Tres noticias recientes en el Perú que conviene repasar y analizar:
Ya existe una propuesta de reforma de los clubes de fútbol profesional. La iniciativa es semejante a lo que en 1996 hizo la dictadura de Alberto Fujimori con esa ley que promovió la inversión privada en la reestructuración patrimonial de las antiguas cooperativas azucareras para que sanearan sus finanzas y se volvieran sociedades mercantiles.
Clubes como Alianza Lima o Universitario de Deportes tendrían cuatro opciones: se convertirían en sociedades mercantiles, seguirían como asociaciones civiles constituyendo un fondo de inversión supervisado por la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores (CONASEV), se darían en concesión a una sociedad mercantil o, simplemente, quiebran.
La reforma, incluso, serviría para acabar con la complacencia entre los clubes de fútbol y las “barras bravas” (Antaño esos hinchas fanáticos y feroces eran “pintorescos”. Tras la muerte de una joven contadora y las lesiones graves a una adolescente, casos difundidos por la prensa, ahora son maldecidos: el país ha cambiado), que reciben entradas gratuitas para llenar los estadios, pero fomentan la violencia y degradan el espectáculo.
De otro lado, el Fondo Nacional de Financiamiento del Estado (FONAFE), el holding encargado de la actividad empresarial del Estado, tiene listo desde 2008 el reglamento para “capitalizar” las empresas estatales permitiéndoles vender hasta 20% del total de sus acciones en la Bolsa de Valores de Lima y el Presidente de la República aún no decide promulgarlo. Hace años Brasil y Colombia capitalizaron -en parte- sus petroleras estatales PETROBRAS y ECOPETROL, respectivamente. La capitalización permitiría a las empresas estatales recibir un fuerte flujo de capitales, transformar la organización, mejorar la eficiencia, reducir la injerencia política y eliminar la corrupción.
Que nadie salga a decir que es una propuesta “neoliberal”: en el Uruguay el candidato presidencial del Frente Amplio (coalición de socialistas, comunistas y cristianos de izquierda) ha propuesto capitalizar las empresas estatales uruguayas, aunque allá el porcentaje máximo de acciones sería 45%.
Por último, el ex alcalde de Lima y nuevo congresista Ricardo Belmont, que acaba de perder su televisora RBC TV, haría realidad el sueño de muchos productores de radio y televisión en el país: pretende utilizar al Parlamento para “destruir” a la empresa de medición de audiencia y tele-audiencia Ibope Time Perú. Por ahora ha logrado (con apoyo del APRA, Unidad Nacional y el Partido Nacionalista) que la Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso investigue a la empresa.
Belmont, sus periodistas y esos productores alegan que es asunto de “interés nacional” saber cómo Ibope Time Perú obtiene los resultados de sus mediciones. Realmente, ellos odian a la empresa, porque con cifras ésta confirma o desmiente si los mentados programas nacionales de radio y televisión son tan populares como sus creadores afirman. Lo que hace Belmont es, sencillamente, mercantilismo.
Imagen tomada de: http://4.bp.blogspot.com/
Jajaja.
¿para qué molestarse? así los clubes paguen todas sus deudas sus jugadores seguirán siendo mediocres.
Abajo el fútbol :)
este futlbol es de la prehistoria asi que no se molesten por copiar lo que ven en el extranjero y aganse una ya que ahi tantos romulos que todo lo ven como una aceitadita mas asi que ponganse las barbas en remojo mediocres