Tecnócratas

En el Perú, el calificativo “tecnócrata” tiene una connotación positiva. El reciente y exitoso Ministro de Economía, Luis Carranza, es visto por muchos como un tecnócrata en virtud de sus habilidades y conocimientos para mantener el rumbo de crecimiento. Alberto Fujimori apabulló a Mario Vargas Llosa en 1990 prometiendo “honradez, tecnología y trabajo”.

Tecnócrata es aquella autoridad política que desdeña las ideas políticas prefiriendo proyectar la imagen de alguien que actúa en base a imperativos científicos o profesionales. No es casualidad que los admiradores de Fujimori (matemático de profesión) lo llamaban “ingeniero”. La tecnocracia -el gobierno de los tecnócratas- es, sin embargo, una falacia: No se puede gobernar sin valores.

Hace más de 200 años, el filósofo alemán Immanuel Kant distinguió entre tres usos de la palabra “bueno”.

  • (1) Algo puede ser bueno para alcanzar un fin determinado: Un buen automóvil, por ejemplo, es aquel que permite recorrer largas distancias de forma segura y eficiente.
  • (2) Por otro lado, decimos que algo es bueno cuando contribuye a nuestra felicidad: Tener amigos es bueno en este segundo sentido.
  • (3) Finalmente, están las cosas que son buenas en sí mismas porque son moralmente buenas: Salvar la vida de otra persona o cumplir una promesa son ejemplos típicos.
  • Un tecnócrata es bueno solamente en el primer sentido de la palabra. El tecnócrata conoce los caminos necesarios para alcanzar un determinado fin. El buen mecánico sabe cómo reparar un carro. El buen médico sabe cómo prevenir y tratar enfermadades. Y el buen economista sabe cómo manejar las cuentas en tiempos de crisis y de bonanza.

    Sin embargo, el tecnócrata no está hecho para evaluar los fines que sirve. La tarea del médico no es reflexionar sobre el valor de tener salud así como la tarea del economista no es pensar en el valor del crecimiento económico.

    Este último tipo de valoraciones corresponde al segundo y tercer nivel de reflexión. ¿El crecimiento económico es siempre bueno (“bueno” en los sentidos 2 y 3), o acaso su valor depende de otros factores como la igualdad social o el bienestar de futuras generaciones? Son preguntas que ya no pueden ser respondidas con criterios meramente técnicos, pues requieren de un juicio moral.

    El tecnócrata puede actuar como si aquellas preguntas no existiesen. Pero ello no elimina las implicancias morales que sus acciones conllevan. Es por ello que, en política, la tecnocracia necesita ser complementada por un gobierno basado en valores cardinales como lo son justicia, igualdad, solidaridad y libertad. Sino corremos el peligro de dejar las preguntas más importantes en manos de unos pocos tecnócratas que creen poder pasarlas de alto, tal como ocurrió con Fujimori en los noventas.

    El reemplazo de Luis Carranza por Mercedes Aráoz en la cartera de economía ha despertado las sospechas de los que creen en la tecnocracia. Los economistas Alejandro Indacochea y Jorge González Izquierdo han criticado la decisión por tratarse, según ellos, de una movida “política” (fuente: El Comercio). Como si hacer política fuera algo intrínsicamente malo. Apenas después de su nombramiento, y para despejar cualquier duda sobre supuestas intenciones políticas, Mercedes Aráoz salío a declarar que no cambiaría el rumbo económico del país y que prefería “trabajar con un equipo técnico”.

    La sobrevaloración de los tecnócratas en el Perú tiene como trasfondo histórico la desaparición de los partidos políticos a partir de los años ochenta. En una democracia funcional, los partidos políticos representan los intereses y valores de sus ciudadanos. En el Perú, nosotros -los ciudadanos- no hemos logrado plasmar nuestros anhelos como sociedad en un discurso coherente.

    Seguimos viviendo en una sociedad con altos niveles de fragmentación. Los millones de votos a favor de Humala en el 2006 resumieron el rechazo de gran parte de la ciudadanía hacia el Perú de hoy, pero también expresaron la falta de visiones alternativas. Otro ejemplo es nuestra incapacidad de encontrar una interpretación común del conflicto interno de los ochentas.

    Nuestro presidente, Alan García, es quizá el más ferviente seguidor del dogma tecnocrático. Los discursos del García de hoy se centran en una cerrada defensa de la inversión privada y del crecimiento económico. Una y otra vez, García ha buscado desprestigiar opiniones divergentes como retrógradas. Para García, los que se oponen al dogma del libre mercado son “perros del hortelano”.

