La XIX Cumbre Iberoamericana

cumbre “Innovación y Conocimiento” fue el slogan de la XIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que culminó hoy tras tres días de encuentros en la ciudad portuguesa de Estoril. Además de debatir proyectos de innovación tecnológica, el fortalecimiento del comercio entre bloques latinoamericanos y la UE, y la importancia de luchar contra el cambio climático; la legitimidad de las recientes elecciones en Honduras fueron centro del debate, y además la cumbre brindó un espacio para un intercambio de palabras más positivo entre Alan García y sus contraparte chilena, Michelle Bachelet.

Compromisos en el 2009

Este año los gobernantes de los Estados iberoamericanos tomaron el espacio de la cumbre para el debate de temas importantes en la política y el desarrollo de la región. El cambio climático fue uno de ellos, considerando especialmente la próxima realización de la Cumbre de Copenhague de la ONU sobre el tema del 7 al 18 de diciembre de 2009. Dicho encuentro acordará la continuación del Protocolo de Kioto para enfrentar el cambio climático, fijando reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero para los Estados del mundo, incluyendo aquellos en vías de desarrollo. En Estoril, por lo tanto, los países tomaron la oportunidad para pedir “el fortalecimiento del apoyo financiero y tecnológico de los países desarrollados hacia países en desarrollo” para hacer frente al cambio climático.

Sobre los compromisos abordados, los Estados se unieron para apoyar diversos temas desde el fin del embargo comercial de Estados Unidos a Cuba hasta la lucha contra el terrorismo y la corrupción. Además, recordando el lema del encuentro los 22 gobernantes presentes acordaron mediante diversos programas “fortalecer las instituciones nacionales de innovación y promover la cooperación solidaria entre los Gobiernos iberoamericanos”.

Sin embargo, el tema que mayor debate generó en este encuentro, aunque no fue su razón de ser, fue la coyuntura política en Honduras.

El caso de Honduras

Dada la celebración de las elecciones en Honduras el pasado domingo 29 de noviembre, la cumbre fue una oportunidad para que los gobernantes de la región debatieran sobre su legitimidad y su posición frente al Presidente electo, proveniente del Partido Nacionalista, Porfirio Lobo. Sin embargo, como era de esperarse, fue difícil reconciliar opiniones dada la postura de muchos países de no aceptar, bajo ninguna circunstancia, el resultado de estas elecciones debido que fueron convocadas por un presidente golpista. El presidente Brasileño, Lula da Silva, lidera el grupo de opositores al reconocimiento de las elecciones, seguido por la mayoría de Estados, incluidos los ausentes a la Cumbre como Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Este bloque de países exige la restitución de Manuel Zelaya en el poder como condición para la realización de cualquier proceso electoral válido.

Si bien países como Colombia y Panamá, e incluso anteriormente Perú, expresaron estar dispuestos a aceptar la victoria de “Pepe” Lobo, no se pudo llegar a un acuerdo y la Cumbre terminó con una declaración de la presidencia portuguesa – que tuvo la aprobación de los 22 participantes – que si bien menciona la celebración de las elecciones no las reconoce y condena el golpe de estado, además de considerar la restitución del derrocado Manuel Zelaya “un paso fundamental para el retorno a la normalidad constitucional”. El principal “acuerdo” fue el de apoyar la creación de una “plataforma de diálogo”, con respaldo de la comunidad internacional, que facilite un “gran acuerdo nacional” entre el presidente depuesto, Manuel Zelaya, y el ganador de los comicios, Porfirio Lobo, para restaurar la normalidad democrática.

Garcia y Bachelet

Después de días tensos entre las relaciones Perú-Chile debido al escándalo del espionaje, García y Bachelet “hicieron las pases”, al menos temporalmente, con amistosas declaraciones durante la Cumbre. Llegando a Portugal, el Presidente García calificó las declaraciones de la presidenta Michelle Bachelet sobre el caso del espía como valerosas y democráticas. Además aprovechó para clarificar que “Jamás he dicho que Chile sea una republiqueta. Dije que el espionaje es más propio de una republiqueta que de países civilizados y democráticos. Eso es diferente”. Por su parte, el día de hoy la mandataria chilena declaró que encontraba las declaraciones de García muy positivas. “Yo siempre he señalado que Chile va a continuar en su relación con todos los países vecinos a través del mecanismo que entendemos que es el más adecuado: el del diálogo y respeto entre los países, así que yo solo diría que me parecieron muy positivas”.

Cuanto durarán las pases, es difícil saber, pero al menos temporalmente esperemos que ambos gobiernos puedan tratar el tema de manera diplomática, valga la redundancia, como corresponde.

¿Impacto Real?

El impacto real de cumbres como esta es muy debatible, ya que del dicho al hecho, como se dice popularmente, el espacio es muy grande. Si los compromisos alcanzados en términos de promover la innovación la tecnología, actuar contra el cambio climático o fortalecer la cooperación algún día se harán realidad, nadie lo sabe. Sin embargo, los encuentros proporcionan un importante espacio para el intercambio entre mandatarios, lo que sin duda alguna puede tener un impacto en las relaciones entre países. Sobre el caso de Honduras no se pudo llegar a un acuerdo, y el futuro político del país, a pesar de tener a un nuevo presidente electo, es aún difícil de predecir. Sobre Chile y Perú, aunque el intercambio haya sido veloz, esperemos que pueda ayudar al fortalecimiento de las relaciones.

Mariana Costa

Fuentes:

Declaración de Lisboa: http://www.segib.org/upload/DECLARACIÓN%20DE%20LISBOA(5).pdf

http://www.segib.org/cumbres.php?idCumbre=30&idioma=esp

http://www.eluniverso.com/2009/12/01/1/1361/clausura-xix-cumbre-iberoamericana.html

Imagen:

http://www.flickr.com/photos/30118979@N03/4150866450/in/set-72157622782676661/