, luego dia del campesino ó dia del indigena todos peyorativos y forzados, el 24 de junio debe ser declarado como el año nuevo de los andes, año nuevo peruano, no la fecha que nos han impuesto los mercaderes del dinero y a partir de ello las grandes celebraciones deben ser institucionalizadas por los pueblos y los gobiernos regionales y ser promocionados al mundo para ser vendidos como un producto turistico
    ” Pase el Año nuevo Andino en Perú tierra de los Incas” nuestro turismo vivencial es una fuente recursos para nuestra gente andina.
    Ing. Juan Allpacca

  16. Es una triste realidad la que viven los pueblos indígenas lo cual viene desde los tiempos de la colonia; la República no fue la solución para los más necesitados, sólo fue un cambio de amo pues pasamos del chapetón al criollo. Hoy en días las cosas siguen igual sino veamos el justo reclamo de las comunidades amazónicas de estos tiempos en contra de un gobierno centralista, vende patria, traidor, violador de derechos humanos y altamente discrimitorio como lo es este segundo gobierno aprista.

  17. Es interesante conocer hechos que no se enseña en los colegios y que demuestran que el pueblo oprimido siempre ha tenido voluntad por rebelarse, pero, muchas veces, sus intentos son acallados por la violencia represora que va más allá de sus intenciones.
    Le rogaría me informasen sobre los sucesos ocurridos en los años 30 en OYOLO (Ayacucho) en que tengo etendido – de forma muy vaga – hubo una rebelión indígena.

  18. cuando llegue a huanta a los 15 años de edad un ciudadano de huanta me comento que habia llegado a la republica de huanta, ello me llamo la atención despues de años he llegado a la conclusión que si existio la republica independiente de huanta y fue por un lapso no mas de 05 años incluso cobraba impuestos y hacia obras reemplazo al gobierno central, es por eso que algunos huamanguinos se burlaban diciendo la republiqueta de huanta, el analisis es que para que se implemente por un corto periodo de tiempo ese estatus Huanta es un pueblo de un acendrado nacionalismo y franco combate al centralismo la historia de las revouciones huantinas es bastante frondosa y rica en sus contenidos:desde 1825 hasta la muerte de los periodistas en uchuraccay hay un largo periodo de luchas emprendidas por los huantinos y la maxima expresión ha sido la lucha contra las fuerzas de ocupación chilenas en la cual destacan la presencia del teniente Coronel mariano Sosa Lozano natural de Huamanguilla Huanta

  19. Realmente este articulo es bueno. Los peruanos sabemos que la declaración de la República en 1821 tan solo hubo el cambio de amos. La independencia no se dió, pués muchos españoles se quedaron en el Perú comoa los famosos terratenientes y latifundistas, y si hubieron españoles que salieron de nuestro territorio a ellos les dieron su bolsa de viajes repleto de muchas riquezas, les pagaron para que se vayan y les colmaron de oro. Por eso es que en el año 1866 por su ambición han querido regresar alk Perú para que los criollos nuevamente los premien con riqueza. Los iquichanos reclamaban una Republica propia y autoctona, no lo negocido por los extranjeros de San Martin y Bolivar. Por ello se proclamó la Republica de Iquicha o de Huanta, que de tener exito pudo ser una verdadera Revolución y pudo haberse expandido a nivel del pais y tal vez a toda sudamerica. Para tener mayor información tambien podemos revisar las obras del peruano Luis Cavero Bendezú, del frances Patrik Huson.

    PD. Para Cecilia Mendez y el Ing. Allpacca, favor si podamos contactarnos para intercambiar mayor información al respecto. almisba@hotmail.com Saludos, Ing. Alex Michael

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