    La obsesión económica de García le ha hecho perder de vista los valores sociales. García parece creer que el crecimiento económico lo resuelve todo. En esto, García se diferencia de su homólogo brasilero Lula. Éste último ha demostrado ser un auténtico líder al lograr combinar el desarrollo económico con la cohesión social.

    Quizá el indicio más claro del fracaso de García sea la incertidumbre con miras a las elecciones del 2011. Una repetición del fenómeno Humala no es improbable.

    Por Bernd Krehoff

    Imagen tomada de: http://blog.pucp.edu.pe/fernandotuesta/

    10 thoughts on “Tecnócratas

    1. Con respecto al comentario del señor Krehoff:

      1. La palabra o concepto tecnócrata revela una idea negativa y despectiva. Significa el gobierno o conducción con un sentido técnico pero ignorando el aspecto humano, lo cual lo convierte en una monstruosidad pues esto puede implicar que, por razones técnicas, es posible eliminar a pueblos enteros con el objetivo de alcanzar un determinado fin teórico (por ejemplo, los sucesos de Bagua y la matanza, que surgen de una decisión tecnocrática de Mercedes Araoz para quien lo importante era su tecnología económica y sus números en azul).

      2. Por lo tanto no puede haber tecnócratas buenos; si no son moderados por el sentido común, por la ética y los valores humanos pueden actuar fría y calculadoramente sin contemplar las consecuencias de sus actos. La crisis ecológica mundial provocada por el calentamiento global es hija de esta idea.

      3. Poner al frente del Perú a tecnócratas sería suicida, y en cierto sentido esa fue la premisa que tuvo Fujimori durante diez años: el pragmatismo de las cifras, los objetivos numéricos del FMI y el BM, cosas que implicaban despreciar las vidas humanas con los resultados que todos conocemos.

      4. En cuanto al señor García, todos sabemos que él funge ahora de ultra derechista al servicio de los ricos exclusivamente por razones políticas. Nadie, menos él, puede cambiar de la noche a la mañana y volverse lo opuesto a lo que es. Pero el problema del “converso” es que nunca sabe cuáles son los límites, por eso los rebasa completamente y se vuelve “más papista que el Papa”. Creerle a un hombre así sería absurdo, por eso los de la CONFIEP saben bien quién es él y qué quiere, por lo que jamás confían en lo que dice; solo se aprovechan de lo que hace.

      5. El verdadero señor García es el político con ideas de los años 60 y oratoria de los 40, para quien la modernidad y el desarrollo siguen siendo un objetivo de vida (algo ya superado por el mundo contemporáneo, más preocupado por las consecuencias negativas de dichas concepciones).

      Muchas gracias.

    2. Me parece interesante tu análisis sobre los tecnócratas y creo que describes bien las consecuencias, pero no sus causas por lo que a mi parecer hace que en cierta medida tus conclusiones sean erradas.

      1. La universidad es una unidad educacional dedicada a la enseñanza superior y la investigación; es decir, en ella prima la racionalidad a partir de conceptos científicos (excluyéndose el principio de esta la cual fue fundamentalmente teísta). Por tanto los egresados en teoría deben ser considerados hacedores de ciencia, críticos de la teoría y la realidad e innovadores del pensamiento.

      2. La tecnocracia por tanto no debería originarse dentro de la universidad, sin embargo ocurre. Esto creo yo se debe a que la tecnocracia oculta una postura política y utiliza de la ciencia para ser válida. Esto no es novedad sin embargo a pocos se les ocurre decir que tal tecnocracia es originada a partir del neoliberalismo. Entonces no hablamos ya que la tecnocracia es un producto híbrido del hacer técnico de los profesionales sino que viene de conceptos más elaborados y tiene como fin crear las condiciones suficientes para la acumulación del capital extranjero dentro del territorio nacional.

      3. Utilizando la tecnocracia, el pensamiento político dominante intenta ser aceptado en la sociedad y verse como natural. Con esto obtiene la aceptación necesaria de la población para destruir pueblos “ignorantes” del cambio mundial. Permiten el ingreso indiscriminado de inversiones extranjeras sin mínimas condiciones. Ojo, no estoy en contra de las inversiones extranjeras pero es necesario que el Estado haga un mejor control de ellas, tanto en el impacto social y ambiental.

