¿Periodistas infalibles?

Guillermo Thorndike

Este mes se celebró el Día Nacional del Periodista: otro año más el gremio periodístico peruano se felicita a sí mismo y hace loas a su profesionalidad. Nada de autocríticas o enmiendas.

Cada vez que alguien osa hacer ver a los periodistas de TV, radio o prensa escrita sus errores, muchos se ríen, se molestan o dicen que “sólo hace su trabajo”. Nunca piden perdón, se arrepienten o rectifican: como no se equivocan, ¿para qué?

¿Acaso el periodista Genaro Carnero Checa, hombre formado en el Partido Comunista y conocido en el medio, pidió perdón por quebrar la Asociación Nacional de Periodistas (fundada en 1908) creando la Federación Nacional de Periodistas en 1950 para apoyar la dictadura del general Manuel Odría o por intentar destruir su propia creación para complacer a la dictadura del general Juan Velasco Alvarado? No, nunca.

¿Acaso los periodistas Augusto Zimmermann, Francisco Moncloa (comunista), José Adolph, Hernando Aguirre Gamio (renegado del APRA), Otoniel Velasco y Augusto Razuri, que apoyaban a Velasco, hicieron una autocrítica entonces por haber respaldado el fin de la democracia, las persecuciones políticas, las deportaciones, la censura, las nacionalizaciones, la manipulación de la justicia y otras barbaridades contra el Perú (como la socialización “trucha” de las empresas, de corte estatista, denominada “comunidad industrial”)? No, jamás.

¿Acaso los actuales periodistas se disculpan por ese aire de superioridad intelectual que expiran cuando llaman a la gente “poblador” (cosa más del ambiente), nunca “ciudadano” (ser con derechos y deberes)? No, para nada.

Ellos fueron lo peor del periodismo peruano: Manuel D’Ornellas, ácido analista político y devoto del autoritarismo; Patricio Ricketts, Ministro de Educación en 1984 y comodón con cuanto gobierno hubo; Guillermo Thorndike, cortesano del poder y adulador de los inquilinos de Palacio de Gobierno; Alfonso Baella Tuesta, poco talentoso, pero servil con sus jefes de turno. ¿Alguno se arrepintió por ejercer un periodismo infame durante largos años? No, ninguno.

¿Sabe quién fue el editor cubano Miguel Ángel Quevedo? Por varios años fue director y dueño de la revista Bohemia en Cuba, alguna vez la más antigua de América Latina. Apoyó la Revolución hasta que la dictadura de Fidel Castro enrumbó al comunismo y le arrebató la revista. Exiliado en los Estados Unidos y antes de suicidarse, Quevedo admitió que el destino trágico de Cuba empieza cuando la prensa cubana se entregó a una voraz campaña demoledora contra presidentes, senadores y congresistas. No importaba si hacían cosas buenas, había que destruirlos para adular a la gente y ganar sus aplausos.

Bohemia y los diarios incentivaron el morbo de las multitudes y derramaron odio en la sociedad cubana. Cuando Castro llegó al poder, usa astuta y eficazmente ese odio contra todos sus adversarios, incluida la prensa. Quevedo y los periodistas nunca pensaron ser devorados por el monstruo que ellos mismos crearon.

Por fortuna, nuestros periodistas aún pueden practicar la autocrítica. Ojalá lo hagan.

Por Gian Carlo Orbezo Salas

Imagen: Guillermo Thorndike. Foto tomada de: http://www.felap.info/

One thought on “¿Periodistas infalibles?

  1. Señor Orbezo:

    1. Se puede hablar de dos etapas del periodismo: pre Bush y post Bush (II). Después del tan oportuno y necesario “11 de setiembre” (que permitió maravillosamente acomodar al mundo según los criterios del Pentágono ¡qué suerte!) solo hay dos maneras de entender la realidad: o se está con el sistema o se está contra él.

    2. Esta nueva consigna llegó necesariamente al Perú y hoy tenemos un periodismo que refleja exactamente eso: o se escribe a favor del sistema o se escribe en contra. ¿Qué papel le cabe al periodismo contemporáneo en esta era de expansión imperial norteamericana? Pues la de ser comparsa y reafirmar los valores del sistema.

    3. Solo así se explica porqué el periodismo de oposición (que hoy solo se ven en un diario: La Primera) prácticamente ha desaparecido y los periodistas se han convertido en meros empleados de los medios de comunicación. Simplemente el encontrar errores en el gobierno es darle razones y armas al enemigo, en este caso, Humala.

    4. Esa ha sido la única razón por la que mucha gente, entre la que me cuento, nos hemos volcado a los blogs, por ser las únicas ventanas donde se ventila la información sin ser calificada de “a favor o en contra del sistema”.

    5. Desgraciadamente nos han empujado a un maniqueísmo de pensamiento muy similar a las épocas del totalitarismo y oscurantismo. No hay términos medios, no existen posiciones intermedias o alternativas: o es negro o es blanco. Esto también se refleja en la política donde solo pueden existir los partidos de derecha, pues cualquier otro es “una opción fracasada y fuera de época”.

    6. Es por eso que en el Perú solo pueden haber estas posiciones (Castañeda, Keiko, Toledo, Lourdes) y se debe elegir entre ellas, pues cualquiera otra está totalmente equivocada y es terrorista (Humala). El periodismo no puede hacer otra cosa que reflejar este drama mundial (pues lo mismo pasa en todas partes del planeta).

    Muchas gracias.

Comments are closed.