      (Continúo en el siguiente comentario)

    3. 4. Por último, la fragmentación del país se debe a que pocos en realidad son tocados por este “auge económico”. No solo eso, no existen partidos políticos importantes que sean opositores al neoliberalismo, entonces las personas irán al primer personaje que les llene de promesas populistas que les va a ser imposible de cumplir y, al final se vuelven neoliberalistas, también (si es que no lo habían ocultado antes). Tal es el caso del outsider Fujimori y Toledo, o también en Brasil con Lula. Como podría haber sido Humala, sin embargo superaron los temores al intento de cambio y prefieron a un “tecnócrata conocido” como es Alan García.

      En conclusión,

      1. La tecnocracia no es una creación limitadamente técnica (o tecnológica) puesto que utiliza a la ciencia y la política no solo para formar sus principios sino también para obtener aceptación general.

      2. La aceptación del pensamiento tecnócrata implica la aceptación una sociedad elitista dominada por profesionales o gobierno de los sabios según Platón. Esto es excluyente por cuanto la educación cada vez es menos pública y más funcional a los intereses de las empresas y no a la sociedad misma.

      3. La tecnocracia es solo un instrumento de una intención más elaborada y general que es el capitalismo, con un pensamiento económico y político necesario para las condiciones actuales como es el neoliberalismo. Las condiciones particulares del Perú reciben con singular aceptación tal tecnocracia; sin embargo esta queda siempre debilitada por los gobiernos de turno necesitándose así un outsider que sin embargo posea parte o todo de las características tecnocráticas de su antecesor.

      Un saludo.

    4. Muchas gracias por sus comentarios, Luis Enrique y Rodrigo.

      Me parece que el comentario de Rodrigo revela un punto importante, pues habla de la política disfrazada de tecnocracia. Algo parecido dice el artículo, pues sostiene que todo tecnócrata toma decisiones que, aparta de su relevancia técnica, también tienen relevancia política: la idea de una política basada puramente en la ciencia es un mito.

      Ahora bien, uno puede ser tecnócrata de buena fe y al mismo tiempo un pésimo político. Es por ello que abogué por el complemento de la tecnocracia por un gobierno basado en valores que, por definición, no son de competencia técnica. Rodrigo, en cambio, habla de la perversión de la tecnocracia, de aquellos que usan credenciales académicas para vender un dogma económico que no está justificado por los criterios académicos.

      La diferencia entre el punto de vista de Rodrigo y el mío, sin embargo, parece radicar en la definición de la tecnocracia. Él sostiene que “la tecnocracia no es una creación limitadamente técnica (o tecnológica)”, mientras que yo creo que la tecnocracia es exactamente eso. La nuestra es una contienda conceptual, pero no solamente conceptual puesto que de ella depende la asignación de responsabilidades políticas y morales. Yo creo que estas responsabilidades no son dominio exclusivo (ni siquiera especial) de los tecnócratas, sino que corresponden a todos los ciudadanos.

      Saludos y gracias por los comentarios,
      Bernd

    5. HOLA, estimado amigo Ud. tiene razon pero sin emvargo yo diria que el 90% de politicos no toman conciensia
      de ver la parte humana pues ellos se van por la parte economica , por ello se transforman en tecnocratas
      espero yo con la educacion iniciando por la casa ojala cambie tarde o temprano.

      SALUDOS.

    6. La tecnocracia hace obsoleta a la subjetividad en cuanto a decisiones de gobierno. Con un partido tradicional, el “calculo politico” siempre estara presente: “obtener mayor indice de aprobacion”, “ocupar puestos clave de la burocracia”, “ser elegible en las proximas elecciones”, etc.
      El dogmatismo politico, el borreguismo ideologico tampoco tiene lugar, se hacen las cosas que se deben hacer… la tecnologia existe -en esencia- para obtener el mayor bienestar del ser humano, esa es la razon de ser de nuestros avances tecnologicos.
      Gobernar sin valores?, los valores no son componente de la formacion tecnica ni cientifica, los valores son esencia del ser humano. La tecnologia tiene su principal problema en obtener una solucion que procure el mayor bienestar, esto con la “ideologia” (que no es mas que una concepcion de “COMO EL MUNDO PUEDE O DEBERIA SER” y no de “COMO ES EL MUNDO”) es inviable, el factor subjetivo prima ya que da espacios a los juegos de palabras o a multiples interpretaciones y errores, como el caso del comunismo,por poner un ejemplo, que dice muchas cosas que a oidos adolescentes suenan muy bien, pero en la practica es un sistema de esclavos de pensamiento.
      La ideologia politica tradicional (rojos y verdes) centran su discurso en los estudios economicos, no obstante la economia de por si asume que los recursos son escasos (por dogma) y permite todo el juego de cifras que a la fecha fundamentan nuestros sistemas de precios (“oferta y demanda”, “control estatal de precios”, etc) con las consecuentes definiciones de “pobreza” y “riqueza”.

    7. Estimados conciudadanos.
      Nos dirigimos a toda la sociedad para hacer saber que un grupo de ciudadanos TECNOCRATAS hemos resuelto presentarnos a la ciudadanía, como el objetivo de dar a conocer el nacimiento de un nuevo partido político denominado “PARTIDO TECNOCRATA DEL PERU”.
      Des…de aquí, invitamos a todos los Movimientos, Asociaciones y Agrupaciones Sociales, así como a particulares y ciudadanos en general, para que, entre todos, podamos canalizar ese derecho que puede ser determinante en el cambio de sociedad que queremos. Aquí tiene cabida todo el mundo que se sienta identificado con nuestras propuestas, que como veréis, mucho tienen en común con las soluciones prácticas y tecnocráticas que proponemos, Desde aquí emplazamos también a toda la gente honesta y con ganas de trabajar por el cambio, a que se impliquen y entren en este Proyecto. Necesitamos gente que nos represente de verdad, con integridad y honestidad, pero también con humildad y valentía. De momento somos pocos, y muchos desconocemos el mundo de la política, pero quienes sí lo conocen, no parece que lo hayan hecho nada bien, lo bueno que nosotros como tecnócratas si sabes como trabajar en generación de economías saludables.
      Visto la situación actual de la sociedad, amenazada seriamente de excluir de todo amparo a millones de conciudadanos. Por eso creemos que tenemos la ventaja de aportar pensamientos más puros y menos viciados, producto de ver la realidad desde la calle, como trabajadores afectados o como parados que nos niegan un empleo. No como muchos de los políticos actuales, que viven en un mundo totalmente ajeno a lo que sucede realmente.
      Hemos llegado a un punto de indefensión total, donde nuestros políticos hacen justo lo contrario de lo que nosotros queremos, y ha llegado el momento de decirles ¡Basta ya! Pero no solo en la calle. También en el Parlamento.
      Sabemos que este es un Proyecto de mucha envergadura, quizás el mayor desde la llegada de la democracia a Perú, pero estamos resueltos a enfrentarnos a todos los obstáculos y luchar con valentía por conseguir un país mejor para nuestros hijos, donde no se sientan esclavos y donde la libertad sea un don del que disfrutar.

    8. Estimados conciudadanos. Nos dirigimos a toda la sociedad para hacer saber que un grupo de ciudadanos TECNOCRATAS hemos resuelto presentarnos a la ciudadanía, como el objetivo de dar a conocer el nacimiento de un nuevo partido político denominado “PARTIDO TECNOCRATA DEL PERU”. Des…de aquí, invitamos a todos los Movimientos, Asociaciones y Agrupaciones Sociales, así como a particulares y ciudadanos en general, para que, entre todos, podamos canalizar ese derecho que puede ser determinante en el cambio de sociedad que queremos. Aquí tiene cabida todo el mundo que se sienta identificado con nuestras propuestas, que como veréis, mucho tienen en común con las soluciones prácticas y tecnocráticas que proponemos, Desde aquí emplazamos también a toda la gente honesta y con ganas de trabajar por el cambio, a que se impliquen y entren en este Proyecto. Necesitamos gente que nos represente de verdad, con integridad y honestidad, pero también con humildad y valentía. De momento somos pocos, y muchos desconocemos el mundo de la política, pero quienes sí lo conocen, no parece que lo hayan hecho nada bien, lo bueno que nosotros como tecnócratas si sabes como trabajar en generación de economías saludables. Visto la situación actual de la sociedad, amenazada seriamente de excluir de todo amparo a millones de conciudadanos. Por eso creemos que tenemos la ventaja de aportar pensamientos más puros y menos viciados, producto de ver la realidad desde la calle, como trabajadores afectados o como parados que nos niegan un empleo. No como muchos de los políticos actuales, que viven en un mundo totalmente ajeno a lo que sucede realmente. Hemos llegado a un punto de indefensión total, donde nuestros políticos hacen justo lo contrario de lo que nosotros queremos, y ha llegado el momento de decirles ¡Basta ya! Pero no solo en la calle. También en el Parlamento. Sabemos que este es un Proyecto de mucha envergadura, quizás el mayor desde la llegada de la democracia a Perú, pero estamos resueltos a enfrentarnos a todos los obstáculos y luchar con valentía por conseguir un país mejor para nuestros hijos, donde no se sientan esclavos y donde la libertad sea un don del que disfrutar. Libertad p

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